miércoles, 23 de septiembre de 2020


 Felicidad en adolescencia y juventud



José de Cádiz


Todos recordamos nuestro despertar sexual. La inquietante adolescencia. Cuando las hormonas no nos dejaban en paz. A los 13 o 14 años empezamos a vivir. ¿Recuerdas cuando suspirabas por ese chico, o chica, que te gustaba en la escuela? ¡Cuando mirabas de reojo a la maestra de biología porque estaba bien proporcionada! Como abrir la válvula de una fuente.

La mayoría descubrimos esas sensaciones por instinto. En América latina no hay escuelas que nos eduquen en ese sentido. En plena era digital es más fácil que un niño descubra la pornografía que ilustrarse sexualmente. En climas tropicales hombres y mujeres maduramos prematuramente. En el colegio nos dan un pequeño bosquejo del tema. Nos reflejamos en la sexualidad de los demás comportándonos como animalitos en celo.

La pubertad es el inicio de la vida adulta. Empiezan las obligaciones en serie, la academia, el hogar, los sentimientos. Frecuentemente, nos tomamos la vida como una fiesta. Las bromas, el cine, los cuates. Padres consentidores y maestros gruñones. El adolescente solo quiere divertirse y comprarse el móvil más moderno. La época del descubrimiento y exploración. Videos prohibidos, charlas picantes, masturbación. Sin embargo, nada de eso conlleva a la felicidad verdadera. La dicha poco tiene que ver con el sexo.


¿Cómo reaccionan los púberes ante la frustración?

Con rebeldía y desafío. Sienten que los adultos se confabulan para impedirles ser felices. Les marcan el paso o les exigen demasiado. Sus padres los impulsan a forjarse un porvenir. Una edad peligrosa cuando se carece de la orientación adecuada. Época de profundos cambios emocionales. Si el joven recibió una buena formación se alejará de los vicios. No ignora que conllevan al desastre. Finalmente, es la madre quien nos educa. El padre solo es el proveedor.

Si el jovencito (a) tiene metas definidas terminará una carrera. Si no las tiene abandonará sus estudios al primer tropiezo. Un fracaso amoroso puede dejar su autoestima por los suelos. A esa edad confundimos fácilmente el amor con la pasión. Nadie está maduro para el matrimonio. Hay miles de madres y padres adolescentes desobligados.

¿Se es feliz en la adolescencia?



Como todo en la vida. Hay alegrías y sinsabores. Comprarse un vaquero, ir al cine o una tardeada no es encontrar la dicha. Hay otros caminos que conducen al río de la buena fortuna. Necesitamos darle sentido a la existencia. Unos padres que nos guíen con amor; que nos corrijan cuando es necesario. A esa edad nadie sabe lo que quiere.

Quien ama a sus padres y los obedece encuentra la dicha. “Honra a tu padre, y a tu madre y recibirás bendiciones”, dice la Biblia. El hijo cariñoso verá realizados sus sueños. Tendrá éxito en todo lo que emprenda. Si tuvo buenos ejemplos, eso mismo trasmitirá a sus hijos. Hay quien elige la delincuencia por convicción. Otros por imitación.

¡La inquietante y arrolladora juventud!

Quizá la época más bonita es la ardiente primavera. Entre los 20 y 36 años aproximadamente. Pasa vertiginosamente pero nos deja un grato sabor de boca. La edad de la exploración, ¡del baile!, las copas y nuestra primera experiencia sexual. Mi madre me dijo un día: “La juventud es muy breve y debes vivirla intensamente”. En aquel momento no comprendí su filosofía hasta que maduré. La vida es corta y las etapas no se repiten. Tiene curvas y rectas que debemos afrontar. La edad del espejismo color de rosa.

A la juventud la rige el planeta Venus.

El atractivo sexual es demasiado fuerte y la mayoría nos enamoramos. Nos deslumbra lo estético y armonioso. Venus, gobierna la belleza, el romance, la virilidad, la paz y prosperidad económica. Los rasgos se traen en los genes pero también tienen un origen karmico. Me explico: si somos generosos y destilamos amor eso reflejará nuestro rostro. La mirada dice lo que somos en esencia. Es cierto, “los ojos son el espejo del alma”.

Ahora bien, una persona es tan joven como se sienta. Hay maduros que tienen chispa y una energía desbordante. Son quienes alegran las fiestas y su optimismo es contagioso. Generalmente, son líderes y poseen un aura luminosa. En el lado opuesto hay jóvenes que parecen viejos a los 30. Cuando estamos enamorados el atractivo aumenta. Nos da lozanía y firmeza. El amor y el dinero no se pueden ocultar.

