Históricamente hablando de la felicidad
Cádiz Molina
¿Ustedes creen
que el hombre de las
cavernas era feliz? Según investigadores vivían
en cuevas, cazaban mamuts,
pescaban y alimentaban con yerbas.
Los imagino físicamente fuertes,
altos. Con un carácter indómito e instintos fuera de
control. Comían y
dormían a placer. Tal vez a
su manera disfrutaban la
existencia. Supongo que tenían muchas
mujeres y seguramente había un macho alfa como líder dominante en una manada de leones. Parir un hijo era
similar al parto de una jirafa.
Pocos lograban sobrevivir. No tenían un concepto definido de la dicha.
Ningún ser humano sobrevive bajo las inclemencias del Sol o la nieve, pero sí bajo una cueva. Debieron ser presa fácil de los depredadores. Semi cubiertos de
pieles se adaptaron a los cambios de la naturaleza. La adaptación a cualquier contingencia es
la capacidad que
tiene el ser humano por su inteligencia.
Los dinosaurios murieron porque
no se acoplaron al nuevo clima (¡Uuy
qué delicados!). Los eruditos tienen
diferentes tesis sobre el origen del hombre.
Veamos algunas:
Charles Dawuin.
Afirma en su libro: “La evolución de las especies”, que somos monos. Es decir animales, no somos ángeles ni minerales, sino una especie llamada homo sapiens. Primates mamíferos vertebrados. Que compartimos con los chimpancés el 99 por ciento de nuestros genes. ¿Ustedes creen que los monos son dichosos en su hábitat natural? Se ven hiper activos y juguetones. Llevan una intensa vida sexual. ¿Te gustaría ser uno de ellos? Habría que preguntarles si son dichosos y seguramente nos contestarán a señas. ¿Se imaginan brincar de rama en rama y gozando diariamente?
Obviamente, la ciencia
suele equivocarse y es enemiga de
la fe. Teorías
van o vienen pero al final se
retoman las antiguas.
He aquí una
reseña de varias tesis sobre
la felicidad. Las
iremos conociendo gradualmente:
Adán y Eva.
Dice que vivían en
un paraíso. Se
alimentaban con miel, frutos,
y se comunicaban con
las especies. Convivían con
los ángeles y
hablaban con el creador.
Nada les faltaba y tenían
paz y amor como requisitos para
la dicha. Sin embargo
(por ley de polaridad) a la par
de la bondad, Dios
creó la maldad representada por
una serpiente que los tentó. El
creador les había dicho: “Comeréis de todo menos del árbol del conocimiento
del bien y del mal”. Sin embargo lo desobedecieron. Los humanos no somos prudentes ni sensatos. ¿Por
qué perder los
poderes que Dios les
había dado?
La mujer es curiosa
por naturaleza y la serpiente la convenció:
“Si coméis esta manzana conoceréis el bien y el mal”.
Adán, se resistió pero al final sucumbió. Y, bueno, terminaron fornicando y luego se
avergonzaron de su desnudez. ¡Echaron por la borda
el Edén! Cayeron de la gracia de Dios y nos condenaron a morir: “Te ganarás el pan con el
sudor de tu frente”. “Parirás a
tus hijos con dolor”. ¡Vaya
sentencia fatal que nos legaron!
Tuvieron dos hijos, Caín, y Abel, fruto del pecado original.
Por envidia Caín mató a Abel. La maldad y violencia forman parte de nuestra naturaleza.
No lo podemos negar. Tampoco que
el alma tiene un origen divino y el cuerpo otro terrenal. Somos una trinidad perfecta. Cuerpo, alma, y espíritu (pensamiento). Tenemos la
tendencia al mal pero también
sentimientos que nos ennoblecen. El polo positivo y negativo. Elijamos el mejor.
El corazón es la
morada del alma, la chispa divina que traemos al nacer. El maestro interno. Conciencia, Yo superior. El alma anhela hacer el bien pero el cuerpo
se lo impide. Los sabios
lo saben y se guían por la voz
del corazón. Dice La Biblia: “es necesario nacer de nuevo del agua y del espíritu. Eliminar los
7 defectos capitales para alcanzar la
felicidad”. Si piensan que esto es imposible. Aquí les van algunos nombres de seres que lograron la inmortalidad y el nirvana: Orfeo, El Buda, Zoroastro,
Quetzalcóatl, Jesús de
Nazaret, Pitágoras, Confucio,
Saint Germain, Kukulkán, etc.
