lunes, 23 de agosto de 2021

 

Una  charla con  Pedro  Infante

 

"Yo te aseguro que yo no fui"

 






Cádiz  Molina


Pocos ídolos hay en México tan queridos como Pedro Infante.  Que se quedan a vivir para siempre en el corazón de su pueblo.  Pedro Infante es definitivamente una leyenda que se inmortalizó con sus canciones y películas. Poseedor de un carisma y una personalidad sin precedente que lo elevó a la categoría de súper estrella.

 





Originario de Mazatlán, Sinaloa  (1917-1957).  Su familia se traslada a Guamúchil, donde vivió Pedro su adolescencia trabajando en diferentes oficios incluyendo la carpintería. En Guasave, inicia su carrera como cantante en el grupo "La rabia", y más tarde se presenta por primera vez en una radiodifusora local: La XEB.  Su novia, María Luisa León, lo motiva a probar suerte en la capital y viajan allá con una maleta llena de ilusiones.  

 

El sueño de Pedro era convertirse en un cantante famoso.  La vena artística la traía en la sangre pues su papá y otros miembros de su familia tocaban en esa orquesta del estado norteño. El talento y carisma se le desparramaban por todos los poros. Su voz varonil y carácter franco le abrieron las puertas del éxito musical y cinematográfico.

 

Pero trasladémonos a la  V  dimensión donde se encuentran  las almas desencarnadas.  Es en el mundo astral donde se  encuentran los  vivos y los muertos.  Los difuntos  ya no pueden  regresar a la  vigilia y los  vivos sí despertamos a la  III  dimensión.   Utilizando la  imaginación (el  tercer  ojo) significa  que  tiene  lugar en algún lugar  del  universo.  "Lo  que  fue  es lo mismo  que  será".  Todo lo que  la mente  crea tiende a materializarse.  Ya hablaremos ampliamente del  tema  en  El rincón  del esoterismo en  este mismo blog.

 

Nos encontramos  con  Pedro Infante en una casona  colonial haciendo ejercicios como lo hacía en  Cuajimalpa,  México.  Luce muy  joven, radiante, y  tan galán  como siempre.  En esa dimensión  no existe el tiempo ni  el espacio.  Lo saludo con mucho respeto.  No ignoro que  es  un hombre  sencillo que  comulgaba  con la  gente  del pueblo:  




 --¡Hola, don  Pedro! ¿Ejercitando su  cuerpo?

 

--Ajá, como  puedes  ver, huerco,  ¿qué te trae  por acá?

 

--Me interesaba  conocerlo y  platicar un  poco sobre  su  vida.

 

--Recuerda  que ya  no  soy  un  ídolo aquí en  el cielo.  Aunque  el pueblo mexicano me  siga  queriendo mucho.

 


--¡Sus  fans lo adoran don  Pedro! ¡Exhiben  sus  películas en  diferentes  canales.  ¿Qué les  dio de  beber a sus  admiradoras?

 

--Mi música, mis películas, mi cariño.  Todo lo realicé con pasión.  Amaba  mi  carrera.  Ismael  Rodríguez  cuidaba  hasta  el último detalle  de cada  cinta.

 

--Ud. era  un  actor nato.  Dicen que no estudió actuación y  que Ismael Rodríguez fue su  padrino artístico. ¿Fue así?

 

--Por supuesto,  casi todos mis  éxitos cinematográficos fueron  de  él.  Lo quise como un  padre.  Le llamaba cariñosamente  “papi”.

 

--¿Es  verdad  que Ud. tenía  relaciones con todas  sus  compañeras de  reparto?

 


--¡Es una  exageración! Con  algunas sí  hubo romance.  Otras, se me fueron  vivas y  jamás se  prestaron para  ello.

 

--¿Se  le fueron  vivas, Elsa  Aguirre,  y  Lilia  Prado?



 

--Jajaja.  Fíjate que  sí.  Elsita  me dio una  cachetada  cuando le  robé  un  besito en  su  camerino.  Lilia,  me  dijo un  día  que  la abracé por  detrás fuera  del set: “Mire, don   Pedro, Ud. es mi  compañero  de reparto y  nada  más.   No tiene derecho a abrazarme  fuera  de la filmación.  No seré  una  cuenta  más  de  su  rosario”. ¿Entendido?  Eran tan broncas  como  potrancas.

 

--¿Y con Sarita  Montiel sí hubo  romance?


