José de Cádiz
Abril de 1945. La segunda guerra mundial estaba a punto de terminar y se habían intensificado los bombardeos sobre Berlín. Una ciudad en ruinas completamente destruida por aliados rusos y norteamericanos. Ambos ejércitos se disponían a tomar Berlín para repartirse la ciudad como un botín. Mientras tanto, Hitler, daba en su bunker las últimas indicaciones al ejército alemán antes de huír a la Argentina.
El llamado muro de Berlín, actualmente desaparecido, fue resultado de
la ignominia contra un pueblo vencido y sin esperanzas. Este país fue repartido entre oriente y occidente. La historia la hacen los
vencedores y le cobraron a Alemania todos los platos rotos. Pronto salieron a la luz las atrocidades del régimen nazi. Los campos de concentración donde exterminaron millones de judíos. Claro, ni rusos ni norteamaricanos han confesado nunca cuantos millones mataron ellos.
Nunca salieron a la luz las atrocidades de los aliados. No mencionaron que durante los bombardeos asesinaron en Alemania millones de civiles incluidos mujeres y niños. Los principales generales de Hitler huían despavoridos como ratas. Hitler, y Eva Braun, su esposa, prefirieron escapar a Bariloche antes que "ser exhibidos en el zoológico de Moscú".
El muro de Berlín fue derribado en 1989, gracias a la buena voluntad del presidente ruso Mijael Gorbachet. Pero Alemania y los berlineses aún recuerdan ese pasaje negro de su historia. Socialistas y capitalistas se comportaron como codiciosos saqueadores.
El muro de Berlín fue derribado en 1989, gracias a la buena voluntad del presidente ruso Mijael Gorbachet. Pero Alemania y los berlineses aún recuerdan ese pasaje negro de su historia. Socialistas y capitalistas se comportaron como codiciosos saqueadores.
Mientras tanto.
Atrás habían quedado la ferocidad de las tropas aliadas; el exterminio cruel en hornos crematorios y cámaras de gases. Sin embargo, durante la guerra una
canción se popularizó entre los ejércitos de todos los países en conflicto. Ella definía la situación y nostalgia de los soldados en combate; la tarareaban rusos, franceses, polacos, y alemanes: "Lili Marlene".
Canción que inmortalizó Marlene Dietrich
y que solía cantar en las barricadas y campos de batalla. Con su voz ronca la actriz daba conciertos multitudinarios a soldados desmoralizados o heridos. "Lili Marlene", una extraordinaria balada que define el sentir de las tropas. Sus compatriotas
alemanes la escuchaban con añoranza y tristeza. Una melodía que plasma la desolación de un amante que no sabe
si vivirá o morirá en la contienda.
Cuando Marlene Dietrich fue expulsada de Alemania se refugió en Hollywood donde filmó la mayoría de sus películas. Como no simpatizaba con el nazismo se fue a vivir a EE. UU; ahí se
nacionalizó y continuó su carrera cinematográfica. Nunca ganó un Oscar. La recordamos en las cintas: "Marruecos", "Testigo de cargo", "Capricho Imperial", "El juicio de Nuremberg", etc.
Marlene nació el 27 de diciembre de 1901, en Berlín, Alemania. Amaba mucho a su
patria pero fue acusada de traidora por los nazis. Apoyó a los norteamericanos durante la II guerra mundial. Hitler la expulsó del país nombrándola persona non grata. En Berlin empezó su carrera como modelo en los años
veintes donde estudió e hizo teatro. Fue
nombrada “la mujer de las piernas más hermosas”. Era tan bella y gélida como una estatua. Eso precisamente la convirtió en un mito cinematográfico.
Se casó con un hombre mayor pero nunca se
divorció. Tuvo una hija a quien puso por
nombre: María. La actriz supo tejer el
mito Marlene y formó una aureola de misterio en torno a su vida. En Alemania, filmó la película que la lanzó a la fama en 1930: "El ángel azul".
Se afirma que tuvo numerosos amantes, hombres y mujeres, pues era bisexual. Entre ellos figuran: Mae West, Greta Garbo, Jean Gabin, Mercedes Acosta, etc. De Jean Gabin estuvo tan enamorada que afirmaba tenía las nalgas más perfectas. En cuanto tenía un receso, en el frente, se iba a refugiar a los brazos de Gabin. Lavaba su ropa interior en cascos de soldados.
Su hija María se quejó que siempre vivió con
institutrices. Cuando murió Marlene escribió un libro que parece un
ajuste de cuentas. En el afirma: “Fui
violada por una institutriz y en cierta forma fui educada para eso. Mi madre terminó bebiendo mucho y se
sentía terriblemente sola en su departamento de París. Postrada en cama sus sabanas eran grises y
su cuarto olía muy mal".
Marlene, por su parte confiesa en sus memorias: “Hay
veces que la soledad es casi insoportable.
Que suerte tienen los que pueden refugiarse en el seno de Dios. Yo no puedo hacerlo y lo lamento”. Murió el 6 de Mayo de 1992, a los 91 años. Jamás
se dejó ver ya anciana en público.
¿Valió la pena conquistar el estrellato
mundial si al final terminó sola y olvidada por todos?
En lo personal me encanta su canción “Lili
Marleen”, y los invito a escucharla. Parece un tango alemán:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario