miércoles, 14 de enero de 2015

NO DEBE HABER ELECCIONES EN GUERRERO (México)





José de Cádiz


En Guerrero la población no quiere que haya elecciones. A raíz de los 43 normalistas desaparecidos partidos políticos e instituciones han perdido credibilidad. A la fecha la PGR no ha dado con su paradero y se niega a seguir diversas líneas de investigación que aclaren el caso.  Razón por la cual hay una población desesperada que exige a los poderes: ejecutivo, legislativo, y judicial, la suspensión de elecciones hasta restablecerse las garantías individuales.


Durante muchos años el PRD ganó elecciones en Guerrero. Hoy han cambiado mucho las cosas y este partido es tan repudiado como los otros. Todos están cortados con la misma tijera, rebasados por el narco y corrupción. NO NECESITAMOS PARTIDOS NI ELECCIONES, porque nunca han sido factores de cambio los partidos. SOLO LES INTERESA LLEVAR AGUA A SU MOLINO Y ENCAUZAR EL ELECTORADO EN SU BENEFICIO. Pobre del ingenuo que crea en ellos, más le valdría creer en los Santos reyes o en Papá Noel.



No puede haber elecciones en una entidad donde ha desaparecido el estado de derechos.  Una población a merced del hampa y corrupción gubernamental. Donde criminales coludidos con el estado operan impunemente . Donde candidatos deben hacer convenios con capos para triunfar en los comicios.  El ejemplo más palpable es el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, acusado de haberlo apoyado el "Cartel de los Beltrán Leyva", "Guerreros Unidos", y grupo "Los rojos".  En México, ser político es sinónimo de degradación ética y moral. A los políticos se les mira con recelo y desconfianza.  Todos son mentirosos e interesados. 


Evidentemente, el secuestro de 43 normalistas fue ordenado por José Luis Abarca, y esposa, por lo tanto fue un crimen de estado.  Donde se acusa al ejército de omisión y participación en el mismo. Las corporaciones policíacas lejos de defender a la ciudadanía se han convertido en sus principales verdugos.  Por esta y otras razones no debe haber elecciones en Guerrero.


A pesar de las diversas manifestaciones, en todo el mundo, de apoyo a padres de estudiantes no hemos logrado una justicia imparcial y expedita.  Guerrero, sigue estando a merced del hampa y hoy más que nunca.  En Chilpancingo, Acapulco, Taxco de Alarcón, Zihuatanejo, los comerciantes fijos o ambulantes siguen pagando "cuotas" a grupos de mafiosos.  Ante el visto bueno de presidentes municipales, regidores, y jefes policíacos.  Quien se niega a ser extorsionado lo asesinan sin misericordia.  La mayoría optaron por irse a vivir a otros estados menos violentos.  Hay una población aterrorizada pero firme y decidida.



¿Qué hace falta en las protestas para ser efectivas?

Educar a la población, a nuestros hijos, amigos, familiares. Carecemos de una cultura política electoral.  No sabemos protestar con eficacia y soltura.  No es con rabietas y pataletas como lograremos erradicar la corrupción y poner un alto a la injusticia e impunidad.  Es con el cerebro y la mano en el corazón que podremos sobreponernos al infortunio.  Darle la espalda a partidos y clase política en cualquier momento.  Hasta encontrar un gobernante que realmente nos represente.




¿Por qué en los países desarrollados se respetan las garantías individuales?

En Francia, EE.UU, y otros países de primer mundo, cuando un gobierno comete una injusticia, de la índole que sea, el pueblo se le va encima con plantones y manifestaciones pacíficas, pero multitudinarias. Hablo de millones protestando en las calles, lo cual quiere decir que están conscientes de su papel, y de que LA UNIÓN HACE LA FUERZA.



