miércoles, 23 de septiembre de 2020


 Felicidad en adolescencia y juventud



José de Cádiz


Todos recordamos nuestro despertar sexual. La inquietante adolescencia. Cuando las hormonas no nos dejaban en paz. A los 13 o 14 años empezamos a vivir. ¿Recuerdas cuando suspirabas por ese chico, o chica, que te gustaba en la escuela? ¡Cuando mirabas de reojo a la maestra de biología porque estaba bien proporcionada! Como abrir la válvula de una fuente.

La mayoría descubrimos esas sensaciones por instinto. En América latina no hay escuelas que nos eduquen en ese sentido. En plena era digital es más fácil que un niño descubra la pornografía que ilustrarse sexualmente. En climas tropicales hombres y mujeres maduramos prematuramente. En el colegio nos dan un pequeño bosquejo del tema. Nos reflejamos en la sexualidad de los demás comportándonos como animalitos en celo.

La pubertad es el inicio de la vida adulta. Empiezan las obligaciones en serie, la academia, el hogar, los sentimientos. Frecuentemente, nos tomamos la vida como una fiesta. Las bromas, el cine, los cuates. Padres consentidores y maestros gruñones. El adolescente solo quiere divertirse y comprarse el móvil más moderno. La época del descubrimiento y exploración. Videos prohibidos, charlas picantes, masturbación. Sin embargo, nada de eso conlleva a la felicidad verdadera. La dicha poco tiene que ver con el sexo.


¿Cómo reaccionan los púberes ante la frustración?

Con rebeldía y desafío. Sienten que los adultos se confabulan para impedirles ser felices. Les marcan el paso o les exigen demasiado. Sus padres los impulsan a forjarse un porvenir. Una edad peligrosa cuando se carece de la orientación adecuada. Época de profundos cambios emocionales. Si el joven recibió una buena formación se alejará de los vicios. No ignora que conllevan al desastre. Finalmente, es la madre quien nos educa. El padre solo es el proveedor.

Si el jovencito (a) tiene metas definidas terminará una carrera. Si no las tiene abandonará sus estudios al primer tropiezo. Un fracaso amoroso puede dejar su autoestima por los suelos. A esa edad confundimos fácilmente el amor con la pasión. Nadie está maduro para el matrimonio. Hay miles de madres y padres adolescentes desobligados.

¿Se es feliz en la adolescencia?



Como todo en la vida. Hay alegrías y sinsabores. Comprarse un vaquero, ir al cine o una tardeada no es encontrar la dicha. Hay otros caminos que conducen al río de la buena fortuna. Necesitamos darle sentido a la existencia. Unos padres que nos guíen con amor; que nos corrijan cuando es necesario. A esa edad nadie sabe lo que quiere.

Quien ama a sus padres y los obedece encuentra la dicha. “Honra a tu padre, y a tu madre y recibirás bendiciones”, dice la Biblia. El hijo cariñoso verá realizados sus sueños. Tendrá éxito en todo lo que emprenda. Si tuvo buenos ejemplos, eso mismo trasmitirá a sus hijos. Hay quien elige la delincuencia por convicción. Otros por imitación.

¡La inquietante y arrolladora juventud!

Quizá la época más bonita es la ardiente primavera. Entre los 20 y 36 años aproximadamente. Pasa vertiginosamente pero nos deja un grato sabor de boca. La edad de la exploración, ¡del baile!, las copas y nuestra primera experiencia sexual. Mi madre me dijo un día: “La juventud es muy breve y debes vivirla intensamente”. En aquel momento no comprendí su filosofía hasta que maduré. La vida es corta y las etapas no se repiten. Tiene curvas y rectas que debemos afrontar. La edad del espejismo color de rosa.

A la juventud la rige el planeta Venus.

El atractivo sexual es demasiado fuerte y la mayoría nos enamoramos. Nos deslumbra lo estético y armonioso. Venus, gobierna la belleza, el romance, la virilidad, la paz y prosperidad económica. Los rasgos se traen en los genes pero también tienen un origen karmico. Me explico: si somos generosos y destilamos amor eso reflejará nuestro rostro. La mirada dice lo que somos en esencia. Es cierto, “los ojos son el espejo del alma”.

