José de
Cádiz
El camarógrafo
se masturbaba mientras filmaba en la clandestinidad a las aspirantes a modelo. Tuvo que hacer un
esfuerzo sobrehumano para no gritar durante el orgasmo. De lo contrario las chicas hubieran salido
despavoridas de aquel lugar de ensueño, en donde solo se escuchaba el obturador
de una cámara y una voz muy profesional.
Mientras
tanto el apareamiento de la “Barbi” con Arnoldo terminaba y se vestían rápidamente. Luego tranquilamente se tomaban una copa
hablando de negocios. Eran
socios desde hacía tiempo por la familiaridad conque se trataban. Eran la pareja perfecta puesto que los dos
eran atractivos y fogosos.
Por fin
terminó la agotadora sesión de Carmina bajo un clímax de verdadera camaradería. Todos habían entrado en confianza. La fotógrafa era una experta en relaciones humanas. Posteriormente, los empresarios invitaron a
las chicas a comer a un sofisticado restaurante italiano de los que abundan en
el puerto de Acapulco. También las
acompañaron Arnoldo, Carmina, y la “Barbi”.
Cómodamente
instalados iniciaron una tertulia sobre teatro, cine, y modelaje. Las aspirantes estaban felices y
arrobadas, ese era el ambiente que las
subyugaba y que tanto soñaron. Un
brindis con champaña rubricó aquella velada que fortalecería sus lazos de
amistad.
Más tarde los señores les extendieron un cheque por 5 mil dólares a cada una. “No está nada mal para empezar”, pensaba ingenuamente Rosa Elvia. Los empresarios les dijeron:
-Las
esperamos dentro de 15 días. Este dinero
es para que se compren ropa bonita. Nos gustó su comportamiento, tienen madera. Les prometemos lanzarlas como top model muy
pronto. Acto seguido sin abandonar sus
modales impecables las acompañaron hasta su domicilio. Con un beso fraternal se despidieron.
Las chicas
se sentían felices a un paso de la fama.
Rosa Elvia le contaba a todo el mundo sus proyectos y ambiciones. Sus amigas la escuchaban con envidia. Tanto que una de ellas le hizo un mordaz
comentario una tarde en el gimnasio:
-Oye, Rosa
Elvia, ¿a poco ya pagaste el precio?
-¿A qué te
refieres? –contestó Rosa Elvia alebrestada.
-Bueno -dijo
la amiga- tú sabes, se dicen tantas cosas del medio.
-Pues para
tu conocimiento aún conservo intacta mi virginidad. Hasta ahorita nadie me ha pedido nada de
nada. Y aunque no lo creas en el fondo sigo soñando con mi príncipe azul –la amiga
guardó silencio desarmada.
Su mamá
estaba que no cabía de contento. Por fin
habría una modelo en la familia. Su papá
y sus hermanos aunque a regañadientes lo aceptaban.
Transcurridos los 15 días Rosa Elvia tuvo noticias. Un domingo por la mañana su sorpresa no tuvo
límites.
Encontró su portada
en una revista, solo que había un
pequeño inconveniente, la revista no era
“Vogue”, ni “Play boy”, vamos ni siquiera una revista de tercera. Se trataba de una vulgar
revista porno acompañada también de un video porno. La anunciaban como: “Adolescente precoz busca...”. Su imagen en la portada no podía ser más reveladora.
Rosa Elvia
no salía de su estupor. Se horrorizó al
pensar en el contenido del video. Sí, efectivamente, la
harían estrella pero de pornografía.
Ahora comprendía perfectamente la jugada. La actitud de los señores, la insistencia de Carmina y de “La barbi”. Era toda una estrategia para convencerla.
Una llamada
a Arnoldo le confirmó todo, quien le dijo:
-Pero Rosa
Elvia, cariño, déjame explicarte. La fama hay que conseguirla a cualquier
precio querida. ¿Sabes?, hay una competencia bárbara en estos terrenos. Por si fuera poco las modelos se mueren
de hambre de tanta dieta. Hoy por hoy el
cine porno es mucho más lucrativo. Los videos se venden como pan caliente. La revista solo fue tu lanzamiento. ¡Mira!,
ya te conseguí un contrato para una empresa italiana para que filmes tu primer película. ¡Ganarás un dineral!
Rosa Elvia
ya no lo escuchó, lágrimas de rabia e impotencia la traicionaron, mientras el
teléfono seguía sonando:
-Rosa Elvia, cariño… escúchame...te espero mañana a las cinco… ya te explicaré mejor.
Su
frustración y desengaño la tenían al borde del colapso. Ahora vendría lo más duro para ella, enfrentarse a familiares y amigos. Se
imaginaba a sus compañeros del colegio burlándose despiadadamente de ella:
--"¡Qué pasó
mi gran estrella! ¿Cuánto te pagaron por filmar porno? ¡Qué calladito te
lo tenías!"
Sentía que la cabeza le daba vueltas, pero tenía que enfrentarse a la cruel realidad. Las sorpresas aún no terminaban. Esa noche buscó desesperadamente a Liliám, "su gran amiga".
Sobre la
Costera Miguel Alemán en el mundialmente conocido “Paraíso de América”, una
chica camina contoneándose sobre la calle. Viste muy sexy, extremadamente sensual, casi con desfachatez. Evidentemente se le pasó la mano con el
maquillaje. En la mano porta un
cigarrillo: Es Liliám.
A distancia
Rosa Elvia la observa a través de la ventanilla de un taxi. De pronto, un auto se aparea junto a Liliám e intercambia unas palabras con el conductor y sin más preámbulos aborda el carro
sonriente. Todo estaba muy claro para ella. Rosa
Elvia ya no dijo nada, pidió al conductor del taxi:
-Frénese en
seguida, por favor, lléveme a mi casa...
-¿Le pasa
algo señorita? ¿Puedo ayudarla?
-No,
gracias, nadie puede ayudarme en estos momentos.
Han pasado
los días. Hoy por hoy una chica busca
empleo. No abandona nunca sus sueños de Gloria. Si Ud. Conoce algún productor de moda
internacional o cine de arte por favor comuníquese al teléfono
90-60-90.
¡Ah, y se me olvidaba!, si desea entrevistarse con ella personalmente la puede encontrar en un lugar que se llama: “Muñecas bar”, por la noche. En la puerta hay una chica joven y bella a la que llaman: “Madame Barbi”.
¡Ah, y se me olvidaba!, si desea entrevistarse con ella personalmente la puede encontrar en un lugar que se llama: “Muñecas bar”, por la noche. En la puerta hay una chica joven y bella a la que llaman: “Madame Barbi”.
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