Cap. XVII
El precio de la fama
José
de Cádiz
Salí
de mi departamento y abordé el jeep. Era confortable y rentado por tiempo
indefinido. Me sorprendió encontrar a Marilyn puntual y vestida de monja. Nadie la reconocería con el hábito. Sonreí
por su ingenio y subí las dos maletas que portaba. En el trayecto me dijo que tenía hambre y
pasamos a tomar algo sobre la carretera nacional México-Acapulco. Pedí un café y le pregunté dónde se encontrarían con Fabiola. Contestó:
--Le
llamaré para informarle dónde me hospedo.
--Nunca creí que aceptaría tu invitación.
--Se
nota que es una gran chica. ¿Te llevas bien con ella?
--Pues,
un poco.
--Vas
a tener que soportarnos a las dos.
--Aquí
tienes el diario. Lo olvidaste en mi casa.
--Pensé
que estaba en buenas manos. ¿Qué te pareció?
--¡Formidable!
¿Me permitirás seguirlo leyendo?
--Claro
que sí. Siempre que nuestros paseos te lo permitan.
Continuamos
el viaje sin contratiempos. En el camino la interrogué:
--Norma, me gustaría saber quién te golpeó en el hotel. ¿Fueron los agentes del FBI que te vigilaban en el puerto?
--No. Fueron sicarios enviados por el capo Sam Giancana.
--¿Qué tienes que ver tú con un mafioso?
--Recuerda
que tuve una aventura amorosa con él. Sabe que escribo un diario y teme que mencione su conflicto con los Kennedy.
--Por
lo visto tu diario es temido y codiciado por todos.
--Mi
casa es vigilada todo el tiempo. He encontrado micrófonos ocultos hasta en la cocina. Por eso ya no quiero regresar. Me compraré un departamento en el centro
de los Ángeles.
--¿Y
si destruyeras tu diario para evitarte problemas?
--¡No,
eso jamás! Es lo más valioso que tengo, y mi mejor compañía. ¿Acaso destruirías tus poesías porque a alguien no le gustan?
--Por supuesto que no. La propiedad intelectual es
sagrada.
Llegamos
de madrugada a Taxco. Le sugerí que se
hospedara en un hotel-hacienda en las afueras de la ciudad. Contaba con un arroyo de aguas mansas y una cuadra
de caballos. Desde ahí podríamos desplazarnos a cualquier
parte. La actriz se registró con otro nombre y ni siquiera se quitó el hábito. Pidió 2 cuartos por separado y pagó en
efectivo. Le llevé las maletas a su
habitación. En la puerta le dije quedito:
--Podríamos pasar un rato muy agradable…
--No,
Joe, tu novia está por llegar. Me siento
como una invasora. Por favor que ella no
sepa lo que sucedió en tu departamento.
--Veo
que no te importa lo que siento por ti.
--Lo
que sientes por mí es deseo. Estás confundiendo el amor con la pasión. He
cumplido todas tus fantasías. ¿Qué más
quieres de mí?
--Quiero
amarte, hacerte feliz. Te adoro y no podría vivir sin ti.
--Mira, esa historia ya me la sé. Todos los hombres dicen lo mismo. Al menos sé un poco original. Aquí tienes el diario por si
quieres seguir leyendo –-me besó en la
mejilla y entró de prisa a su cuarto.
Me
sentía hondamente desilusionado. Trataba
a una mujer de reacciones
contradictorias. Ocasionalmente huraña, evasiva, tan hermosa como impredecible.
A veces cariñosa, tierna, o lejana y
llena de misterio. Era lo que me gustaba de ella, esa amalgama de sentimientos
indescifrables. Estaba seguro de
adorarla y dispuesto a hacer cualquier sacrificio por ella. ¿De veras estaba confundiendo
el amor con la pasión? En ese momento no sabía ni lo que sentía.
El
administrador me sonrió como adivinando mi malestar.
Pasé de largo sin saludarlo. En mi cuarto sentí el impulso de
golpear las paredes. Tampoco tenía ganas de leer el maldito diario. Marilyn me lo ofreció como un caramelo a un niño. Y todo por culpa de Fabiola, ¿por qué tenía
que haber llegado intempestivamente a mi
departamento?
Desencajado
me recosté quedándome dormido. Me
levanté muy tarde. Tomé un baño y fui al
cuarto de Marilyn. Finalmente estaba ahí para cuidarla y no tenía
por qué sobrepasar mis funciones. Ni
tomarme otras atribuciones. Toqué, pero
nadie contestó. Una empleada me informó:
“la señorita se encuentra en la alberca”.
