miércoles, 2 de septiembre de 2020

 Razas de Gatos: Bosque de Noruega - Bosque Noruego - Mascotas Foyel

Blanquita

José de Cádiz


Mi parcela está a 700 Mts de mi casa.   Hay árboles frutales y un venero de agua muy simpático.   En tiempos de sequía se agota el río y no tenemos agua.   Algunos colonos recurrimos a ese manantial para bañarnos.   En una ocasión se me hizo tarde por correr en bicicleta y llegué al venero bien sudado.   Para mi sorpresa encontré a cuatro gatitos blancos que al verme corrieron hacia mí.

Un cesto tirado a la vera del camino me hizo comprender su situación.  Los mininos estaban desesperados.  ¡Miau! ¡Miau! Y con su carita angustiada me decían: “¡Por favor, no nos dejes solos!”.  Sabía que si dormían en el campo cualquier sabandija los devoraría.  --¿Qué hago Dios santo? Mi esposa no se lleva bien con los gatos y, por si fuera poco, tengo una hermana que padece alergia.  

Caminé y los gatitos me siguieron...

Soy devoto de San Isidro Labrador, el protector de los agricultores, de la fauna y de la flora.  Me pregunté, qué hubiera hecho él en mi lugar.   La respuesta la tuve en el acto: se los llevaría.   Los metí en mi mochila y me fui a bañar.   Los gatitos son escurridizos y se salieron por una pequeña cobertura al enjabonarme.  Temían que los abandonara.  Les dije sorprendido, ¿quieren bañarse? Y les lancé una bandeja de agua bien fría.   Corrieron a sentarse como soldaditos sobre una piedra.

LAMINAS DE CARTONCILLO PLASTIFICADO | Arte de jesús, Catolico, Santos  católicosLe diría a mi mujer que los gatos blancos son de buena suerte.   Los tendríamos unos días y ya crediticios alguien se los llevaría.   ¡En verdad eran preciosos y parecían bolitas de nieve con sus ojos azules!  No los llevé a casa sino a un local comercial.  La algarabía de los niños al verme llegar con mis gatos no se hizo esperar.  Les serví un plato de leche bien caliente, pero comieron poco, acostumbrados a las tetas de su madre.  Los encerré en un cartón bien sellado. “Daniel, te encargo a mis gatos”, le dije a un vecinito.  Cerré las cortinas y me fui a cenar.  Más tarde regresaría.

Mi calle es transitada y de noche hay vendedores ambulantes.  Nunca pensé que los gatos se saldrían  a curiosear pues extrañaban a su madre.  Los chiquillos estaban felices jugando con ellos pero en un descuido a un minino lo mató un coche.  Otros dos corrieron con mejor suerte.  Me explicó Daniel: “¡Mi mamá se lo regaló uno a una señora que bajó de una camioneta y lo acarició!”.   --¿Y los otros dos? Le pregunté expectante--: “Uno se lo llevó Quique, el hijo de doña Trini, y el cuarto desapareció”. --¿Cómo que desapareció?, ¡pues ya no lo volví a ver! Contestó muy apenado.

20 Razas de GATOS BLANCOS - Lista Completa


Abrí mi local, muy afligido por el triste final de mis gatos.  Empezaba a tomarles cariño.  En una esquina un pequeño bultito dormía escondiendo su cabeza.  Era el más frágil y decidió no seguir a sus hermanos.  Una hembrita preciosa a quien le puse por nombre Blanquita.  Mi esposa está feliz con ella.  Mi familia la cuida y la mima.   Es la mascotita de mi casa.  Hasta los ratones han desaparecido.  Una cosa muy curiosa: los mata pero no se los come.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

AL CALOR DE TU REGAZO José de Cádiz Abrázame fuertemente como cuando yo era un niño me arrullabas con dulzura y besabas con cariño Luego cua...