Ahora bien, una persona es tan joven como se sienta. Hay maduros que tienen chispa y una energía desbordante. Son quienes alegran las fiestas y su optimismo es contagioso. Generalmente, son líderes y poseen un aura luminosa. En el lado opuesto hay jóvenes que parecen viejos a los 30. Cuando estamos enamorados el atractivo aumenta. Nos da lozanía y firmeza. El amor y el dinero no se pueden ocultar.

Las personas perversas reflejan todo lo contrario. Todos conocemos a alguien cuyo rostro muestre rasgos de cinismo o criminalidad. La belleza es un pasaporte diplomático que te abre muchas puertas. Cultivémosla. Lamentablemente a los seres humanos nos deslumbra lo externo. Pocas veces reparamos en un corazón generoso. Una chica bellísima llega a cualquier salón y se impone. En las agencias de empleo influye mucho el aspecto físico. Se fijan menos en la inteligencia o el talento que en el porte.

Hay cuatro virtudes dignas de admiración: El valor, la nobleza, el talento, y inteligencia. La belleza es efímera y se va con la juventud. Lo único que queda es el perfume del alma. Las buenas obras que nos llevamos en el momento final. El cuerpo más hermoso se marchita como una flor. Personajes hay que explotan muy bien su físico: Actores, modelos, gigolós.

¿Existe la fuente de la eterna juventud?




En las montañas del Tibet hay un monasterio cuyos monjes representan la mitad de su edad real. Personas de diferentes nacionalidades llegan en busca de la longevidad. Seres mental y sexualmente disciplinadas. Viven en contacto con la naturaleza y practican la meditación. Hacen yoga y son vegetarianas. La senilidad llega por los orgasmos repetidos. El cerebro es el máximo órgano sexual y está facultado para controlar el placer. Hombres y mujeres disolutos envejecen pronto. La eyaculación es la muerte del placer. Practiquemos una sexualidad trascendente. Fortalece nuestras células y neuronas y nos rejuvenece.

La testosterona: hormona de la juventud.

Mientras el organismo la produce el deseo y atractivo no se pierden. Todos poseemos núcleos masculinos y femeninos. Testosterona (hormona masculina) y progesterona (femenina). El hombre posee 46 cromosomas. El sexólogo norteamericano Robert Thonsomp afirmó: “El hombre es por naturaleza casi un desequilibrado sexual”. Sus preferencias sexuales pueden variar. Puede enamorarse de un hombre o una mujer. No significa que todo mundo sea gay. En el varón prevalece su masculinidad y en las damas su feminidad. La naturaleza tiende a encontrar el equilibrio.

¿Extraviamos el arcano de la juventud?

El hombre posee el gen de la longevidad. El viejo testamento habla de hombres que vivieron 600 o 900 años: Adán, Noé, Matusalén, Enoch, etc. Gradualmente, se fue reduciendo la edad hasta llegar a míseros 80 años. Moisés, todavía vivió 120 años. El Génesis, menciona el árbol del conocimiento del bien y del mal. Adán y Eva practicaban una sexualidad trascendente. Dominaban la naturaleza y conversaban con los ángeles. Dios no les prohibió besarse ni acariciarse. Cuando la serpiente tentó a Eva empezó la decadente fornicación: precisamente la eyaculación. Entonces fuimos condenados a muerte. “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente”. “Parirás a tus hijos con dolor”. Por haber comido del árbol prohibido. ¿Qué necesidad había de fornicar viviendo en el paraíso?

El Tantra y la recuperación del edén.




El semen es la energía más sutil que el organismo elabora. Ahí se encuentra la fuerza del espíritu santo. Conforme se pierde la próstata y el cuerpo se debilitan. Atletas y caballos de carreras los mantienen abstemios antes de una competencia. El oro potable nos brinda lozanía y firmeza. A ello se refieren los alquimistas cuando dicen transformar el plomo en oro. La fornicación es el camino a la muerte. Recomiendo la obra: “El matrimonio perfecto”, de Samael Aun Weor. Lo puedes Googlear.

