SÚPER ESTRELLA
"El don de la estrella", es el título de un libro de Oug Mandino, y Buddy Kalle, verdadera prosa poética y uno de los mejores en su genero. Habla de dos niños huérfanos, mujer y varón. El pequeño, llamado Pedar, nació con talento para escribir. Un día publica un cuento en la escuela y su maestro, impresionado, lo impulsa a seguir adelante. Les propone a sus padres que le ofrezcan libros para su desarrollo. "Los grandes talentos necesitan libros. Pedar, llegará a ser un gran escritor. Una cosa rara en medio de nuestro pueblo".
La necesidad obliga a los niños a intentar conseguir una estrella para protegerse del invierno. Cuando volaban un papalote la estrella llegó hasta ellos. Trataron de ocultarla para evitar ambiciones y envidias de vecinos. Debido a su luminosidad, no pudieron hacerlo, entonces decidieron subirla a un árbol para que alumbrara a toda la comunidad. Sabia decisión. El libro nos da una idea de la función de una estrella: iluminar el camino.
Súper estrellas a través de los siglos.
Una luminaria brilla por su belleza, cierto, la hermosura es un cheque al portador que a todos nos seduce. Tiene que tener otras cualidades que la complementen para merecer ese calificativo. Poseer talento, inteligencia, sabiduría, o buenos sentimientos. Porque una estrella, en todos sentidos, es la que guía, orienta, muestra el camino. Una estrella guió a los reyes magos en belén para llegar al mesías. Una estrella guía a los marineros para llegar a su destino. Una estrella es la que nos abre los ojos y muestra la verdad de las cosas: Moisés, Jesús, Noé, Salomón, Confucio, Platón, Sócrates, Pitágoras, Saint Germaín, son un claro ejemplo.
Estrellas legendarias que han dejado su huella también: Mahatma Gandhi, el astro revolucionario partidario de la no violencia. La madre Teresa de Calcuta, lo es, y todos conocemos su obra. Otra característica de las súper estrellas: Son inmortales y siguen brillando en forma refulgente a través de los siglos. Jesús de Nazaret cada día brilla más con su mensaje de amor. Sidharta Gautama, El buda, también, ambos precursores de una gran doctrina. Albert Eintein, el genio del siglo XX, quien demostró que no existe el tiempo ni el espacio, todo es relativo.
Estrellas rutilantes que ofrendaron su vida por otros son los héroes: Miguel Hidalgo, Simón Bolívar. Emiliano Zapata, José Vasconcelos, José Martí, Benito Juárez, Abraham Linconl, Che Guevara, Martin Luther King, por citar algunos ejemplos. Todos han trascendido con su obra y con sus ideas intentaron liberar a sus pueblos. Viven en el corazón de a quienes sirvieron.
Estrellas rutilantes en todas las ramas del arte: Diego Rivera, Frida Khalo, Goya, Miguel Ángel, Leonardo de Vinci, María Calas, Plácido Domingo, Oug Mandino, Mozart, Bethoven, Miguel de Cervantes, Shakespeare, Octavio Paz, Gabriel García Marques, entre miles que admiramos a la distancia.
Una leyenda china afirma que todos tenemos una estrella y que algunas brillan más que otras. Partiendo de la idea que todos tenemos alguna habilidad. Un talento que no lo posee nadie más. De nosotros depende que brille o languidezca.
Las estrellas del mundo del espectáculo.
Las hay en el terreno del cine, música, danza. La mayoría son encantadores, poseen un gran talento, e inteligencia, de otra manera no lo serían. Podrán ser vedetts, animadores, contorsionistas, o cualquier otra cosa pero jamás luminarias. Estrellas inolvidables por su legado: Serguei Einsestein, Luis Buñuel, Carlos Gardel, Isadora Duncan, Sonia Amelio, Indio Fernández, Franco Zefirelli, Greta Garbo, Marlene Dietrich, Dolores del Río, Charles Chaplin, Sofía Loren, Briggitte Bardot, Rodolfo Valentino que dejaron una obra que los hace irrepetibles. No eran seres perfectos pero sus virtudes eran mayores que sus defectos. Fueron los mejores en su ramo. Estaban obligados a mostrar una conducta ejemplar, por la sencilla razón, que el vulgo, el populacho tiende a identificarse con ellos. Por lo mismo no se puede considerar súper estrella a un rockero drogadicto, a un futbolista borracho, o a un boxeador violento. Sus fans mal harían en seguir su ejemplo.
Estrellas verdaderas en México.
Siguen siendo recordados y admirados: Jorge Negrete, Pedro Infante, María Victoria, Pedro Armendariz, Elsa Aguirre, Javier Solis, Andrea Palma, Agustin Lara, Toña la negra, Pedro Vargas y un largo etc. No podemos concebir a una estrella que se vista como vago, sea drogadicto, adúltero, escandaloso, embustero, trepador, malagradecido, y que tenga todos los defectos del mundo. Podrá tener algunos, sí, pero sus talentos brillarán más que sus vicios.
Se habla mucho de una persona destacada en su trabajo: El vendedor estrella, la secretaria estrella, el reportero estrella, y se refiere obviamente a la excelencia con que ejercen su oficio. Un artesano, un comerciante, un empleado público pueden brillar como nadie. Una madre de familia, un profesor, o padre responsable, puede merecer ese calificativo con sus proezas.
Desgraciadamente, la Tv y demás medios, nos han vendido un concepto equivocado de "estrellas". Consideran que serlo es ser popular, salir en la tele, desnudarse por dinero, ganar un concurso, hacer una telenovela, tener una cancioncita en redes. Pues no, señores, la popularidad la puede lograr cualquiera. La trascendencia muy pocos. El que aspire a ser estrella debe servir, amar, o inspirar a los demás como requisito sine qua non.
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