 




--La  prensa lo  inventó para  promocionar  nuestras  películas.  Ella  estaba  casada con  un   productor pero nos  atraíamos mucho.  Inclusive hubo algunos  besitos. De  pronto  apareció su marido y  adiós romance.

 

--¿Con  Doña  Libertad  Lamarque no hubo relación  sentimental?


 


--¡No  hombre  que  va! Solo de trabajo, esa  señora  era  casada  y nos hablaba  de  “usted”.  Jorge  Negrete, Antonio  Aguilar,  y Abel  Salazar,   le  decíamos  “Doña  liber”.  

 

--¿Por  qué piloteó un  avión  sobrecargado de mercancías y  combustible, el 15 de abril de  1957, en  Mérida  Yucatán?



 

--Me urgía llegar  a  México porque mi esposa María  Luisa León  me había  demandado por bigamia y la SCJN  ya  había  fallado a su  favor.  Yo venía a recibir la  sentencia nada  más.  Me  despojaba  de  todo.

 

--¿Se  casó con  Irma Dorantes estando  casado  por  la  iglesia con  María  Luisa?



--No lo voy  a  negar, inclusive tuvimos una  hija. Nos fuimos a vivir a Mérida. Estaba  enamorado de mi chatita.  Eso enfureció a María  Luisa.

 

--Cuentan  que María  Luisa León  lo ayudó a  triunfar.  Lo trajo  a  la  CDM y  se casaron  en  La  catedral.  Luego se olvidó de  ella  cuando Ud. ya era  una estrella. ¿Por  qué  la  ingratitud  don  Pedro?



 

--Las mieles de la fama  te vuelven  ególatra. Te traen  todo en  bandeja  plata.  Dinero, mujeres,  viajes,  propuestas  matrimoniales. Me  asediaban las féminas y  yo pues no era  de  palo.  Fui  un  hombre pasional. Caliente  para  que  me entiendas.  Tú, hubieras  hecho lo mismo.

 

--No lo creo, estoy  en  contra  del adulterio.  Moisés, lo condena  en  El viejo testamento.

 

--Bueno, a lo mejor por eso morí tan  joven. Me  arrepiento  pero  ya  no hay  nada  que  hacer.  Lastimé  a muchas mujeres y lo lamento.   Le pido  perdón  a Dios.

 

--Me enteré  que  antes de la caída fatal de su  avión en  Mérida Ud. ya  había  tenido otros dos  accidentes aéreos.  ¿Cómo es  que  no  aprendió la lección?



 

--Ya  me tocaba morir seguramente.   Uno  de mis pasiones  era  volar.   El primer  accidente fue  en Guasave, Sinaloa, aterricé de emergencia  en  un  sembradío de maíz.  El segundo fue  en Zitácuaro,  Michoacán.   Venía de  México con  Lupita  Torrentera con  quien  procreamos  3  hijos.  En este II  accidente me fue  de  la chingada  porque  me partí  el cráneo. Me pusieron  una  placa  de titanio. Me  compré un  bisoñé  para  cubrir la  calva.  Quedé medio sordo de un  oído.

 

--Volvamos al  tema  del  casamiento con María  Luisa.  ¿Es  verdad que lo acusó de bigamia  cuando se  matrimonió con  Irma Dorantes. Le  perdonaba todo menos  casarse con  otra mujer.

 


--Es  cierto, las mujeres  celosas son terribles.  Me llamaba  “mi nene”.  Pero no podía darme hijos.  Fui  generoso  con  ella y  le di  todo lo  necesario.  Le  compré  una  casota, un  departamento, coches,  y  adoptamos  una  niña  que era hija  de mi hermana.

 

--Oiga, don Pedro, ¿cuál fue la primer canción que gravó?

 

--Me primer grabación se llamó "Guajirita", con la RCA Víctor, y tuvo un éxito  relevante.

 

--¿Es cierto que trabajó de carpintero en su adolescencia y que su familia era muy pobre?

 

--Es  verdad.  Recuerda  que  también era el oficio del nazareno.  Vengo de una familia muy humilde de 14 hermanos, pero nunca nos faltó el pan gracias a Dios. Mis papás eran honrados y nos inculcaron buenos principios. Mi padre fundó un grupo musical y ahí me inicié como cantante.



--De Guamúchil, Sinaloa, se fue a la capital.  Contó María Luisa León en  una  entrevista que eran  tan  pobres que  comían  una vez  al día.  Pero que fue  la época más feliz de su  vida.   ¿De  que  vivían?      

