lunes, 19 de julio de 2021

 

En  busca  de  la felicidad  8

 


Cádiz Molina

 

Bueno, este ensayo  trata   sobre la  felicidad.  Nos interesa  la manera de encontrarla y  la necesitamos como los ríos a  la lluvia.  Investigamos todo lo  referente  al tema desde diferentes ángulos. Este  texto no es una  panacea contra todas las amarguras.  Es un  tratado que nos puede servir a quienes nos interesa  encontrarla.  A veces  la vislumbramos a  la vuelta  de la  esquina. Otras, se muestra  tan  esquiva como una  mariposa arisca.  Solemos confundir el placer con la felicidad.  El primero es  corpóreo  y  efímero.  La segunda brota del alma  y  es sublime.

¿Todos tenemos alma?



Sin  excepción  todos  la poseemos.  Hasta  el más  torvo de los criminales lo asiste esa  entidad.  Su  morada  es  el corazón.  Entre más  evolucionados estemos es  más bella.  Quienes  saben  amar de  verdad ven  el lado positivo en  cada  persona  o  circunstancia.  ¿Por  qué  observar  únicamente lo negativo que nos rodea?  La nobleza y los valores se  encuentran  en  todas  partes.  Existe el polo positivo  y el  negativo.  El ying  y  el yang. Los  principios  masculino y  femenino en cualquier género de vida.

La ley  de polaridad.

 


Para  poder  encontrar  la felicidad debemos experimentar la tristeza.  Apreciamos la luz en un fondo de oscuridad.  La naturaleza  de los opuestos solo se diferencia en  grados.  El agua  fría  se calienta  lentamente con  el Sol.  La bondad  y   la maldad son  dos caras  de  la misma moneda.  El odio y  el  amor  son extremos  que  se tocan. ¿Qué  sucedería  si únicamente nos  rodeara  la belleza  y la  alegría? Nadie apreciaría  esas  cualidades.   Todo  fuera  hermoso y  recreativo.  Nos  aburríamos pronto.

Ley  del mentalismo  



 Todo lo creado tiene un  origen  mental.   La luz del Sol nos brinda la fertilidad de los bosques.  Los místicos y  poetas  contemplan la  Luna y  las estrellas conectándose  con  el infinito.  No ignoran  que  allá  arriba  está  la fuente de todo lo creado.  El universo es mental  y  fue concebido por el Gran  logos.  Desde una flor, los mares, hombres,  ángeles, y demonios.  Un  edificio  o viaje  a  luna primero fue  concebido  por la imaginación.  “Imagínalo y  se materializará”.

¿Tienes claro lo que te hace  dichoso?



 

Todos anhelamos la felicidad pero extraviamos  el camino.  La confundimos  con  conceptos obsoletos y  materialistas. Todos suponen que un  auto nuevo, una residencia, o una  cuenta millonaria  les traerán la dicha.  Otros, que  casándose  con  la mujer deseada.  Las  chicas con  el príncipe azul.  Los  académicos con  el  avance  de la  tecnología.  Los  artistas  con triunfar en su  ramo. Permítanme decirles  que todos están  equivocados.  Ni  con todo el dinero y  la  ciencia podemos comprar  la dicha.  El matrimonio  frecuentemente nos  decepciona.  ¿Por  qué hay tan  alta  taza de  divorcios, casi  el 50 %?  Por casarnos  con la persona equivocada. Nos  dejamos llevar  por la atracción.    ¿Todo era un espejismo y la realidad es  bien diferente? Confundimos  el amor con el  deseo.  La codicia nos lleva  a  las peores  aberraciones.  Y  lo más importante, nos roba  la  tranquilidad.  Las virtudes  son  cualidades  de  sabios.

 

¿Felicidad, dónde te encuentras?


 


Ni el convertible, ni un yate, o el  avión  más  veloz  nos llevan  a la mansión  de la dicha.  Porque  ella es intangible y  espiritual.  La podemos encontrar  en  las  cosas más triviales.  Involucra  sentimientos  y emociones: caminar bajo  la lluvia, el abrazo de  un  amigo,  un  festejo de cumpleaños,   la  sonrisa de un  niño,  la salud del ser amado, escalar  una  montaña,   bañarse  en  un  río,  una  puesta  de  Sol, sembrar un  rosal, convivir con la familia, etc.  No necesitamos  tarjetas de crédito  o débito.  Basta con abrir el corazón.

 Vivir  cada  día  como si fuera  el último.



