martes, 2 de septiembre de 2014

LOS ÁNGELES NO TIENEN COLOR








José de Cádiz








Los niños son seres de luz que no abrigan egoísmos ni rencores. 


Sean blancos, negritos, o amarillos, todos son encantadores y carismáticos.

Son generosos por naturaleza y hasta los más pequeñitos saben cuando alguien los ama.

Son como seres semidivinos y conocen el corazón de todos los hombres.

Sin importar su estatus o color ellos perciben las vibraciones del entorno.

Para ellos no existen las diferencias sociales, ni raciales, y desconocen completamente la codicia.

Su mente desprovista de malicia es armoniosa y aman la verdad, y la naturaleza, por sobre todas las cosas.

Les gusta compartir su comida, juguetes, y sufren intensamente las separaciones aunque no puedan expresarlo.

Ellos podrían ser nuestros maestros y deberíamos poner en sus manos las decisiones y manejos de este mundo.

Lo más valioso es que pueden ser felices en el medio más estrecho y sus fantasías les permiten cumplir todos sus sueños.





¡Qué maravilloso que puedan volar! ¡soñar! Convertirse en príncipes o escarabajos, y cuando reciben amor son capaces de hacer milagros como los ángeles.

Es una pena y una catástrofe que los adultos les hayamos robado su inocencia lmitando su capacidad de amar con egoísmos, y de ser inmensamente dichosos con su imaginación.











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