miércoles, 10 de noviembre de 2021

 

Universidades para ser feliz

 

Cádiz  Molina

 ¿Te matricularías en una universidad que enseñara materias para encontrar la felicidad? En realidad no las hay.  Aunque la necesitamos como las flores al  Sol.  Como los bosques a la lluvia.  Con profesores especializados y con mucha empatía.  No se parecerían en nada a las escuelas actuales.  Catedráticos expertos en filosofía y  Metafísica.   Ética y moral.  Sí. Ya sé que la idea suena descabellada, utópica o hasta fantasiosa.  Es una propuesta novedosa y vanguardista que romperá los cánones establecidos.  Muchas personas se inscribirían.  Yo, entre ellas. Podríamos evitar suicidios, frustraciones, desengaños amorosos.  Una especie de panacea contra todos los males. 

Producimos cambios físico-químicos.

Según el aprendizaje nuestras glándulas y neuronas cambian.  La dopamina y serotonina (hormonas de la felicidad) las producirían nuestro cerebro como abejas a la miel.  Desde hace siglos académicamente tenemos grandes carencias.   En Inglaterra, Francia, y EE.UU existen facultades de astrología donde se aprende esta ciencia milenaria.  La primera conocida por el hombre y de la cual derivó la astronomía.  Desde los albores de la humanidad todas las culturas la investigaron.  Tampoco hay escuelas para aprender a ser papás o mamás.  Tendrían gran éxito y los futuros padres educarían bien a sus hijos.  Evitarían que tomaran caminos equivocados y disminuiría la delincuencia juvenil.



Necesitamos otra dinámica de la enseñanza.

Todos quisiéramos tener éxito en nuestro oficio o profesión.  En lo que nos gusta y apasiona.  Lo que realizamos con amor sin importar el sueldo.  En mi caso, como literato, leer y escribir.  No hay nadie que no aspire a ser afortunado.  La primera regla es dar y recibir amor por ley de reciprocidad.  Tener a la pareja ideal.  Vivir holgadamente y sin premuras económicas (no hablo de fortunas).  Si careces de metas a corto o mediano plazo nunca lograrás el éxito.  Sin importar que sean pequeñas debes cumplirlas. Te sentirás satisfecho.  Si buscas el camino a la felicidad atrévete a dar  el primer paso.

La ausencia de escuelas con propuestas novedosas.

No hay razones para qué no existan escuelas para encontrar la dicha. Gobernantes y eruditos no le dan la debida importancia.  Los científicos obsesionados con sus postulados obsoletos no creen en nada que no estudien con los sentidos físicos.  La dicha es subjetiva y al igual que las emociones y la telepatía no se tocan.  Nos educaron con prejuicios limitantes en una sociedad que desconoce otros planos de conciencia.  Vivimos en la III dimensión pero ignoramos que existe la IV y la V.  A lo largo de la historia grandes hombres de ciencia han accedido a ellas: Nicolás Tesla, Albert Einstein, Tales de Mileto, Nicolás Copérnico, Johanes Kepler, Galileo Galiley, Isaac Newton por mencionar algunos.  Recibían sus fórmulas inspiradoras  durante el sueño (en cuerpo astral) y seres inefables los asistían.  Trabajaban en armonía con el reino humano y la naturaleza.  De esa manera se inspiraron artistas de la talla de: Mozart, Bethoven, Pitágoras, Miguel Ángel, Leonardo de Vinci, Miguel de Cervantes, Shakespiere.  Les encantaba escalar montañas y emprendían largas caminatas al aire libre.



¿Podemos aprender desde otras dimensiones?

Desde luego que sí.  Quien quiera puede acceder a la sabiduría de los grandes maestros.  En la  universidad propuesta se enseñarían materias especificas y no únicamente las ya conocidas.  Aprenderíamos con los grandes filósofos cara a cara.  Ellos se encuentran en la V dimensión o cuerpo espiritual.  Ahí donde están los mayas, olmecas y otras civilizaciones prehistóricas.  Lo primero que aprenderíamos sería a cuidar  el planeta.  Somos parte de un todo en el macrocosmos.  Estos pensadores nos han aportado interesantes reflexiones.  Profetas que nos han mostrado el camino.  Los requerimos en esa nueva universidad.  Sin embargo, como niños malcriados, nos resistimos al conocimiento superior.  Dicen que la ignorancia es el pecado más grave de la humanidad.



El alma busca siempre la elevación

En esta o en otras vidas lograremos liberar nuestra conciencia porque es nuestro destino.  A eso venimos al mundo.  Nos guste o no.  Nacemos con perfecta salud, inteligencia, un físico extraordinario que es la máquina perfecta.  Nada impide nuestro crecimiento interior.  Cuando reconozcamos el Cristo Interno (chispa divina) que todos llevamos dentro seremos candidatos idóneos a la felicidad.  Podremos accionar nuestros chacras situados en el plano etérico.  Meditando y orando con música adecuada.  La músico  terapia es un  realidad  Despertaremos poderes y un magnetismo especial.  Viviremos una sexualidad poderosa y trascendente.