Las personas perversas reflejan todo lo contrario. Todos conocemos a alguien cuyo rostro muestre rasgos de cinismo o criminalidad. La belleza es un pasaporte diplomático que te abre muchas puertas. Cultivémosla. Lamentablemente a los seres humanos nos deslumbra lo externo. Pocas veces reparamos en un corazón generoso. Una chica bellísima llega a cualquier salón y se impone. En las agencias de empleo influye mucho el aspecto físico. Se fijan menos en la inteligencia o el talento que en el porte.

Hay cuatro virtudes dignas de admiración: El valor, la nobleza, el talento, y inteligencia. La belleza es efímera y se va con la juventud. Lo único que queda es el perfume del alma. Las buenas obras que nos llevamos en el momento final. El cuerpo más hermoso se marchita como una flor. Personajes hay que explotan muy bien su físico: Actores, modelos, gigolós.

¿Existe la fuente de la eterna juventud?




En las montañas del Tibet hay un monasterio cuyos monjes representan la mitad de su edad real. Personas de diferentes nacionalidades llegan en busca de la longevidad. Seres mental y sexualmente disciplinadas. Viven en contacto con la naturaleza y practican la meditación. Hacen yoga y son vegetarianas. La senilidad llega por los orgasmos repetidos. El cerebro es el máximo órgano sexual y está facultado para controlar el placer. Hombres y mujeres disolutos envejecen pronto. La eyaculación es la muerte del placer. Practiquemos una sexualidad trascendente. Fortalece nuestras células y neuronas y nos rejuvenece.

La testosterona: hormona de la juventud.

Mientras el organismo la produce el deseo y atractivo no se pierden. Todos poseemos núcleos masculinos y femeninos. Testosterona (hormona masculina) y progesterona (femenina). El hombre posee 46 cromosomas. El sexólogo norteamericano Robert Thonsomp afirmó: “El hombre es por naturaleza casi un desequilibrado sexual”. Sus preferencias sexuales pueden variar. Puede enamorarse de un hombre o una mujer. No significa que todo mundo sea gay. En el varón prevalece su masculinidad y en las damas su feminidad. La naturaleza tiende a encontrar el equilibrio.

¿Extraviamos el arcano de la juventud?

El hombre posee el gen de la longevidad. El viejo testamento habla de hombres que vivieron 600 o 900 años: Adán, Noé, Matusalén, Enoch, etc. Gradualmente, se fue reduciendo la edad hasta llegar a míseros 80 años. Moisés, todavía vivió 120 años. El Génesis, menciona el árbol del conocimiento del bien y del mal. Adán y Eva practicaban una sexualidad trascendente. Dominaban la naturaleza y conversaban con los ángeles. Dios no les prohibió besarse ni acariciarse. Cuando la serpiente tentó a Eva empezó la decadente fornicación: precisamente la eyaculación. Entonces fuimos condenados a muerte. “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente”. “Parirás a tus hijos con dolor”. Por haber comido del árbol prohibido. ¿Qué necesidad había de fornicar viviendo en el paraíso?

El Tantra y la recuperación del edén.




El semen es la energía más sutil que el organismo elabora. Ahí se encuentra la fuerza del espíritu santo. Conforme se pierde la próstata y el cuerpo se debilitan. Atletas y caballos de carreras los mantienen abstemios antes de una competencia. El oro potable nos brinda lozanía y firmeza. A ello se refieren los alquimistas cuando dicen transformar el plomo en oro. La fornicación es el camino a la muerte. Recomiendo la obra: “El matrimonio perfecto”, de Samael Aun Weor. Lo puedes Googlear.

En el tantrismo el placer no está prohibido. Al contrario, lo prolonga. En la era de Acuario hay hombres y mujeres que lo practican. Estrellas de cine, deportistas, académicos, metafísicos, iniciados. Mantiene el fuego sexual toda la vida. Por el sexo caímos y por el tenemos que levantarnos. Entre los orientales está muy difundido este conocimiento. En occidente recién está saliendo a la luz. Aquí te revelo el secreto. Practícalo con una sola pareja y verás resultados. El adulterio es abominable a los ojos de Dios. Veinte años de experiencia me autorizan para hablar del tema.

Mi primera experiencia sexual.

Yo tenía 17 años y mi primera novia 15. No sucedió nada interesante. Quiero decir, intenté seducirla pero la asusté con mis impulsos. Con la segunda, las cosas fueron bien diferentes. Era una chica de armas tomar. El tipo de mujer que me gusta. Ambos teníamos 19 años. En una cafetería me encontraba solo tomando una malteada. Una chica llegó y desde la puerta me miraba insistentemente. Yo escuchaba la música que otros jóvenes habían puesto en una grabadora. La jovencita me abordó:

--¿Estás solo?