 

 Proponernos ser dichosos un día a la vez.   Quizá mañana sea  demasiado  tarde.  Lamentaremos no haber abrazado más a nuestros  seres  queridos.  Hay  personas que tienen muchas  propiedades y  nada los satisface.  El hastío los  conduce a las drogas  o  el adulterio.  Por supuesto la codicia es una obsesión fatal.  Nos conduce  a  los peores  crimenes. .  El hombre por naturaleza se identifica más con el mal.  Ahí tenemos  a  Adán  y  Eva  que  viviendo en  un paraíso  prefirieron la fornicación.   Optaron  por el  amor  carnal.  Tarde se dieron  cuenta que tenían un origen  celestial.  Lamentaron  haber perdido  el Edén y  sus  poderes.  Y  nosotros también.

Cuidemos la naturaleza.



  

Y  a  las  personas  por lo  que  sonSomos parte  de un todo y  lo  que yo haga  contigo  repercutirá en mí. Todo vibra, todo tiene vida,  y  debemos  tratarlo con   amor.  Un niño, un árbol,  una  computadora, un auto,  el reino animal, vegetal, y mineral.  Si  dañamos el  ecosistema  tarde o temprano nos cobrarán  la factura.  Los incendios forestales, terremotos, inundaciones, erupciones  volcánicas son un fiel  reflejo de  ello.  El recalentamiento del planeta, el Eje inclinado,  los  polos y  hielo desintegrándose provocan los huracanes y  maremotos.  La tierra necesita  encontrar  el equilibrio.

Luchar por una sociedad  más justa.   Amar al género humano  incluyendo a  nuestros  enemigos.  Amar a  Dios es  amarnos  a nosotros mismos.   Mantener  ilusiones a cualquier edad.  Cultivemos hábitos  que nos fortalezcan.  Tratemos de  alcanzar nuestras  metas, grandes o pequeñas.  No hay  nada imposible  para  el hombre. Trabajar honrada  y  dignamente es servir a nuestros semejantes.  Tomarse  unas vacaciones.  Creer  en  Dios  nos dará  la certeza de estar en el camino correcto.  Obtendremos un corazón  tranquilo  tan  necesario para  atraer  la  buena  fortuna.

¿Usas drogas  para  escapar de las  frustraciones?


 


No se lo recomiendo a  nadie.  Son dañinas y  demuestras cobardía  y  falta  de adaptación.  Tienes  poca  capacidad para  la frustración.  Los viciosos son neuróticos en  potencia.  Alcohólicos, cocainómanos, narcos, prostitutas, están enfermos del alma. Tienen  graves problemas emocionales.  Caen  en un  círculo vicioso del que no saldrán victoriosos. Entre mayor dependencia más se complican  la vida.  Anhelan  escapar de  su  realidad.  Todos tenemos  problemas pero no reaccionamos de la misma  manera. Cuando tocan fondo desean cambiar y buscan  ayuda.  Si  su  deseo  es sincero  lo lograrán.  De  lo contrario,  se  hundirán cada vez más.  La terapia  grupal debe  alternarse con la fe en Dios.  AA, es un fiel ejemplo.  ¿Sabías  que  es  la mejor escuela para  adictos?

Un planeta  en  plena decadencia.



 

Nadie podrá negarlo, lo vemos cada  día.  El mundo es caótico pero aún conserva su encanto.  Vivimos en  constantes guerras,  familiares, políticas, nacionales.  En Tierra santa, palestinos e israelitas,  pelean en  nombre  de   su  religión.  Se bombardean, matando niños inocentes,   y  no hay  poder humano que los haga  recapacitar.  La Biblia,   El  talmud,  El Corán afirman  que  todos somos hijos de  un  solo Padre. Ateos, agnósticos, y  criminales,  lo ignoran  deliberadamente. Los judíos han  sido  rebeldes e indómitos desde el éxodo de Moisés.  Lo desobedecieron, cuando él los libró de  la esclavitud  en  manos  de los  egipcios.  El líder  subió al Monte Sinaí a orar y pasado  un  mes ya  estaban adorando al becerro de oro.  Es  decir,  rindiendo  culto a lo material. Enfurecido, Moisés molió al becerro y  le hizo tragar el polvo a los israelitas.  Éxodo  32-20.  Los palestinos son fanáticos,  sectarios, y  deben respetar la fe de otros pueblos.