En el tantrismo el placer no está prohibido. Al contrario, lo prolonga. En la era de Acuario hay hombres y mujeres que lo practican. Estrellas de cine, deportistas, académicos, metafísicos, iniciados. Mantiene el fuego sexual toda la vida. Por el sexo caímos y por el tenemos que levantarnos. Entre los orientales está muy difundido este conocimiento. En occidente recién está saliendo a la luz. Aquí te revelo el secreto. Practícalo con una sola pareja y verás resultados. El adulterio es abominable a los ojos de Dios. Veinte años de experiencia me autorizan para hablar del tema.

Mi primera experiencia sexual.

Yo tenía 17 años y mi primera novia 15. No sucedió nada interesante. Quiero decir, intenté seducirla pero la asusté con mis impulsos. Con la segunda, las cosas fueron bien diferentes. Era una chica de armas tomar. El tipo de mujer que me gusta. Ambos teníamos 19 años. En una cafetería me encontraba solo tomando una malteada. Una chica llegó y desde la puerta me miraba insistentemente. Yo escuchaba la música que otros jóvenes habían puesto en una grabadora. La jovencita me abordó:

--¿Estás solo?

--Sí.

--¿Puedo sentarme?

--Claro.

Le invité una malteada y charlamos de todo un poco. Vino la consabida pregunta, ¿tienes novia? Le dije que no y contestó que ella tampoco tenía novio. Cuando una mujer le gusta un hombre es capaz de todo. Me dijo que le atraía y que iniciáramos un noviazgo. Nos despedimos y me olvidé del asunto.

A los dos días fue a buscarme a mi domicilio. Un primo me dijo: “te buscan”, le pregunté que quién y agregó: “dice que eres su novio”. ¡Ah caray! Se me había olvidado completamente aquel romance. Me esperaba con jeans nuevos y una blusita apretada. Oscurecía. Caminamos por una calle solitaria. La invité al río.

La corriente era abundante. Había luna llena. Nos desvestimos quedando en ropa interior. Para ser la primera vez fue un paso demasiado atrevido. Me besó.  En plena excitación le pregunté:




--¿Has tenido relaciones?

Contestó sin cohibirse:

--Sí.

--¿Con quién?

--Con mi último novio, se llama Luis Daniel. Lo conoces, vive cerca de tu casa.

En efecto y además era mi compañero en la prepa. Me agradó su franqueza. Finalmente yo no sería el primero. ¡Pero yo era virgen y ella no! Dejé que las cosas transcurrieran normalmente. Contemplé la arquitectura de una mujer. Iniciamos una relación pero insistió en casarse conmigo y le tuve que decir adiós. El matrimonio no estaba entre mis planes.

A veces nos enamoramos de la persona equivocada. Las mujeres son más decididas que los hombres. Los casanovas opinan que no hay nada más abrumador que una mujer enamorada. Hay hombres que se suicidan por amor como el poeta Manuel Acuña. Se mató a los 24 años. Estudiaba medicina y amaba entrañablemente a Rosario de la Peña. “Nocturno a Rosario”, es una poesía donde narra la pasión que lo devoraba. ¡Es verdaderamente explosiva!

“El hombre es más fuerte cuando está solo”. Ibsen.

No debemos depender emocionalmente de nadie. Ni encadenar nuestra felicidad con la pareja. Nadie está exento de la tristeza. Disfrutemos de la compañía y la soledad. Llegamos al mundo solitos y retornamos de igual manera. Un matrimonio que vive peleando debe separarse. Es más complicado cuando hay hijos. Los anticonceptivos son elementos valiosos.

Cuando una mujer expresa: “sin ti ya no puedo vivir”, se engaña a sí misma. Antes de conocer al tipo vivía tranquilamente. No era una prioridad en su vida. El amor es ciego porque ve únicamente cualidades y no los defectos. El cortejo amoroso es eso: enamora-miento. Nos arreglamos más de lo debido y ocultamos nuestra personalidad. Debemos mostrarnos tal cual somos. Finalmente nos conocerán.