Efectivamente, pero no estaba sola, Fabiola la acompañaba. Al verme esbozó una sonrisa de triunfo y sentí
ganas de estrangularla. Marilyn fue más considerada:
--Te
esperamos para desayunar.
--Gracias,
pero no era necesario.
La
diva agregó:
--Ahora somos tres amigos y nos vamos a divertirnos juntos. Fabiola ya está instalada en su habitación. A partir de ahora los gastos corren por mi cuenta.
--Ahora somos tres amigos y nos vamos a divertirnos juntos. Fabiola ya está instalada en su habitación. A partir de ahora los gastos corren por mi cuenta.
Traté
de poner buena cara. Era mejor disimular mi malestar. Desayunamos y la actriz quiso probar antojitos
mexicanos. Al final les sugerí que
recorriéramos la hacienda. Tenía una
vista espectacular de las montañas. A
distancia observamos una milpa y campesinos trabajando. La parcela contaba con árboles de naranjos en flor. El
olor a flores de azar nos invadió generosamente. A Marilyn le encantaba caminar. Sonreía satisfecha porque ahí nadie la conocía.
Extenuados,
nos sentamos bajo un frondoso árbol. Fabiola comentó:
--Taxco de Alarcón, es una ciudad mágica y viven artistas de todas latitudes. Sus construcciones son de otra época. La catedral de Santa Prisca es una
maravilla. Fue subsidiada por el
conocido platero Wiliam Spratling. Se
fabrican las joyas de plata más exquisitas. También muebles coloniales.
--Compraré
algunos para decorar mi casa –contestó Marilyn--. Dicen que la artesanía de
plata es la mejor del mundo. ¿Por qué tan
callado, Joe?
--
¡Claro, si mis abuelos son de aquí! Los visito con
frecuencia.
--¡Viven aquí tus abuelitos! Yo hubieran querido tener los míos. ¿También tienes los tuyos, Joe?
–preguntó Marilyn.
--Por
parte de mi madre. Radican en la Costa grande de Guerrero. Cuando quieras te llevo a visitarlos.
--Necesitaría
venirme a vivir un mes por acá.
Podríamos recorrer cada rincón de estos paisajes. Quizá
más adelante pueda hacerlo.
Continuamos caminando hasta encontrarnos con el arrollo cristalino y nos detuvimos un momento. En un remanso de agua la actriz se inclinó y contempló detenidamente su imagen. Sumida en profundas reflexiones no osamos interrumpirla. Pasados unos minutos Fabiola le preguntó:
Continuamos caminando hasta encontrarnos con el arrollo cristalino y nos detuvimos un momento. En un remanso de agua la actriz se inclinó y contempló detenidamente su imagen. Sumida en profundas reflexiones no osamos interrumpirla. Pasados unos minutos Fabiola le preguntó:
--¿Te
gustaría bañarte?
--En
otra ocasión. Ahora hay que regresar
al hotel.
En el camino encontramos
el potrero. La actriz exclamó entusiasmada:
--¡Caballos
galopando! ¡Me gustaría trotar en ese potro!
--¿No
me digas que sabes montar?—le pregunté.
--Pues,
no, pero puedo aprender.
--Yo
te enseñaré --respondió Fabiola—, mi
abuelo me enseñó desde pequeña.
--Qué
suerte la mía. ¿Ves, cómo a todo se
aprende, Joe?
Llegamos
al albergue justo a la hora de la comida. Desde lejos se percibe el olor a cocina
mexicana. Degustamos una riquísima
barbacoa. Al terminar Fabiola y Marilyn
se encerraron en su habitación para asearse. Tenía una magnifica oportunidad para continuar el diario. Fui a la alberca y me lancé al agua. Salí y me recosté en un sillón dispuesto a leerlo:
30
agosto, 1943
“¡Dentro
de poco haré mi primer desfile de modas! Amirka insiste en hacerse rica de la
noche a la mañana. El fotógrafo dice que
si filma películas porno ya no podrá ser modelo. No es bien visto en este
medio que las modelos tengan actividades fuera de lo común. Le cancelarían la
beca y jamás modelaría en una pasarela.
Cuando se la presenté a Ángelo le
sugirió probar suerte con un cine más comercial: "Si lo que quieres es
fama Hollywood te la proporciona en bandeja de plata. Debes estudiar actuación y no simplemente
acostarte con tipos lujuriosos". Pero a mi amiga le interesa el dinero
contante y sonante.