--Sí.

--¿Puedo sentarme?

--Claro.

Le invité una malteada y charlamos de todo un poco. Vino la consabida pregunta, ¿tienes novia? Le dije que no y contestó que ella tampoco tenía novio. Cuando una mujer le gusta un hombre es capaz de todo. Me dijo que le atraía y que iniciáramos un noviazgo. Nos despedimos y me olvidé del asunto.

A los dos días fue a buscarme a mi domicilio. Un primo me dijo: “te buscan”, le pregunté que quién y agregó: “dice que eres su novio”. ¡Ah caray! Se me había olvidado completamente aquel romance. Me esperaba con jeans nuevos y una blusita apretada. Oscurecía. Caminamos por una calle solitaria. La invité al río.

La corriente era abundante. Había luna llena. Nos desvestimos quedando en ropa interior. Para ser la primera vez fue un paso demasiado atrevido. Me besó.  En plena excitación le pregunté:




--¿Has tenido relaciones?

Contestó sin cohibirse:

--Sí.

--¿Con quién?

--Con mi último novio, se llama Luis Daniel. Lo conoces, vive cerca de tu casa.

En efecto y además era mi compañero en la prepa. Me agradó su franqueza. Finalmente yo no sería el primero. ¡Pero yo era virgen y ella no! Dejé que las cosas transcurrieran normalmente. Contemplé la arquitectura de una mujer. Iniciamos una relación pero insistió en casarse conmigo y le tuve que decir adiós. El matrimonio no estaba entre mis planes.

A veces nos enamoramos de la persona equivocada. Las mujeres son más decididas que los hombres. Los casanovas opinan que no hay nada más abrumador que una mujer enamorada. Hay hombres que se suicidan por amor como el poeta Manuel Acuña. Se mató a los 24 años. Estudiaba medicina y amaba entrañablemente a Rosario de la Peña. “Nocturno a Rosario”, es una poesía donde narra la pasión que lo devoraba. ¡Es verdaderamente explosiva!

“El hombre es más fuerte cuando está solo”. Ibsen.

No debemos depender emocionalmente de nadie. Ni encadenar nuestra felicidad con la pareja. Nadie está exento de la tristeza. Disfrutemos de la compañía y la soledad. Llegamos al mundo solitos y retornamos de igual manera. Un matrimonio que vive peleando debe separarse. Es más complicado cuando hay hijos. Los anticonceptivos son elementos valiosos.

Cuando una mujer expresa: “sin ti ya no puedo vivir”, se engaña a sí misma. Antes de conocer al tipo vivía tranquilamente. No era una prioridad en su vida. El amor es ciego porque ve únicamente cualidades y no los defectos. El cortejo amoroso es eso: enamora-miento. Nos arreglamos más de lo debido y ocultamos nuestra personalidad. Debemos mostrarnos tal cual somos. Finalmente nos conocerán.

Errores de juventud…



Casarse apresuradamente. Cuando el deseo se impone viene el desengaño. Al poco tiempo se separan porque no hubo amor. Los dos buscan otra pareja. No debemos pensar que podemos cambiar al ser amado: “Mi chico es drogadicto pero casándonos él cambiará”, piensa ella. “Mi novia tiene mal carácter pero yo la dominaré con este miembro”, opina él. La verdad es que no podemos cambiar a nadie. Solo cambiarnos a nosotros mismos.

Atraemos lo que llevamos dentro. Un alcohólico convive con prostitutas. Los estudiantes inteligentes se rodean de académicos. Los narcos contratan gente del bajo mundo. Un cantante convive con otros artistas. Un místico atrae a seres de luz. Un individuo honrado no se junta con ladrones. Sus principios no se lo permiten.

“Un nivel del ser atrae a otro nivel del ser”.

Nos atraen personas mentalmente semejantes. Sucede que ya nos habíamos conocido en otras vidas. Quizá fue nuestro padre, esposa, amigo, discípulo, etc. El destino nos reúne nuevamente para saldar un karma o continuar nuestra evolución. Los amigos son un tesoro invaluable. No debemos hacerles daño ni ser un obstáculo para su felicidad.

Nada hay más valioso que un corazón tranquilo. En un mundo caótico donde hay tanto sufrimiento. La fe puede mover las montañas. Nos pone en contacto con la espiritualidad. Es mejor una persona con fe que sin ella. Todas las religiones tienen una misión que cumplir: aproximarnos con Dios. “Si la imagen de Dios se desvaneciera de nuestras mentes lentamente dejaríamos de ser humanos”, Francis Bacon.