 

 


--¡Uuuy huerco! Tocaste una cuerda  muy fina.  Me da pena pero voy a confesártelo. Con María Luisa fuimos muy felices y desayunábamos cafecito con bolillos.  Trabajé como cantante en  bares y posteriormente en  un  cabaret de segunda.  Hasta  que gravé  mi primer disco.  Hice mi primera película como coestrella en "La feria de las flores", y me llovieron los contratos.  Gané un  concurso en  un  teatro.  De premio, un  traje de charro.

 --Ud. fue reconocido como un mujeriego empedernido, dicen que se acostaba con cuanta  mujer se  le  atravesaba.  ¿Agarraba Ud. parejo, famosas, anónimas, feas y bonitas?

 

--¡No hombre! ¡Qué va! Es verdad que me encantaban pero las mujeres de  buen  ver.  Tampoco lo hacía con todas.  ¡Imagínate!, si yo le hago esa propuesta a doña Liber, que  era casada, o a María  Félix, siendo tan altanera, ¡me mandan a la chingada! Pero sí hubo romance con algunas.

 --Con Silvia Pinal su coestrella en la película, "El inocente". Por cierto una  de  sus  mejores  actuaciones. ¿Hubo acostón o no lo hubo?



 

--Pues sí lo hubo. Estaba buenísima la Silvia. Recién divorciada y éramos muy amigos. Hicimos la película en mi casa de Acapulco y después de cada locación nos íbamos a la playa. Yo seré todo lo que tú quieras pero con las mujeres casadas no me metía.

 

--¿? Sin  embargo fue Ud. Infiel con  todas. ¿Por qué en el medio artístico, actores  y  actrices,  son  tan  inestables en  el amor?  Cambian  de pareja como cambiar de  calzones.  ¿Será porque  la  mayoría  son  guapos?


 

--Puede  ser.  No  sabría  explicártelo. Pero sí  hay  promiscuidad,  drogas,  adulterio, homosexualismo.

 

--A  propósito, en  la  película “ATM, con  Luis  Aguilar, dicen  que  se  trata  de  una  relación  gay.  Ud. se encelaba  con  sus  novias  y  él se encelaba  con las  suyas.  ¿Hay  algo de  verdad  en  eso?


 

--Solo  te  puedo decir que  el guion  así lo  ordenaba.  Lo demás queda a tu imaginación.

 

--Dicen que nació en Mazatlán, pero yo más bien creo que era de Culiacán, por su comportamiento. 



 

--Jajaja. Creo  que  acertaste,  amigo.

 

--En una  película se enamoró de Irma Dorantes.  ¿Ella fue la última, la penúltima, o qué lugar ocupa en su larga lista sentimental?

 

--Fue la última.  Mi chatita me pegó con tubo y nos casamos por lo civil en Mérida. Pero María Luisa me demandó por bigamia y anuló la SCJN el matrimonio. Yo  seguía teniendo mis aventurillas.  Mi gran debilidad fue hacer felices a muchas mujeres. Nunca pude decir NO a ninguna.

 

--Oiga, pero Ud. es bastante cínico, qué dirán sus admiradoras cuando lean esta entrevista.  ¿Lo tomarán  por  un golfo?

 

--¡Pues  ya  nada  pueden  reclamarme!  Vi cómo lloraban en mi sepelio. Y  me siguen llevando flores a la tumba.  Quiero  que  sepan mis admiradoras que Yo también las quiero mucho. Les mando un beso y un fuerte abrazo a - t-o-d-a-s. 

 

--¿Cuál fue la película que lo catapultó a la fama?

 

--Empecé de extra en 1938. Pero las que me hicieron muy popular fueron: "Nosotros los pobres", "Pepe el toro", y  “ATM”.  A  partir  de  ahí las féminas no me dejaban  en  paz.

 

--¿Era  suerte o la  magia  del cine?

 

--Creo que  de  todo  un  poco.  Todas las mujeres  son terriblemente  celosas. Dicen  que del  amor al odio  solo hay  un  paso.  ¿Tu mujer no es celosa, huerco?

 

--No, don Pedro, me llevo muy bien con ella... 

¿Lupita Torrentera fue su amante o también se casaron?

 




--Fue mi segunda mujer y tuvimos tres hijos pero no nos casamos.  Era  una bailarina muy  chula.    

 

--¿Pensaría ella en amarrarlo  con esos tres hijos?

 

--Mira, a ningún hombre o mujer nos amarran los  hijos.  Cuando se  termina el amor se  acaba  y  punto.

   

--¿Con Irma Dorantes no tuvieron hijos?