Los escritores hablan de lo que saben.

Escribiendo este libro investigué todo lo referente al tema.  Me encontré en Internet abundantes cursos “para encontrar la felicidad”.  La Web es un gigantesco mercado donde  todos quieren hacer negocios.  Ven las redes sociales como una gran oportunidad de hacerse ricos.  Muchos llegan a serlo indudablemente y son muy hábiles.  No obstante, hay un alto  porcentaje de timadores que engañan y explotan incautos.  En las redes sociales hay prostíbulos disfrazados de agencias de modelos.  Vendedores de autos robados, ropa, calzado usado, drogas, muñecas sexys, música, ninfomanía, homosexualismo, sexo virtual, brujería, chippendales, etc.  La Internet es un gran  oligopolio y debemos tener cuidado.  Comprar ahí es tan riesgoso como adquirir un lote en la  Luna.  La misma Facebook te tima con una publicidad  engañosa.  Proliferan las denuncias en su contra en diversos reality shows.  Por Ej., Rocío Sánchez Azuara con "La tercera en Discordia".  Doctora Ana María Polo en "Caso cerrado".


La felicidad se  encuentra en la búsqueda y no en asirla con las manos.

No la encontramos  llegando a la cima del Everest sino en las peripecias del camino.  Es la aventura de recorrer montañas de hielo lo  que nos brinda la emoción y entusiasmo para seguir adelante. ¿Recuerdan la historia del gusanito que se propuso escalar la montaña más alta? Pues bien,  el  gusanito murió en el camino pero llegó a la cima convertido en una  crisálida de  la cual surgió una bella mariposa.  El invertebrado cumplió su sueño.



Seminarios para ser feliz muy caros.

Los anuncian gratis pero en realidad no lo son.  Utilizan una promoción engañosa como gancho.  Te dan una leve introducción al tema y enseguida aparece una ventanita: “el curso cuesta 500 dólares”, por supuesto debes inscribirte. Obviamente no te garantizan nada e inviertes tus ahorros o patrimonio. No toman en cuenta que el 75 por ciento de los seres humanos no son ricos. Comprar en dólares o euros es un descalabro económico enorme.  Cursos que abordan la antropología, el desarrollo personal, y la inteligencia emocional. Dividen la felicidad en 4 fases. Resumimos las 7 características para encontrar la dicha:

1.- Aprender a valorar lo que nos rodea y mostrarnos agradecidos por ello

2.- Centrar nuestra atención en los aspectos positivos

3.- Disfrutar del aquí y ahora

4.- Enfrentar los problemas con una actitud positiva y resiliente

5.- Potenciar el autoconocimiento y la inteligencia emocional

6.- Fortalecer nuestra autoestima y la confianza en nuestras capacidades

7.- Reajustar nuestras expectativas a las circunstancias

8.- Aprender a ser tolerantes y liberarnos del pasado

 

Universidades conocidas que imparten diplomados para la felicidad.


Harvard, Yale, UC en Berkeley,  California, y otras de Europa imparten diplomados para ayudarte a ser feliz.  Tienen mucho éxito entre sus alumnos.  Solo la universidad de California, los ofrece gratis, con la que llaman: Ciencia de la felicidad.  Dedicaremos un capítulo especial.  Las otras universidades tienen un presupuesto oficial elevado y sin embargo no son gratuitos.  Cobran muy caro sus seminarios.  “Time is money”, opinan los anglosajones.  ¿Acaso desconocen que el altruismo es la primera regla para encontrar la dicha?, lo afirman Aristóteles y El buda.  Es como venderle a un indigente un billete de lotería sin sacarse el premio. Resulta paradójico y contradictorio vender un curso “para encontrar el júbilo”.  La idiosincrasia del tema invita a la generosidad.  El conocimiento lo recibimos gratis y debemos entregarlo igual.  En metafísica hay una máxima que reza: “Si quieres conservarlo tienes que darlo”  Lo sabe cualquier estudiante gnóstico o rosacruz.

¿La felicidad  es subjetiva y cada quien la encuentra a su manera?

Los gobiernos nos dan explicaciones fantasiosas sobre el crecimiento económico y la disminución del desempleo.  Debaten en foros que hacen lo necesario para disminuir la contaminación ambiental.  Que prohibieron la  tala  de  árboles para evitar el recalentamiento global.  El monóxido de carbono de fábricas, aviones y autos ya ha sido reducido.  La realidad dice todo  lo contrario.  En una Universidad para encontrar la dicha lo primero que harían sería despertar conciencias.   Defender la verdad.  El hombre es el mayor depredador del ecosistema.  Estamos a un paso de una III guerra mundial con los países ricos armados con un arsenal nuclear.  Misiles capaces de eliminar la tierra en segundos.  Solo hace falta un detonante político o económico.   Quien posee armas tan poderosas es porque en cierto momento las va a usar.  No las tienen como adorno.  Mejor aprendamos a bailar.  Es mejor vivir el presente y ver el futuro positivamente.