 

Existe  el karma  mundial e individual



 

 

En el mundo hay  pestes  y  múltiples enfermedades debido al karma  mundial: covid 19, SIDA, cáncer, diabetes, infartos,  que  están  diezmando a la  población.   Estamos sobrepoblados y la naturaleza  es sabia.  No cuidamos  nuestra  alimentación  ni hacemos  deportes.  La ausencia  de  valores ha  llevado a los jóvenes a la precocidad sexual.  Los padres no saben educar a  sus hijos. La  Internet  y  el móvil nos están  haciendo mucho  daño.  Páginas prohibidas, brujería,  redes y  chateo ocioso.    Es  alarmante ver a sus hijos hablando  en  la  calle, escuela o casita todo el día.  Ni los vigilan  ni revisan  sus notas.  Como consecuencia aumentó  la drogadicción y  los embarazos  no deseados.  Jovencitas  de 13  años con muchachos  de 17.  ¿Qué  sentido de  responsabilidad  pueden  tener? Bueno,  los abuelos  los mantienen.

 Ciencia  y  tecnología.

 



 Todo cuanto existe  fue  creado por la mente.  Montañas,  ríos, hombres, guerras, hambre, epidemias, poemas, libros, tecnología, edificios,  etc.  Hagamos  de este mundo un lugar  más armonioso.   Los pensamientos positivos  atraen personas que vibran  en la misma frecuencia. Lo negativo atrae la oscuridad y malevolencia.  La ambición  desmedida te llevará   a los  peores crímenes.   Ama la sabiduría y  te rodearás de  académicos, artistas, sabios,  que  te  ayuden a  superarte.  Lee los libros que necesitas.  Atraemos lo que  somos en  esencia.


El dinero  y  sus dos  caras.



 

 Una buena y  otra  mala.  La  civilización actual rinde culto a lo material.  Es  una falacia  cuando afirma: “Cuanto tienes,  tanto vales”.  Son  clichés  que nos ha inculcado  una  sociedad mercantilista.  Medimos a las personas por  su  apariencia exterior.  Cuando lo  valioso son  los  sentimientos y  un  corazón generoso.  Sin  embargo, hasta para hacer  el bien necesitamos dinero:   Apoyar un  asilo, un orfanato,  proteger las especies,  reforestar, preservar los ríos.  Necesitamos vestirnos y comer  sanamente.  Un techo, una cama, una mesa y  dos sillas, y la mejor actitud mental.  Adquirimos artículos superfluos que  antaño no necesitábamos: microondas, teléfono,  lavadora, Tv,  Internet,  computadora, papel  de baño,  pañales, etc.  

Nos dejamos llevar por la  publicidad.  Te  dicen, compra, compra  y   terminas haciéndolo.  ¿Qué  pasaría  si  viviéramos  en una isla desierta donde no  existe la tecnología?  Seguro  sobreviviríamos en plena selva.  Buscaríamos una  cueva y  sembraríamos hortalizas, frutos, palmeras.  Aprenderíamos  a  cazar y  pescar.  ¿Seríamos más felices alejados de  la civilización?  Estoy   seguro  que  sí.

“El sosiego  interior  que  apetecemos, está  en  nosotros pero no lo  vemos; está en  nosotros  pero no lo vemos”.

 


 Hay  quienes se pasan la vida  trabajando  sin darse  un   respiro. Amasan una  fortuna y  cuando quieren disfrutarlo ya  están enfermos.  Ya no les queda tiempo.   Sus propiedades les traen  preocupaciones  por  tantos asaltos y  secuestros.  Alguien  te  observa y siente envidia.  El insomnio  acelerará tu  final.  En la edad del hierro imperan la maldad y la mentira.  No obstante, aún existe  gente honesta,  caritativa, y con  grandes  valores,   La gente vive angustiada  por crímenes y   epidemias.  No puedes pasearte  libremente  en  la  calle.  Ni  lucir tu Mercedes Ben ni joyas.  Te los arrebatarán.  O andas bien armado o cargas guardaespaldas.  ¿Dónde quedó tu tranquilidad?

¿La vida en el  campo nos  trae sosiego  interior?