El momento más feliz de mi juventud.

Cada quien tendrá su propia opinión y es válida. Lo que a unos hace dichosos a otros infelices. Me he enamorado dos veces. En la universidad era muy popular porque me gustaban las fiestas. Nos decían, “los guapos del C”. Hacíamos tardeadas y nos íbamos de pinta. Me escribían letreros picantes en los baños. También poemas de amor. Me encantaba irme de excursión al campo. Bailar y beber.

Actualmente ya no tomo. Soy inmensamente feliz con la mujer que amo. Me siento realizado haciendo lo que quiero: leer y escribir. A mis fans les dejo bien claro que soy casado. No me interesa la aventura ocasional. Necesito estabilidad y equilibrio. Practico yoga y otras disciplinas. Nunca pienso en el dinero cuando escribo. Me interesa ayudar al prójimo. Disfruto la música y la naturaleza me fascina.



El camino que conduce a la luz.

Todos necesitamos orientación cuando nos sentirnos confundidos. Leo de todo: filosofía, historia, arte, novelas, poesía, la Biblia. Religión viene de Religare: religarse con Dios. Alejémonos de las personas nocivas porque “El que con lobos anda a aullar se enseña”. Busquemos amigos moralmente disciplinados. Dicen que la inteligencia y el talento se contagian.



La juventud es tan fugaz.

Para desgastarla en conflictos y odios. Es el momento ideal para elegir un oficio. ¿Qué es lo que más te gusta hacer y lo harías aunque no te pagaran? Ahí está tu futuro. El destino nos manda señales. La recompensa finalmente llega. En la madurez vemos el mundo de manera diferente. Solemos reírnos de nuestras locuras.

El contagio del ejemplo…

Un tío que vivía en México venía a vacacionar a la finca de mis abuelos. Traía una botella de ginebra y convivía con amigos y familiares. La tomaban con cocos y limón. Yo tendría 10 años. Me mandaban comprar otra botella. Un día probé un coco con bebida y me gustó. Cuando cumplí 18 años festejé mi cumpleaños con ginebra, cocos y limón. Los mayores me habían enseñado el camino.



El Cap.  VI del libro: "Te regalo 100 gramos de felicidad".

lunes, 14 de septiembre de 2020

 ¿Qué sucede con el mundo editorial?


José de Cádiz

Desde siempre los escritores han librado una dura y sorda batalla contra los editores. Es de sobra conocido que los autores escriben frecuentemente en la pobreza por estar supeditados a regalías de hambre que no les alcanza para sobrevivir. Digamos, que se ha dado una súper explotación del talento literario. Seguramente, porque los mismos creadores no valoran debidamente su trabajo. Tienen tanta urgencia en ver publicada su obra que no corrigen y pulen con responsabilidad. Siendo presa fácil de editores sin escrúpulos.
A escribir se aprende escribiendo y nadie se hace escritor de la noche a la mañana. Sin embargo, no es justo que reciban solo un diez por ciento de regalías mientras los editores se quedan con el 90% argumentando gastos de impresión. Afortunadamente, con la Internet han cambiado mucho las cosas. Ahora el autor puede editar sus propios libros.
Si un libro se va a vender lo hará en cualquier espacio. En El Metro, en la calle, o en la mejor vitrina comercial. Anualmente, se editan miles de obras que van a parar a la montaña del olvido. Todos los autores sueñan que su libro se convierta en un bestseller. Nadie quiere pasar desapercibido. Hay muchos factores en juego: La calidad de la obra, un tema novedoso, el talento, el título y hasta la buena estrella. De cada cien autores sólo tres llegarán a consagrarse. Es duro decirlo pero es la verdad.
Lo equitativo sería que el escritor recibiera el 70 por ciento sobre el valor de su libro. No obstante, hay docenas de editoriales virtuales que tampoco garantizan que un escritor reciba lo justo. Los editores tienen un ojo de águila para reconocer si una obra tiene potencial comercial. Sin embargo, se olvidan que todo el trabajo es del artista. Ellos únicamente lo publican. ¿A ello se deberá la actual crisis editorial?
En Amazon, por Ej., nunca te firman un contrato y tampoco le hacen publicidad a los libros. Diversos autores se quejan que no reciben las regalías verdaderas. Cuando eres víctima de un fraude ¿a quién vas a reclamar? Es muy difícil que un principiante tenga éxito con su primera obra. Ya sea por falta de oficio o porque no eligió el tema adecuado. Tal vez lo escribió a vuelo de pájaro. La distancia entre las preferencias temáticas del escritor y las necesidades del público es como de aquí a la luna.
Cuesta mucho trabajo escribir un libro de cierto valor. Novelistas, ensayistas, dramaturgos, y poetas entran en la misma cuerda. Se requieren concentración y disciplina. Una corrección minuciosa para ofrecer algo digno al respetable. Son pocos los autores altamente profesionales. La mayoría desean el reconocimiento inmediato sin la debida preparación. El fracaso puede ser estrepitoso. Hay quienes jamás vuelven a escribir.
Dicen que una obra bien escrita tarde o temprano encuentra editores. Los escritores que nacen aman su trabajo. Saben que no ganarán mucho a menos que sean famosos. Son felices leyendo y escribiendo. Saben alternar creatividad e imaginación. Si un libro tiene méritos hay posibilidades de convertirse en un gran éxito. Única forma de lograr el reconocimiento mundial. Un consejo editorial tomará en cuenta el estilo, el tema, la chispa, un título seductor, etc. De otra manera no darán oportunidad al novel.