Una preparación académica devaluada

En México hay miles de egresados  con títulos en todas  las profesiones.  Lamentablemente, también hay licenciados o doctores trabajando de taxistas  o vendedores  ambulantes.  Y no porque sean oficios indignos sino todo lo contrario.  No obstante, los egresados no tienen las relaciones ni el presupuesto necesario para montar un despacho o un consultorio.  Una plaza de maestros se cotiza en 250 mil  pesos.   El gobierno no tiene la capacidad de absorberlos ni darles trabajos.  Entonces, ¿para qué sirve estudiar tanto? Las empresas que pueden absorberlos cada día se mecanizan más eliminando a personal calificado.  Es frustrante para cualquier profesionista tener un título colgado en la pared. El sentido común nos dice que debemos  mirar hacia otro lado.  La educación académica actual no te garantiza el éxito en ningún sentido.  Obviamente entre mayor preparación hay mejores oportunidades.   El conocimiento superior y la metafísica cobrarán especial relevancia en el nuevo milenio.  La ética y moral resurgirán.


Intentan conquistar otros planetas.

Los países del primer mundo gastan millones de euros financiando viajes a Marte o la Luna en busca de espacio vital.  Igualitos que Hitler hace seis décadas.  Para esas  naciones “conquistar” significa apropiarse de un planeta que no es suyo y esclavizar a sus habitantes.  Es obvio que la tecnología extraterrestre es superior a la nuestra. Ellos han llegado a la tierra y nosotros a ellos no.  Viajan a la velocidad  de la luz.  Pasan de la III a la IV dimensión y por eso aparecen y desaparecen en el cielo.  Nos llevan años luz en evolución científica y tecnológica.  Sucede que los marcianitos desvían los satélites terrestres y luego los astronautas vienen y nos dicen: “no encontramos nada y solo hay dunas secas”.  ¡Por supuesto que hay vida en Marte y otros planetas!  Viven en dimensiones superiores y no los investigaremos con una ciencia ciega.  Si queremos comunicarnos con ellos debe ser con los sentidos del alma.  El hombre común no cree en otras dimensiones.  Si quisieran hacernos daño los ET ya lo hubieran hecho.  Podemos aprender mucho de estos hermanos con la telepatía.  La Era de Acuario es altruista y con alternativas novedosas.  Se vendrán abajo muchos postulados científicos.  La ciencia dará un giro de 90 grados.  Los avistamientos de ovnis son más frecuentes.  Les urge comunicarse con nosotros.  Existen miles de contactados terrestres.  Otros se los llevaron y decidieron quedarse a vivir allá.  Los extraterrestres conocen el peligro que representa la energía nuclear.  Es una advertencia de amor la que nos hacen.  "El que tenga oídos que oiga".  "El que tengas ojos que vea".


¿Son felices los extraterrestres?


Son culturas macro cósmicas espiritualmente avanzadas.  Sirven y viajan por  toda la galaxia.  En todos los planetas hay vida y han eliminado sus egos.  Los aviones resultan unos pesados armastrotes comparados con sus modernas naves.  Hablan todos los idiomas pero prefieren la telepatía.  Así contactaron al escritor peruano Sixto Paez.  Lo afirma en sus libros y conferencias.  En metafísica les llaman: "nuestros hermanos mayores de las pléyades".  Los gobiernan sabios y no políticos mafiosos.  Desde el principio de los tiempos nos han visitado.  Ante el advenimiento del Armagedón (Apocalípsis) intentan despertarnos.  Han superado la fase del “Yo tengo” y han alcanzado la estatura del "Yo soy".  Si no se han hecho presentes  en un programa de Tv es porque saben que somos una horda de  bárbaros.  Los encerraríamos para que nos revelaran secretos.  Obviamente son más inteligentes y con poderes sobrehumanos. Se guían por el amor y la paz.  Han desterrado el odio y la codicia y por eso mismo  son más felices.  No pelean poderes políticos ni económicos.  Lo tienen todo a su disposición.  Civilizaciones que están más allá del bien y del mal.   ¿Te gustaría ser contactado por ellos? ¿Cuál sería tu reacción si los vieras? Los venusinos tienen el pelo rubio y los ojos verdes.  Estatura mediana dicen quienes los han visto.  ¡Guau!



 Cap.  XVI del libro. “Te regalo 100 gramos de felicidad”.

1 comentario:

AL CALOR DE TU REGAZO José de Cádiz Abrázame fuertemente como cuando yo era un niño me arrullabas con dulzura y besabas con cariño Luego cua...