El
fotógrafo me pidió dejar de frecuentarla por ser una mala influencia. Sin
embargo es mi amiga y respeta mis aspiraciones. Nunca me impone sus ideas y es
generosa y divertida. Me hace reír con cada ocurrencia. Cuando la pretende un
hombre feo le pide prestados 10 mil dólares argumentando que su mamá está muy
enferma. Obviamente nadie quiere prestarle esa cantidad y dejan de molestarla.
"Así te quitas a cualquier garañón de encima, güerita", me dice
muerta de risa.
15
de septiembre, 1943
¡El próximo domingo por fin debutaré en una pasarela! Me muero de nervios e ignoro si podré salir adelante. Mis compañeras están felices y su optimismo me contagia. Los diseños son de Cristian Dior y están preciosos. Me dijeron que es una famosa diseñadora parisina. Con lo que gane compraré ropa, zapatillas, perfumes, todo lo que nunca he tenido. Ángelo me dijo que hará una nueva portada con mi imagen, ahora sí completamente vestida. Que con la primera sólo quisieron llamar la atención. Es curioso pero a partir de esa portada mucha gente me conoce. En la mañana visitamos las instalaciones donde será el desfile. Se repartieron cientos de invitaciones a señoras ricas. El profesor nos exigió practicar durante una hora sin público. Somos diez las modelos debutantes y las demás profesionales. Me da gusto que ahora Ángelo se lleva bien con Amirka y trata de ayudarla. Mi amiga jura que será una gran psicóloga aunque tenga que mover cielo y tierra.
¡El próximo domingo por fin debutaré en una pasarela! Me muero de nervios e ignoro si podré salir adelante. Mis compañeras están felices y su optimismo me contagia. Los diseños son de Cristian Dior y están preciosos. Me dijeron que es una famosa diseñadora parisina. Con lo que gane compraré ropa, zapatillas, perfumes, todo lo que nunca he tenido. Ángelo me dijo que hará una nueva portada con mi imagen, ahora sí completamente vestida. Que con la primera sólo quisieron llamar la atención. Es curioso pero a partir de esa portada mucha gente me conoce. En la mañana visitamos las instalaciones donde será el desfile. Se repartieron cientos de invitaciones a señoras ricas. El profesor nos exigió practicar durante una hora sin público. Somos diez las modelos debutantes y las demás profesionales. Me da gusto que ahora Ángelo se lleva bien con Amirka y trata de ayudarla. Mi amiga jura que será una gran psicóloga aunque tenga que mover cielo y tierra.
23
de septiembre, 1943
Nos
citaron a las 7 AM en la academia. ¡Qué nervios al levantarme y cambiarme de
ropa! Tomé un jugo de naranja.
Llegamos y ejercitamos la forma de caminar: "¡Uno, dos, tres,
pasitos cortos, muévanse con garbo niñas!", exclama el instructor. Luego
desayunamos té con verduras hervidas. Me
apetecían unos huevos con jamón y licuado de fresas pero nada de eso está
permitido. Insisten en que debemos estar
flacas como palillos. Amirka, luce esbelta y sensacional. Ángelo le prometió hacerle
una portada si desiste de hacer películas porno: "Eres bastante flacucha y las
estrellas porno deben ser más voluptuosas". Ella lo escucha en silencio. Más tarde el
fotógrafo nos llevó al desfile en su auto. En los camerinos había prisas y
gritos por doquier. Tal parece que aquí todos son neuróticos. Nos vestíamos en 3 minutos para estar de nuevo en la pasarela. Había un público femenino ansioso
por comprar diseños espectaculares. Yo estaba tan nerviosa que trastrabillé con las
zapatillas y por poco me caigo. Amirka fue la que mejor se comportó en el
escenario. Tiene gracia y donaire al caminar.
28
de septiembre, 1943
Después
del desfile Ángelo nos llevó a comer a un restaurante. En la noche quiso festejar nuestro debut en
un cabaret. Yo nunca había ido lugares de esos ni probados licores.
Nuestro amigo pidió una botella de champaña y sirvió tres copas. Le advertí que no tomaba. "Una
copa no te mareará, --dijo Amirka--, en esta vida hay que aprender de todo, Norma”. La
orquesta tocaba fantásticamente. El ambiente era animado y con luces multicolores.
Todo es nuevo y deslumbrante para mí.
