José de Cádiz
Un caballo es símbolo de nobleza, de entusiasmo y esperanza. Han ayudado a lo largo del tiempo a trabajadores, charros, y caporales. Han servido como medio de transporte y hace un siglo era un lujo poseer el mejor caballo. También sirvieron para jalar la carreta de: Benito Juárez, Julio César, o la Emperatriz Carlota.
Hay caballos famosos en México: "El siete leguas", que era el preferido de Pancho Villa; "El caballo blanco", que inspiró a José Alfredo Jiménez; "Caballo prieto azabache", una canción de Lola Beltrán, etc.
En fin, un corcel de fina estampa sigue siendo apreciado en hipódromos y aficionados a la charrería. Por supuesto, se volverán a poner de moda los caballos. Si bien ahora es un lujo poseer el mejor auto también la modernidad contamina y aburre.
En las grandes ciudades el tráfico es insoportable. Actualmente, hay demasiado smog producto de la contaminación con gasolina. Todos lo sabemos, y los ambientalistas están dando mucha importancia a las bicicletas y los caballos.
Nunca se podrá comparar la frialdad de una máquina con la fidelidad y amistad de un caballo. Estos son cariñosos y aman a su amo que se preocupa por cuidarlo y alimentarlo. Hay una gran interacción afectiva que no puede haberla con el mejor automóvil. Nos volvemos seguramente más humanos y menos mecanizados.
Un tercer factor sería que a veces añoramos la vida del campo y ese ambiente nos proporcionan los caballos. Huelga decir requieren espacio y un lugar especial para vivir.
"Siete leguas es el caballo
que Villa más estimaba
cuando oía silbar los trenes
se paraba y relinchaba
siete legua es el caballo
que Villa más estimaba".
Aquí se los dejo:
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