--Una niña.  Ella soñaba en casarse por la iglesia conmigo.  ¡Pero hubiera sido un escándalo mayúsculo!  Si ya de por sí María Luisa me tenía demandado  por bígamo.  Pero Irma fue muy feliz conmigo.  No se podrá quejar.

 

--¿No le temía Ud. a la muerte don Pedro?

 

--¡No hermano, para nada! Prefiero gozar 10 años que vivir 100 anciano y acabado. ¿Para qué quieres la vida si no puedes disfrutarla?



--Por lo visto Ud. desafiaba a la muerte.  ¿No le importaban sus fans, parientes, amigos? ¿Medía el éxito a través del sexo?  Hay cosas más importantes en la vida, la familia, el prestigio, los valores.

 

--Mira,  la vida es corta y hay que vivirla.  Yo fui  feliz a mi manera.  Tuve mucho dinero y me excedí en gastarlo pero no me arrepiento. Aunque no lo creas tengo valores morales.  La compasión es uno de ellos.

 

--Cuéntenos de su primera novia , Guadalupe López, con quien tuvo una hija, allá en Guamúchil, Sinaloa.  ¿Fue su primera relación amorosa?

 


--Acertaste. Yo  era un  adolescente  de 17, y ella de 15 años. Le llevaba serenatas todas las tardes y Lupita me dibujaba corazoncitos. Al verla me ponía nervioso. Pero ya me había picado el gusanillo de la farándula y decidí irme a la capital.  Me responsabilicé de mi hija siempre. Las  recuerdo con mucho cariño.

 

--En la vida real, ¿cómo era Pedro Infante?

 

--¡Una buena persona! Convivía  con  albañiles y  campesinos.   En mi residencia en Cuajimalpa tenía a toda mi familia viviendo conmigo.  Mis padres, hermanos, cuñados, tías. Me gustaba ayudar y convivir con los más pobres. A mis padres les di todo lo que pude.

 

--¿Es verdad que en  Cuajimalpa tenía un gimnasio bien  equipado?

 


--Y también  una peluquería.  Me gustaba estar en forma para gustarle a mis fans.  ¿A poco no lucía bien en mis películas?

 

--Sin  duda,  tenía buen físico.  ¿Es  Ud. súper vanidoso?

 

--No puedo ocultarlo.  Lo soy.


--¿Ismael Rodríguez fue quien  lo  descubrió?

 


--¡Nooo! El me convirtió en un  ídolo. Hizo un cine especialmente para mi.  Eran películas para el pueblo. "Nosotros los pobres y ustedes los ricos", me consagraron en  el gusto popular.

 

--En su sepelio estuvieron presentes todos los actores del cine nacional.  El pueblo se volcó literalmente en las calles para acompañarlo a su última morada.  Incluso hubo varios suicidios. ¿Qué significó para Ud. ser un ídolo de masas?

 


--Agradecido estoy con la vida.  Creo que me gané ese mérito. Siempre di lo mejor de mí.  En cada canción o película yo pensaba en mi público. Fui perfeccionista en  mi trabajo.  Los llevo siempre en mi corazón.

 

--¿Tenía Pedro Infante alguna manía o depresión? 

 

--La mera verdad, sí. Me deprimí mucho cuando murió mi padre, también cuando se suicidó Miroslava.  Era una gran amiga y filmamos juntos," Escuela de vagabundos".  También lloré cuando se mató en otro avionazo Blanca Estela Pavón mi compañera en la película "Ustedes los ricos". Mi manía era rezar cada vez que salía a escena.

 


--Le quiero hacer una última pregunta.  ¿Si lo regresaran al mundo qué haría nuevamente?

 

--Volvería a ser cantante y actor y le cantaría a las mujeres: "Amorcito corazón".  No podría hacer otra cosa mi  hermano.







--Por lo visto, es incorregible, don Pedro. Genio y figura hasta la sepultura. ¿Algún mensaje para sus admiradoras?

 

--Que me sigan llevando flores a la tumba. Que sigan escuchando mis canciones y viendo mis películas.  Que no dejen de rezar para que Dios me perdone. Que me sigan extrañando mucho porque yo también las adoro. MÚA.

 

Pedro se despidió de mí con un apretón de manos.  Luego me guiñó un ojo para señalarme un póster de Amalia Aguilar que pendía de la pared de su gimnasio. 




AL CALOR DE TU REGAZO José de Cádiz Abrázame fuertemente como cuando yo era un niño me arrullabas con dulzura y besabas con cariño Luego cua...