Todos los libros nos enseñan algo, relevante o trivial. Los autores sueñan con cambiar al mundo. Es el mejor amigo en circunstancias difíciles. En la soledad no hay mejor compañía que un libro. Nos orienta, nos da ánimos o simplemente nos divierte. No hay libros inútiles pero sí escritores malos. Los libros virtuales jamás desplazarán a un texto en papel. La textura, el olor, y el título resultan inolvidables.
He aquí una parodia sobre las relaciones, no siempre cordiales, entre autores y editores. No es la experiencia de quien esto escribe, puesto que nunca he ofrecido mis libros a ningún editor. He tenido la fortuna de participar en dos antologías y la editorial nos fue a buscar a un taller literario. Se agotaron las tres ediciones. Esto me incentivó a seguir escribiendo. Aquí tienen una representación del mundo literario:
El escritor, Remigio Salinas, conversa animadamente con un editor. La cafetería es pequeña pero confortable:
--¿Entonces qué, señor López, cuándo me va a editar mi libro? --Pregunta Remigio Salinas al editor.
El empresario, se mesa los bigotes, y después de pensarlo un poco contesta:
--Cajm, cajm, por el momento no es posible Remigio. Verás, no hay presupuesto ni espacio. Pero te puedo anotar en lista de espera para el 2022. Chance y tengas mejor suerte. La editorial solo tiene en caja 5 dólares. En el último libro invertimos todo lo que había.
--¡Cómo así mi estimado editor! ¡Ni que vendieran tortas en El metro! Y eso de que me espere yo dos años ha de ser para ver si me muero en ese lapso.
--Pues, como lo oyes, esta semana no hubo ni para pagarle al personal de limpieza. A las secretarias les tuvimos que pagar con una antología que nunca se vendió. Por si fuera poco la piratería nos está haciendo estragos. Esos cabrones no dejan títere con cabeza. En la calle te venden hasta best sellers.
--¿Oiga, mi jefe, y dónde están las instalaciones de su editorial? Yo siempre lo veo a Ud. solito en este escritorio público. Me gustaría conocer la empresa y su proceso de imprenta.
--¡Por Dios Remigio qué desconfiado eres! Claro que existen las instalaciones. Mañana mismo te llevaré para que las conozcas.
Remigio sale de la cafetería bastante entusiasmado. Esa noche prepara sus cuentos hasta la madrugada. Por fin conocerá una editorial.
A otro día se encuentra con el editor en una calle aledaña del zócalo de la Cd. de México. Se saludan con mucho respeto. Mientras charlan animadamente el editor le pregunta:
--¿Qué traes en esa bolsa, Remigio?
--¡Ah, verá, son los cuentos que quiero que me publique! –contesta un tanto apenado.
--¡Caramba Remigio cuando menos cómprales una carpeta! Parece que andas vendiendo carrujos de marihuana. A ver, déjame ver de qué tratan. Vaya, ¡tenían que ser cuentos! Este género casi no se vende. Los poemas tampoco. ¿Por qué no te lanzaste a escribir una novela? Estas tienen más aceptación.
--Señor López, si escribir novelas no es comer cacahuates. Ese género es para los grandes y experimentados: Elena Poniatouska, , Mario Vargas Llosa, o Isabel Allende. La mayoría empezamos escribiendo cuentitos. ¿Ud. escribe también?
--No, Remigio, yo no escribo. Solo me dedico a publicar obras que prometen y a darle oportunidad al talento.
--¡Ah, caray!, ¿cómo quien dice a mí me ve frito y sin ninguna posibilidad?
--No, Remigio, no quise decir eso. Simplemente que te esperes un poquito. Por cierto, ¿qué buscas al publicar tu libro?
--¡Pues la mera verdad a mi me atraen la fama y los reflectores! ¡Tener millones de lectores! Que mis libros se vendan como pan caliente. ¡Entrevistas y viajes por todo el mundo! Mire que bien le va al Mario Vargas Llosa.
--Uuuuy, Remigio, casi no quieres nada. Para lograr eso tendrías que escribir puros best sellers. Son pocos los escritores que viven de sus libros. El público latino no lee y las editoriales están cerrando. Tal vez si te fueras a vivir a Francia o Inglaterra tendrías mayores posibilidades.