El libre albedrío es
lo más sagrado que Dios nos dio. Podemos elegir el camino ascendente o descendente. Todo se registra en el
libro de la vida. La ignorancia es el más grave pecado de la humanidad. Pitágoras, afirmaba: “aprender es recordar". Platón, su más aclamado discípulo decía que el conocimiento es reminiscencia de otras vidas. "En lo que tu sabes en eso te conviertes". “Todo cambia, todo se
transforma, nada permanece estático”, afirma la Física.
Pitágoras
Nació en la isla de Samos, Grecia. Gran iniciado griego fue quien acuñó el termino: Filosofía. Fundador de las matemáticas sagradas. Se dice que era hijo de Apolo, el Dios solar de la medicina y la música. Todo el concepto de que existe un mundo eterno que no es revelado a los sentidos sino al intelecto. Cuenta Jámblico (historiador) que el oráculo informó a su padre Mnesarco, que su esposa Patenis estaba embarazada de un niño que sobrepasaría en gloria y belleza a todos los demás. Impresionado por esta profecía hizo que su esposa cambiara de nombre a Pitasis. En honor de la sacerdotisa del oráculo. De ahí el nombre de Pitágoras. Por la nobleza de su origen recibió una educación especial.
Muy joven entabló amistad con Anaximandro y Tales de Mileto. Este último le recomendó que visitara Egipto para ser iniciado en los sagrados misterios de Hermes Trimegisto. La tierra de Osiris, Isis, y Toth. Por eso los eruditos ven en Egipto el verdadero origen de la filosofía occidental. Pitágoras, estudió con los hierofantes egipcios durante 20 años. En Tebas, Menfis, y otras ilustres ciudades. Probó su amor a la sabiduría con su disciplina. Aprendió los misterios de la geometría. Con los magos de Babilonia, aprendió astrología. Visitó a los brahmanes, y lamas tibetanos, y de ellos aprendió la anatomía del alma y los principios del karma. Llenó su mente de la sabiduría de las edades como si tuviera 10 o 20 vidas a su disposición.
A su regreso fundó una escuela en Crotona, Grecia. Exigía que sus alumnos aprendieran música, geometría, y psicología: "Domina tus pasiones para que puedas en verdad ser libre". Su academia para educar el alma dio origen a las universidades actuales. Un discípulo le preguntó un día: "Maestro, ¿Cuándo se nos permitirá acercarnos a una mujer? Le contestó: "Cuando estés cansado de tu reposo". Todas las mañanas emprendían largas caminatas en una montaña y hacían ejercicios antes de tomar sus alimentos y lecciones.
La felicidad
en el antiguo Egipto.
Cómo concebían la dicha en la llamada cuna de la civilización. Cinco mil años a.C. era una cultura próspera basada en la agricultura, ganadería, comercio y esclavitud de otros pueblos. Tuvieron gran esplendor durante la dinastía de los Faraones. Los israelitas fueron sus esclavos durante 300 años. Obviamente, con trabajos forzados y mal alimentados no eran felices. Si se enfermaban ellos solos se curaban. Generalmente morían. Tenían un promedio de vida de 30 años.
La dinastía
faraónica y sacerdotal era
otro mundo. En sus palacios
había orfebres, artistas, escribanos,
cocineros. Viajaban en
lujosas carretas o cargados por hombres fuertes. En
estelas y bajos relieves
escribieron su historia. Los arqueólogos intentan descifrarlos. Su
religión era politeísta (muchos dioses). Osiris, Isis, Toht, etc. Se expresaban
con metáforas y
alegorías. Las tumbas de los
faraones eran verdaderos mausoleos. Creían en la
reencarnación y se preparaban
para el viaje a la
eternidad. En sus tumbas se encontraron apetitosas viandas,
ropajes elegantes, perfumes, y Dioses
que los guiaban. En
la tumba de Tutankamón
(1922) había perfumes que aún
conservaban su esencia original después de 3000 años.