Errores de juventud…



Casarse apresuradamente. Cuando el deseo se impone viene el desengaño. Al poco tiempo se separan porque no hubo amor. Los dos buscan otra pareja. No debemos pensar que podemos cambiar al ser amado: “Mi chico es drogadicto pero casándonos él cambiará”, piensa ella. “Mi novia tiene mal carácter pero yo la dominaré con este miembro”, opina él. La verdad es que no podemos cambiar a nadie. Solo cambiarnos a nosotros mismos.

Atraemos lo que llevamos dentro. Un alcohólico convive con prostitutas. Los estudiantes inteligentes se rodean de académicos. Los narcos contratan gente del bajo mundo. Un cantante convive con otros artistas. Un místico atrae a seres de luz. Un individuo honrado no se junta con ladrones. Sus principios no se lo permiten.

“Un nivel del ser atrae a otro nivel del ser”.

Nos atraen personas mentalmente semejantes. Sucede que ya nos habíamos conocido en otras vidas. Quizá fue nuestro padre, esposa, amigo, discípulo, etc. El destino nos reúne nuevamente para saldar un karma o continuar nuestra evolución. Los amigos son un tesoro invaluable. No debemos hacerles daño ni ser un obstáculo para su felicidad.

Nada hay más valioso que un corazón tranquilo. En un mundo caótico donde hay tanto sufrimiento. La fe puede mover las montañas. Nos pone en contacto con la espiritualidad. Es mejor una persona con fe que sin ella. Todas las religiones tienen una misión que cumplir: aproximarnos con Dios. “Si la imagen de Dios se desvaneciera de nuestras mentes lentamente dejaríamos de ser humanos”, Francis Bacon.

El momento más feliz de mi juventud.

Cada quien tendrá su propia opinión y es válida. Lo que a unos hace dichosos a otros infelices. Me he enamorado dos veces. En la universidad era muy popular porque me gustaban las fiestas. Nos decían, “los guapos del C”. Hacíamos tardeadas y nos íbamos de pinta. Me escribían letreros picantes en los baños. También poemas de amor. Me encantaba irme de excursión al campo. Bailar y beber.

Actualmente ya no tomo. Soy inmensamente feliz con la mujer que amo. Me siento realizado haciendo lo que quiero: leer y escribir. A mis fans les dejo bien claro que soy casado. No me interesa la aventura ocasional. Necesito estabilidad y equilibrio. Practico yoga y otras disciplinas. Nunca pienso en el dinero cuando escribo. Me interesa ayudar al prójimo. Disfruto la música y la naturaleza me fascina.



El camino que conduce a la luz.

Todos necesitamos orientación cuando nos sentirnos confundidos. Leo de todo: filosofía, historia, arte, novelas, poesía, la Biblia. Religión viene de Religare: religarse con Dios. Alejémonos de las personas nocivas porque “El que con lobos anda a aullar se enseña”. Busquemos amigos moralmente disciplinados. Dicen que la inteligencia y el talento se contagian.



La juventud es tan fugaz.

Para desgastarla en conflictos y odios. Es el momento ideal para elegir un oficio. ¿Qué es lo que más te gusta hacer y lo harías aunque no te pagaran? Ahí está tu futuro. El destino nos manda señales. La recompensa finalmente llega. En la madurez vemos el mundo de manera diferente. Solemos reírnos de nuestras locuras.

El contagio del ejemplo…

Un tío que vivía en México venía a vacacionar a la finca de mis abuelos. Traía una botella de ginebra y convivía con amigos y familiares. La tomaban con cocos y limón. Yo tendría 10 años. Me mandaban comprar otra botella. Un día probé un coco con bebida y me gustó. Cuando cumplí 18 años festejé mi cumpleaños con ginebra, cocos y limón. Los mayores me habían enseñado el camino.



El Cap.  VI del libro: "Te regalo 100 gramos de felicidad".

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