--Oiga, mi estimado, ¿y no hay alguna manera de agilizar el triunfo aquí en México? Haciéndole mucha publicidad a los libros. Exhibiéndolos en las grandes cadenas comerciales. Abriendo una cafetería con mis obras. Editándolas por mi cuenta.
--¡Claro que sí Remigio! Todo depende del interés que despierte tu obra. Juan Rulfo, alcanzó la fama con sólo dos libros. Claro que era un chingón el autor del “Llano en llamas”. Si eliges un tema original te funcionará la publicidad. Cuesta muy caro un spot en Tv pero puedes imprimir volantes y repartirlos en la calle. La publicidad corre por tu cuenta. Te voy a hacer una propuesta, ¿tienes algún dinerito guardado?
--Pues, la mera verdad no. Únicamente cuento con mi departamento que compré con mucho esfuerzo.
--Yo te voy a publicar tu libro apoyándote con el diez por ciento del presupuesto total. El otro noventa por ciento lo tendrás que desembolsar tú. ¿Qué te parece?
--¡Ah, caray! ¡Como quien dice le tengo que comprar todo el tiraje! ¿En qué consistiría su ayuda entonces?
--¡Remigio por favor no seas ingenuo! Yo te respaldo con el sello de mi editorial. Te preparo el camino hacia el éxito. Podrás exhibir tu libro en las ferias y poner un tendido en el zócalo. Hacer rifas en los camiones. ¿No dices que te gusta mucho la publicidad?
--Pues, sí, pero yo pensaba en una publicidad más sofisticada y no andar vendiendo mi libro en El metro. Me daría mucha vergüenza.
--Mira, vamos a las oficinas de mi editorial y allá platicamos más a gusto. ¿Te parece?
-- Excelente idea.
Se encaminan rumbo a EDICIONES SORPRESA, que es el nombre de la pomposa editorial. Llegan a un edificio de departamentos bastante modesto. En la puerta se lee el nombre de la misma. Remigio parece un niño de kinder que lo llevan a una feria. Entran a una enorme sala con dos cuartos pequeños. Remigio, pregunta al editor:
--Oiga, ¿me podría presentar al consejo editorial? Ardo en deseos de saber quien elige las obras para su publicación. También necesito platicar con los correctores de estilo. Ando muy mal en ortografía.
--¡No cabe duda que eres un chingón, Remigio! Aunque bastante precipitado.
El editor abre una puerta donde hay una mesa grande con varias sillas vacías. Las paredes pintadas de azul y tres anaqueles con libros.
El empresario, muy circunspecto, señalando con la mano expresa:
--Mira, Remigio, te presento al consejo editorial: Él es Andrés Ramírez, quien elige los libros para su publicación. Y Anita, con Cristina, las mejores correctoras de estilo. ¿Ves qué bonitas son? ¡Por favor sonríe!
--Perdón, pero yo no veo nada... puras sillas vacías.
El editor, sin inmutarse, se encamina a otra puerta donde le espeta frente a un escritorio y tres sillas:
--Mira, esta es Paty, mi secretaria, quien corrige el formato y los títulos. Y Catalina, con Julián, los mejores vendedores de libros. ¡Ten la bondad de saludarlos!
--¿¡!?

