José de Cádiz
Para nadie es un secreto que esta empresa está en franca decadencia. Tiene 67 años de lucrar con la ignorancia de
los mexicanos. Tuvo su nacimiento,
esplendor y decadencia. Desgraciadamente, sus directivos no tuvieron la visión para transformarla.
Entre sus principales fallas están: políticas de entretenimiento anquilosadas y reiterativas. Tratar mal a
sus actores, conductores y técnicos, pagándoles sueldos de hambre. En el peor de los casos los veta o los corre sin
la debida remuneración. Hay otras
diez razones de peso:
1.- Desde su fundación, en 1950, tuvo como objetivo ser
comparsa del sistema. Miguel Alemán Valdés, un ex presidente
ladrón (1946-1952), era amigo íntimo de Emilio Azcárraga Vidaurreta, padre.
Tanto la XEW, transformada posteriormente
en Televisa, se codearon todo el
tiempo con el poder y despreciaron las audiencias. Más aún, fueron
creadas exprofeso para apuntalar un régimen espurio, el PRI.
2.- La política de Televisa es: "al pueblo denle pan y circo para
tenerlo contento", una estrategia romana para controlar a las masas.
Jamás pensaron educar a México con programas edificantes y
propósitivos. Obviamente, la nación se
hartó de tanta enajenación y mentiras. La
población de hace 50 años era ignorante y borrega. La actual es universitaria y crítica.
3.- En
su afán por mantener una alianza con el Estado no le importó manipular la
verdad en sus noticiarios. Hace 40 años México tomaba como verdades tácitas
las afirmaciones de Televisa. Actualmente, hay una generación despierta que
exige calidad informativa y recreativa.
4.- Emilio
Azcárraga Milmo, “digno” sucesor del clan, pensaba erróneamente que a base de futbol, telenovelas, y reality shows tendría
bajo control la mentalidad de los mexicanos.
Craso error. No tomó en cuenta el
futuro de la era digital y animadversión de cientos de comunicadores hablando
mal de narco-Televisa. Toda energía tele-dirigida tarde o temprano se revierte. Pretendieron congraciarse con su “Teletón”, que si bien ayuda a los demás,
es otro gran negociazo.
5.- Desgraciadamente, Emilio Azcárraga jean es otro sucesor inculto y cretino. En su discurso no brilla precisamente por su
inteligencia ni por su talento. Una persona ignorante que por dinero ha
llegado a incursionar en el negocio de las drogas. ¿Recuerdan las 7
camionetas de Televisa incautadas con drogas en Nicaragua? Sus conductores dijeron
claramente que Amador Narcia, Joaquín López Dóriga, y Azcárraga
Jean eran sus jefes. Obviamente, supieron acallar el escándalo de la prensa y del poder
judicial.
6.- Tenemos una nación pujante por
cambiar los moldes de la televisión actual. Actores, empresarios, escritores, artistas en general han venido
protestando sobre la degradación y servilismo de Televisa. Por supuesto, Tv azteca y Ricardo Salinas Pliego siguieron el mismo camino. Afortunadamente, existen en México canales
cien por ciento culturales: Tv UNAM, canal
22, canal 11, Imagen que aumentan
su teleaudiencia con propuestas novedosas.
7.- Nos dice la ley de la dialéctica:
"Renovarse o morir", es
la clave del cambio y de la permanencia. No todo se compra con dinero y existen otros
valores éticos que mantienen el núcleo familiar. Es claro que a estos empresarios no les
interesa una apreciación filosófica de la realidad. Son demasiado
lerdos y metálicos para visualizar el futuro de ambas empresas.
8.- Es claro que películas como: "La dictadura perfecta", "La ley de Herodes", "Todo el poder", han contribuido a
despertar a México de su letargo. También documentales estilo: "Presunto culpable", o "La verdadera noche de Iguala", han
desmentido las afirmaciones de Televisa sobre crímenes de estado. Lo peor fue entronizar en su pantalla a un presidente mediocre que aceleró su hundimiento: Enrique Peña Nieto. La factura que paga actualmente Televisa
es demasiado cara.
9.- Esta empresa piensa equivocadamente
que por tener una mayor penetración puede mentir o destruir impunemente. No se percata que poco a poco ha despertado
al dinosaurio dormido. Un auditorio informado que se volvió en su contra y le hace un ajuste de cuentas. Crece el rechazo hacia las basuras de
Televisa que tanto dañan a México.
10.- Finalmente, quien manda es el
teleauditorio y no una empresa mediocre y convenenciera que cavó su
propia tumba. Actualmente, jóvenes
y maduros nos informamos en Internet.
Existen mil maneras de conseguir programas de calidad y veracidad
informativa. En esta era digital los
medios que NO pongan su tecnología al servicio de las masas quedarán rebasados
por los defensores de la libertad de expresión. Así lo dicta la Nueva Era de Acuario. “El
que tenga oídos que oiga”. “El que tenga ojos que vea”.
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