El río Nilo fue la
fuente de su riqueza ganadera y agrícola.
Como en la actualidad la sociedad
estaban divididos en clases. Alta, media, y baja. La clase media la conformaban artistas, sacerdotes, historiadores, profetas. Expresaron en una obra, “El libro de los
muertos”: “al morir todos seremos enjuiciados
y un juez sopesará nuestras obras buenas y malas. Al
alma se le signan diferentes planos de acuerdo a su evolución.
Veremos nuestra vida en retrospectiva como en una película".
Todo esto corroborado actualmente
por la metafísica. Cosmogónicamente los egipcios eran un
pueblo avanzado. Las religiones judía, cristiana, islámica,
hindú, y budista retomaron muchos de sus
conceptos. “Nada nuevo hay bajo
el Sol”. También influenciaron a griegos, romanos, persas, chinos.
Para ser
felices necesitamos paz interior.
Dudo mucho que un
faraón explotador tuviera la
conciencia tranquila. Mataban
niños, esclavos rebeldes, y mujeres
adúlteras. Moisés, fue
elegido para liberar a su pueblo de la esclavitud. Siendo un bebé hebreo fue adoptado
por una hermana del faraón y al
crecer mató a un capataz
egipcio que golpeaba
salvajemente a un israelita. Huyó al desierto donde se convirtió
en pastor. Ahí le habló Dios en una
zarza ardiendo. Su hermano Aarón lo acompañó a solicitar al faraón liberar a los israelitas. Ramsés
II se negó y
les llovieron plagas y
pestes. Por fin se rindió
permitiéndoles escapar. El faraón
se arrepintió y los persiguió. Con
el bastón de los patriarcas (Verga) Moisés abrió el mar rojo y dejó
pasar a los hebreos. Luego se tragó completo al ejército egipcio. Moisés era un gran
iniciado en filosofía hermética. Tenía poderes como todos los grandes líderes espirituales.
La
felicidad en la cultura griega.
Eudaimonia.
Algunos filósofos griegos tienen posturas similares sobre la Eudaimonia (felicidad). Vocablo que procede de dos palabras griegas que significan:”bueno”, y daimon, que significa espíritu. Los filósofos, Sócrates, Aristóteles, y Platón, coincidían en que las virtudes son necesarias para alcanzar la Eudaimonia. Aunque vivieron a.C. sus posturas son semejantes a las de la Biblia. ¿Simple coincidencia o sabiduría universal? ¿El conocimiento del infinito no es privilegio de culturas y épocas? Por supuesto, los filósofos estudiaban religiones, arte, misticismo, y ciencias. Como amantes de la sabiduría les interesaba encontrar el camino de la dicha. Los iluminados tienen como característica su desapego a las cosas materiales. Nos dejaron su valioso legado.
Pirro.
Filósofo, fundador
de la Adiaforia que
significa indiferencia de las
cosas mundanas. Suspensión del juicio sobre lo material.
“Ese desapego nos llevará a
la felicidad real.
Porque todas las
cosas relacionadas con
la felicidad son inestables. Incluyendo la moral, la virtud,
el amor erótico, etc. Nuestro juicio no
puede discernir lo
verdadero y lo falso, pues todo es indeterminado e
inestable”. Es decir tiene un final.
Epícuro.
Como sabemos basa su concepto de
felicidad en el placer
que conllevan las
cosas y fue considerado un hedonista. “La buena vida
es el buen
placer que uno se procure. La buena
mesa y una poderosa sexualidad”.
Contempla la ausencia de dolor
que debe desecharse.
También enfatiza que
hay que ser
virtuosos para alcanzar la Eudaimonia. De
esta manera jamás sufriremos dolores ni tormentos. “Valora la experiencia
como fuente de sabiduría y
serás feliz”.
Los estoicos
También los estoicos, nos dicen
que una vida feliz
es acorde con lo moralmente virtuoso. Una
actitud correcta como podría ser
la moderación, la fortaleza y la autodisciplina serían perfectas para una vida holísticamente buena. Todo lo contrario a esta disciplina
serían los vicios. Alcohol, drogas, juegos de
azar, envidia, gula, codicia,
pereza, lujuria, orgullo, etc. Como pueden ver los filósofos tienen posturas semejantes sobre la felicidad. Debido a esa convergencia su estrella sigue
brillando en el firmamento de los grandes pensadores. Nunca fueron egoístas y entendieron la felicidad como un todo.
