José de Cádiz
me besas furiosa y tomando todo lo que yo te ofrezco
la vida te entrega la dicha y la gloria en un solo instante
No tengo palabras para agradecerte la miel de tus besos
me enervas todito pensando que siempre podré complacerte
el alfa y omega se funde en nosotros sin tiempo ni espacios
Afuera se escuchan la lluvia y grillitos trinando nostálgicos
parece que nunca cesarán tormentas en noche tan mágica
truenos y relámpagos como fiel reflejo de cuerpos en éxtasis
dos seres deciden prolongar con ímpetu su ardiente erotismo
Estrecho y succiono delicadamente el néctar de tus senos
tu gimes y exiges que no se concluyan orgasmos intrépidos
descanso y respiro por breves momentos para prolongarme
me opongo a que el fuego se extinga como muerte súbita
Dos horas en éxtasis y reposan cuerpos como de angelitos
que no permitieron que el oro potable se les extinguiera
los sabios conocen dónde está ese fuego de la eternidad
Por fin encontraron la llamada fuente de la juventud.
"En el enseminis u oro potable se encuentra la fuente de la juventud". Alquimistas
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