De acuerdo a nuestra Constitución (Mexicana) la soberanía radica en el pueblo que tiene derecho a quitar y poner gobernantes. En la práctica, es otra cosa, precisamente porque no hay democracia y prevalece la ley del más fuerte. Por ignorancia, apatía, e intereses turbios de la clase política imperante. Así lo hemos permitido y hemos sido incapaces de f-r-e-n-a-r-l-o-s.
Aunque haya masacres como la de Ayotzinapa, Coyuca, o Tlataya, no se vuelcan millones a tomar las calles, como en París, Ansterdan, o Egipto. Aún sabiendo que está de por medio nuestra vida y la de toda la sociedad como sucede actualmente.  Nunca protestamos con táctica ni con entusiasmo y osadía.  Tampoco unidos en un solo frente.  No es posible que a ciento veinte millones de mexicanos, nos manejen como títeres 1000 codiciosos legisladores, un presidente farsante, y un procurador corrupto.


Si algo teme el gobierno de cualquier nación, es a manifestaciones multitudinarias porque sabe que son capaces de derrumbar un sistema. Lo hemos visto en Egipto, Irán, y otros países asiáticos. Los medios apoyan tanto estas expresiones populares que basta una serie de reportajes para que el gobierno ceda y se retracte de cualquier decisión autoritaria.  Algo que no sucede en México, por supuesto, porque la mayoría de los medios están al servicio del gobierno.  Sin embargo, existen algunos como: La jornada, Proceso, Noticias MVS, y otros que no se venden al mejor postor.También tenemos el apoyo de la prensa y organismos internacionales.


Por supuesto hablo de naciones en donde campea la democracia, se respeta el voto, y la libre expresión de las ideas. Infortunadamente, en México tenemos una democracia muerta, un sistema autoritario manejado por la Cía. Así lo hemos soportado y decretado durante mucho tiempo, la mente ordena y el subconsciente cumple. Somos incapaces de organizarnos y luchar en masa.

Ningún gobernante en Guerrero, respeta la Constitución, todos piensan que el puesto es una charola de impunidad, cuando no es así. Todos reciben cargos a diputados o senadores con la intención de lucrar, nunca de servir a la sociedad. Muy pronto son acusados de enriquecimiento inexplicable. El ejército, y Marina, han  perdido la función de proteger a la nación, en cambio se coluden con narcotraficantes y siembran drogas.  Claro, que hay honrosas excepciones como en todo.  Organismos que han perdido su razón deben desaparecer. "Los ejércitos son los más grandes soportes de la tiranía". José Vasconcelos.



¿Hay esperanzas de que cambien las cosas?

Sí, la hay, si podemos adoptar una nueva cultura política.  Un cambio de mentalidad y perspectivas.  No de gritos ni violencia superlativa sino de táctica, fuerza, y sentido común. Si Ayotzinapa, y los cientos de grupos que hay en México, protestaran de manera unida y eficaz, seguramente otros gallos nos cantaran. Pero cada grupo lucha por separado con una autosuficiencia propia de Pancho Villa y Juan sin miedo. Hay demasiada soberbia y protagonismo en sus dirigentes y así nunca verán cristalizados sus anhelos.


Si trabajaran coordinadamente ya hubieran torcido el camino de la historia y sorprendido al mundo con su audacia.  Dice Edgardo Buscaglia:  "A la par de manifestaciones masivas, deben tomarse Congresos, Cámaras, Senadurías, Televisoras mercenarias, INE, PGR, etc, y tengan la seguridad que ya hubieran logrado con creces sus objetivos". Por lo visto tenemos mucho que aprender los mexicanos.



El gobierno nunca disparará a multitudes porque la comunidad internacional los observa. Porque medios y organismos mundiales, defensores de derechos humanos, están registrando cada una de sus actividades. Porque en México jamás será un delito protestar y exigir nuestros derechos. Porque la sociedad está cansada de mantener zanganos y vividores que han hecho de nuestro erario un botín. De nuestros recursos naturales su cosecha y de nuestra Constitución una afrenta.  POR ESO NO DEBE HABER ELECCIONES EN GUERRERO.




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