La felicidad en la cultura maya.
La abuela Margarita,
curandera y guardiana de la
tradición maya nos dice: “nuestro
origen es la madre
tierra y el padre
Sol. ¡La felicidad es
tan sencilla, consiste en
respetar lo que somos, y somos tierra, cosmos, y gran
espíritu!”.
Nuestros antepasados
mayas nos legaron enseñanzas
fabulosas para aplicarlas en nuestra vida. Mensajes que
podemos practicar fácilmente.
Consejos para afrontar las situaciones difíciles de la mejor manera. Una cultura caracterizada por su
sabiduría de la cual podemos aprender mucho. Nos
dicen cómo llegar a la
felicidad y el
amor. He aquí 4 principios fundamentales
de su cosmogonía:
“El que
cree, crea, el que crea hace; el que hace
se transforma así mismo y
a la sociedad en la
que vive”. ----Proverbio maya-.
1.-Ser impecable con
nuestras palabras. Cada
mensaje trasmitido da cuenta
de cómo somos. Por lo tanto, es importante pensara antes de hablar para trasmitir
el mensaje adecuado. Ser coherentes
entre lo que
pensamos y decimos. Honrar nuestras acciones es honrarnos a
nosotros mismos.
“¡Baja la guardia no somos perfectos!, y podemos convertir cada error
en un aprendizaje”. Filosofía maya.
2.- Nada es
personal. No debemos tomar
nada a pecho.
Las otras personas
tienen la libertad de
actuar como deseen.
No nos sintamos el centro del universo. Creer en Dios no significa que
lo seamos. Debemos preocuparnos por nuestras
acciones y no por las de
los demás. Cada
uno de nosotros es responsable de sus actos.
“Dejar fluir
significa sorprendernos con lo que
la vida nos traiga
aprovechando cada circunstancia para el aprendizaje. El universo
conspira para hacer realidad nuestros
sueños”. Siempre y cuando no dañemos a lo que nos rodea". Sabiduría maya.
3.- Hacer suposiciones
está de más.
Cuando suponemos estamos
dando paso a que
se apoderen de
nosotros, creencias falsas
que nos generan
malestar. Cada uno de nosotros tiene su propia visión
de la verdad, así que si
tienes duda mejor pregunta. Tal vez lo
que pienses está sesgado.
Y lo mejor es contar
con el otro para
encontrar entre ambos una
visión compartida. No siempre vas
a saber lo que va a
suceder. Deja que la
vida fluya.
“Crear realidades donde no las hay solo nos lleva al malestar. No te hagas daño, cuenta con lo que está en tus manos”. Hay un cielo y un mar hermosos que podemos disfrutar". Un Sol generoso y muchos hermanos que nos aman.
Maya significa: dominio de los 4 elementos de la naturaleza.
4.- Realizar el máximo esfuerzo. Este principio es el que engloba todos los demás. Si se cumplen los tres anteriores, se facilita que se cumpla este. No significa que luchemos hasta el cansancio. Seamos conscientes de lo que podamos dar y lleguemos a un equilibrio. No consisten en hacer mucho o poco esfuerzo. Al hacer mucho terminaríamos agotados y al hacer poco también, y lleva a la frustración. Entonces hay que dar en la justa medida. Ser conscientes de lo que somos, como nos relacionamos y lo que podemos dar. Potenciar el autoconocimiento. Aprovecha cada fracaso como ventana a la sabiduría. Aprende de tus errores. ¿Sabes quién eres y hasta dónde puedes llegar?
“Nada puede oscurecer la luz que hay en tu interior”. Mayas, Gnósticos, y rosacruces.
.
La sabiduría maya es una
forma increíble de afrontar
las situaciones adversas y
de aprender cada día lo que
la vida nos ofrece.
IX Cap. Del libro: “Te regalo 100 gramos de felicidad”. Próximo a publicarse.
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