A estas alturas Remigio ya no tiene dudas que aquel tipo es un lunático. Tiene la intención de salir corriendo y olvidarse del asunto. No obstante, hace un esfuerzo por serenarse y mira de frente al editor. Éste, adivinando sus intenciones agrega:
--¡Pero, Remigio, eres escritor y no sabes que estás en el mundo de la ficción! Aquí todo es fantasía producto de la imaginación. Los personajes de tus cuentos también son ficticios. Nada de lo que escribes tú ni nadie es verdad. Todo lo inventan y se lo dan de beber al público. Así ha sido siempre desde La ilíada, de Homero, hasta Miguel de Cervantes con El quijote. ¿Por qué tendría yo que tener un personal de carne y hueso?
--Perdón, pero yo nada más quería conocer la editorial y su proceso de imprenta. Ya veo que todo es ficticio. Con su permiso me retiro.
--¡No, espera Remigio, no quiero hacerte perder el tiempo! Tienes una narrativa bastante insípida y trillada. Te aconsejo que vuelvas a reescribir tus cuentos. Elige temas que cautiven a las masas. Deben tener gancho y un enfoque filosófico.
--Señor, editor, solo soy un principiante y no puedo escribir como Cervantes ni como André Bretón. Cada quien hace lo que puede. ¿No le parece?
--¿Sabes lo que sucede Remigio? ¡Quieres tener éxito pero no quieres pagar el precio! No te has preparado y así nunca vas a pasar de perico perro. Jamás se fijarán en ti las grandes editoriales. Terminarás fracasado emborrachándote en alguna cantina.
Remigio, lastimado en su amor propio contesta iracundo:
--De acuerdo, señor "editor", pero Ud. tampoco es una perita en dulce. Bien que quiere cobrarme un dineral por un libro mal escrito. Y eso de que me apoyará con el diez por ciento de mi obra que se lo crea su abuela. La editorial es Ud. que es un vulgar impresor. ¡Un auténtico farsante!
--¡Óyeme, cabrón, fíjate bien cómo hablas! Si quieres proyectarte debes saber aceptar las críticas con serenidad. Si deseas un numeroso público debes conquistarlo a base de talento. Siendo barroco y simplista no vas a llegar a ningún lado. Tienes potencial pero te falta oficio. ¡Eres un neófito de las letras!
Remigio, replica cada vez más agresivo:
--¡Y Ud. es un vulgar mercachifles que nada sabe de literatura! Un hombre ccodicioso y sin escrúpulos. ¡No tiene dinero para apoyar a los noveles pero sí para publicar a los consagrados! ¡Mercenario de las letras!
--¡Mira, escritor de marras! No soy hermanita de la caridad. Esta es una empresa y no una casa de beneficencia. Sé perfectamente quién me puede hacer ganar dinero. Solo acepto libros corregidos y con potencial.
--¿De manera que para que me puedan publicar necesito ser Charles Dikens o Camilo José Cela? También ellos fueron principiantes y con numerosas fallas. Soñaron un día con llegar a la cúspide. Nadie nace sabiendo a menos que sea un genio.
--Es verdad lo que dices, pero ellos se preocuparon por aprender el oficio y escribían diariamente. Prueba de ello es que trascendieron. Remigio, de verdad, me caes muy bien y trato de ayudarte.
--¡Sí cómo no! ¡Si debo de "caerle muy bien"! ¿Se imagina como me trataría si le cayera yo mal?
--Por favor, serénate, y no seas tan agresivo conmigo. Aún puedo ayudarte si me prometes corregir tus cuentos. Pulir tu talento.
--¡Claro que los voy a corregir pero ya no los traeré a esta editorial patito! ¡Se arrepentirá de haber rechazado mis cuentos! Su editorial es tan ficticia como los demonios y los duendes.
--Lamento decirte, Remigio, que los duendes y demonios existen y deberías escribir un libro sobre ellos. Nunca los lleves a una editorial hasta haberlos corregido cien veces. ¿Sabías que Carlos Fuentes corregía sus textos 150 veces? Debes manejar tu oficio con maestría. Toma todos los talleres que puedas. La mediocridad no te llevará a ninguna parte.
Remigio pregunta:

--¿Y por qué las editoriales no le hacen publicidad a los libros? ¡Subestiman la promoción siendo un pilar fundamental del mercado! Si yo vendo pan y no lo anuncio nadie me comprará. Y me habla Ud. de mediocridad, ¡Por favor!
--Ya cálmate, Remigio, pensarán que te debo y no te pago. Ya te expliqué que la publicidad es cara. Ese carácter empléalo mejor con tus letras. Que tus personajes tengan fuerza.
--¡No me importa lo que piense U. ni nadie! Total, en Internet hay cientos de editoriales chafas como la suya. Pago el tiraje , editan mi libro, y lo lanzo al mercado. Con dinero baila el perro.
--¡Y luego le rezas al santo de tu devoción para que se pueda vender! ¡Ay Remigio! El negocio editorial está en crisis. Las librerías están cerrando. En fin, te deseo suerte. Un último consejo: escribe una obra que conjugue la parte artística y comercial. Sobre todo nunca pierdas la fe en ti.
--Y usted, sea más considerado con los principiantes. Pero le voy a hacer caso y corregiré mi libro mil veces. Escribiré una novela con un tema que nadie se haya atrevido. ¿Qué le parece un romance entre un terrícola con una venusina? ¿O prefiere un marinero con una sirena?
--¡Fabuloso! ¡Es una idea genial. Ese libro te llevaría a los cuernos de la luna. Posees una imaginación desbordante. Atrévete a recorrer caminos diferentes. Quebranta la apatía de los lectores. El público no lee porque no le gusta lo que encuentra. Sondea lo que quiere leer el respetable.
Remigio, se despide del editor ya más calmado. Tal vez el tipo tuviera algo de razón. Conocía su oficio y trataba de ayudarlo. Le estrecha la mano con displicencia. Con la mirada sentencia:
--Nos estamos viendo, señor editor.