 

Con  todas  sus limitaciones es la más sana. Un  campesino  vive al  día  con lo estrictamente necesario.  Duerme tranquilo, come a sus horas, y  tiene una familia  que lo ama.  Un  rebaño de cabras u  ovejas  que  son su  patrimonio.  Una esposa  que lo auxilia  y satisface.  Él la  hace  feliz y no  tiene necesidad de  serle infiel.   El  trabajo del  campo los absorbe y  la cosecha los entusiasma.  Vivir  en contacto con  la naturaleza es un  regalo del cielo. No se  vive  de  prisa como en las grandes ciudades.  Hay  un  Sol maravilloso que al  verlo nos llena  de  regocijo.  La pobreza  no es un  obstáculo para ser afortunados.  Vivir conformes sin envidiar  a  nadie.   Orar  y  creer en Dios.  La  oración  es el  poder más grande  que  existe  sobre  la  tierra. Lo  creas  o no.

La inmigración a las grandes capitales.



                                                                                                                                                                                                                                

Nunca habíamos visto tantas migraciones masivas de ciudadanos latinos, africanos,  chinos, coreanos, etc. Todo mundo busca el cuerno de  la abundancia en EE.UU,  Francia,  Alemania, Canadá.   Es  un  espejismo cruel.  Ya no existe.   Los extranjeros son explotados o mueren  en  el desierto.  La discriminación está más recrudecida  que nunca.  Viven huyendo de la migra  y  se conforman con ganar unos dólares.  En los países  desarrollados no siempre están las  mejores oportunidades.  En  cualquier población podemos vivir dignamente.  No necesitamos grandes  riquezas ni  convertirnos  en delincuentes.  Quienes   creemos  en  Dios no lo haríamos.  Sabemos  que  la oración  es  la llave del éxito  que  nos abre todas  las  puertas.

El mundo del hampa




Los criminales y políticos quieren ser millonarios de la noche  a la mañana.   Ni siquiera ejercen su profesión.  No les gusta  trabajar.                                                                                                                       No les importa  perjudicar a su país.  Son ateos y  tienen pactos  con la muerte: Narcotraficantes, secuestradores, proxenetas, estafadores.  Saben el daño  que  hacen con  un dinero manchado de  sangre.  Viven  temerosos  de perder  el poder o ser  deportados.  Obviamente  no son  felices.  La ambición es un vicio que  nos envilece.  

Viven angustiados por tener  enemigos  por todas partes.




Suponen  equivocadamente  que  el dinero mal habido los llenará de júbilo. No tienen   idea del karma que  se echan a cuestas. Hemos visto cómo  mueren   bajo las metralletas sin  que  nadie los reclame.  A un judicial o un narco  nadie los siente.   La gente honrada  se  siente liberada  del peligro que  representan.                                                                                                                                                                           


                                                                                                                                                                                                                      
¿De  qué le sirvieron a Pablo Emilio Escobar  (capo colombiano) todas sus propiedades? El narco más sanguinario conocido murió demasiado  joven.  Quien será rico  por  destino no tiene necesidad  de robar o matar.  Nacerá  en  colchón de plumas y trabajando  poco  le llegará  la fortuna.  Es  el dharma (premio)  ganado en vidas anteriores.  Cuando cambiamos nuestros moldes de conducta equivocada  cambian  automáticamente las circunstancias.  El hombre  virtuoso,  tarde   o temprano encontrará  la  dicha. 

¿Cómo atraer  la  buena  suerte?



 

 

                                                                                                            Leyendo la palabra sagrada.   Los  Diez mandamientos  no están errados. Pero el hombre no se rige  por leyes  sino por inercia y malos hábitos.  Le cuesta  desterrar la mala voluntad  por  ser hijos  del pecado original. Eso no significa  que  no podamos  cambiar.  Pondré un ejemplo  que  leí hace mucho.   Caminas por la calle llevando  un  solo dólar.  Encuentras a un  indigente muy enfermo.  Regálale el dólar.   No  temas y  digas: “me quedaré  sin nada”.  Para  tu  sorpresa verás  que se multiplicará eso que diste con  tanta generosidad.   La divinidad  no se queda con nada.  De tal causa tal efecto.   Te  lo digo por experiencia.  Nunca  prestes dinero porque  será motivo  de  discordias.  Los seres humanos no somos precisamente agradecidos.  Conocemos a muchos  necesitado y mejor regálales una receta, una despensa,  cancéla una deuda.   Ayuda de acuerdo a tus condiciones.  Recuerda: “Hay  más  satisfacción  en  dar que en  recibir”.   Dar  hasta  que  duela y  cuando duela  hay  que  dar más.  Madre Teresa  de  Calcuta.




VIII  Cap.  del libro:  "Te  regalo  100  gramos  de  felicidad".     Próximo  a  publicarse.

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