Éste, lo mira de arriba abajo, consciente del impacto que sus palabras habían provocado en el principiante. El escritor sale a la calle y tira su manuscrito en una alcantarilla. Respira profundamente y se dispone a escribir un nuevo libro.





miércoles, 2 de septiembre de 2020

 Razas de Gatos: Bosque de Noruega - Bosque Noruego - Mascotas Foyel

Blanquita

José de Cádiz


Mi parcela está a 700 Mts de mi casa.   Hay árboles frutales y un venero de agua muy simpático.   En tiempos de sequía se agota el río y no tenemos agua.   Algunos colonos recurrimos a ese manantial para bañarnos.   En una ocasión se me hizo tarde por correr en bicicleta y llegué al venero bien sudado.   Para mi sorpresa encontré a cuatro gatitos blancos que al verme corrieron hacia mí.

Un cesto tirado a la vera del camino me hizo comprender su situación.  Los mininos estaban desesperados.  ¡Miau! ¡Miau! Y con su carita angustiada me decían: “¡Por favor, no nos dejes solos!”.  Sabía que si dormían en el campo cualquier sabandija los devoraría.  --¿Qué hago Dios santo? Mi esposa no se lleva bien con los gatos y, por si fuera poco, tengo una hermana que padece alergia.  

Caminé y los gatitos me siguieron...

Soy devoto de San Isidro Labrador, el protector de los agricultores, de la fauna y de la flora.  Me pregunté, qué hubiera hecho él en mi lugar.   La respuesta la tuve en el acto: se los llevaría.   Los metí en mi mochila y me fui a bañar.   Los gatitos son escurridizos y se salieron por una pequeña cobertura al enjabonarme.  Temían que los abandonara.  Les dije sorprendido, ¿quieren bañarse? Y les lancé una bandeja de agua bien fría.   Corrieron a sentarse como soldaditos sobre una piedra.

LAMINAS DE CARTONCILLO PLASTIFICADO | Arte de jesús, Catolico, Santos  católicosLe diría a mi mujer que los gatos blancos son de buena suerte.   Los tendríamos unos días y ya crediticios alguien se los llevaría.   ¡En verdad eran preciosos y parecían bolitas de nieve con sus ojos azules!  No los llevé a casa sino a un local comercial.  La algarabía de los niños al verme llegar con mis gatos no se hizo esperar.  Les serví un plato de leche bien caliente, pero comieron poco, acostumbrados a las tetas de su madre.  Los encerré en un cartón bien sellado. “Daniel, te encargo a mis gatos”, le dije a un vecinito.  Cerré las cortinas y me fui a cenar.  Más tarde regresaría.

Mi calle es transitada y de noche hay vendedores ambulantes.  Nunca pensé que los gatos se saldrían  a curiosear pues extrañaban a su madre.  Los chiquillos estaban felices jugando con ellos pero en un descuido a un minino lo mató un coche.  Otros dos corrieron con mejor suerte.  Me explicó Daniel: “¡Mi mamá se lo regaló uno a una señora que bajó de una camioneta y lo acarició!”.   --¿Y los otros dos? Le pregunté expectante--: “Uno se lo llevó Quique, el hijo de doña Trini, y el cuarto desapareció”. --¿Cómo que desapareció?, ¡pues ya no lo volví a ver! Contestó muy apenado.

20 Razas de GATOS BLANCOS - Lista Completa


Abrí mi local, muy afligido por el triste final de mis gatos.  Empezaba a tomarles cariño.  En una esquina un pequeño bultito dormía escondiendo su cabeza.  Era el más frágil y decidió no seguir a sus hermanos.  Una hembrita preciosa a quien le puse por nombre Blanquita.  Mi esposa está feliz con ella.  Mi familia la cuida y la mima.   Es la mascotita de mi casa.  Hasta los ratones han desaparecido.  Una cosa muy curiosa: los mata pero no se los come.



AL CALOR DE TU REGAZO José de Cádiz Abrázame fuertemente como cuando yo era un niño me arrullabas con dulzura y besabas con cariño Luego cua...