Más tarde presentaron el show de una bailarina exótica. Yo nunca había
visto una mujer desnuda. Posteriormente Ángelo me invitó a bailar y no pude
negarme. Me gusta su caballerosidad y fino trato. En su mirada hay una
mezcla de ternura y fogosidad. ¿Así será de apasionado con las mujeres? Sus
manos fuertes estrechando mi cintura despertaron deseos inconfesables. Él
lo supo y apretó su cuerpo al mío. Yo temblaba al sentir su virilidad entre mis
piernas. Después bailó con Amirka ritmos afroantillanos y comprobé que los 2 lo hacen muy bien. Me sentía mareada y les
pedí que nos retiráramos. Es la primera vez que bebo champaña y no me gustó el sabor.
10
de octubre, 1943
Esta semana se terminó el curso en la academia. El
fotógrafo no ha venido a visitarme desde aquella noche. En casa me aburró, voy de compras, y oigo música en la radio. Amirka dice que todos juran que soy concubina de
Ángelo. “Somos amigos, nada más, --le expliqué-- y difundimos el rumor para
evitar que el asedio”. Contestó: “En este
medio nos ven como un manjar delicioso y la agencia más parece un prostíbulo.
Si aceptáramos las invitaciones de ejecutivos y políticos no tendríamos tiempo
ni de comer”. Le conté que Ángelo es casado y de mi desengaño matrimonial. Concluyó: “A una mujer divorciada la consideran
una leona en celo lista para montarla.
Yo nunca me casaré y así tendré las aventuras que quiera”. Me reí ante sus ocurrencias. Ángelo me atrae mucho pero no me conviene un
hombre casado. No quiero problemas con una esposa celosa. Necesito un
hombre exclusivamente para mí.
21
de octubre, 1943
En
un centro comercial encontré casualmente al fotógrafo. Me llevó a casa y
conversamos brevemente. Me comentó que uno de sus niños está enfermo y que no se
había podido comunicar conmigo. Lamenta
que su esposa no quiera tener más hijos pero él se muere por una niña. Me
insinuó que le gustaría tenerla aún con otra mujer. Me sonrojé sin saber qué
contestar. No se anda con rodeos para decir lo que quiere. Al despedirse me dijo:
"Eres lo más sublime que he conocido. Desde que te vi me atrajiste como un
imán. Te voy a confesar algo: estoy enamorado de ti”. Emocionada
sólo alcancé a balbucir--: Tu esposa e hijos te esperan. Finalizó diciendo
que admira mi entereza y deseo de salir adelante. Se marchó y me quedé
reflexionando en sus palabras. No puedo
evitar tenerle cierto resentimientos. Por su
culpa perdí a mi marido, si no hubiera insistido en que posara desnuda aún conservaría
mi matrimonio.
27 de octubre, 1943
¡Hoy
salió otra revista con mi imagen! Ahora con un vestido precioso. Ángelo
cumplió su palabra y es un hombre responsable. Me ofrecen trabajo en otras
agencias pero tengo contrato de exclusividad con esta empresa. Mis compañeras
me miran con envidia y otras con admiración. Amirka dice que soy la más bonita
del grupo y por eso me odian. Me advirtió: "La belleza y el éxito
te traen admiradores pero también malas voluntades". Por fin desistió de hacer películas porno y
Ángelo le sacará próximamente una portada.
Mi amiga me invitó a su casa para presentarme a sus padres. Ayer nos fuimos en el primer vuelo de la mañana rumbo a Dallas, Texas, y llegamos muy cansadas. ¡Dios santo si yo nunca me había subido a un avión! Cuando habló con ellos les dijo que soy como su hermana porque ella también es hija
única. Los señores son mulatos como Amirka pero amables y hospitalarios. Heredó
los ojos verdes de su papá y la sonrisa coqueta de su mamá. Su mayor ambición
es sacarlos de la pobreza en que viven.
“Han trabajado mucho para salir adelante. Soy todo lo que tienen en la
vida y no voy a defraudarlos". Siempre pensé que mi amiga, a pesar de
sus extravagancias, tiene buenos sentimientos.
7
de noviembre, 1943
Me cambié a un departamento más confortable. Tiene una vista preciosa frente a un
parque con muchos árboles. Esta mañana
nos fuimos de compras con Amirka y hasta
ahí llegó su novio a buscarla. Me lo presentó y ¡es un guapísimo estudiante de
ingeniería! Tengo que reconocer que hacen bonita pareja. Que envidia siento al
verlos caminar por la calle tomaditos de la mano. Así quisiera yo tener un novio, romántico, tierno, que me regalara flores, discos. Compramos varios vestidos, ropa interior, y un
perfume chanel No. 5. Saliendo del centro comercial se desató una tormenta y
nos refugiamos en un café. A mi amiga le
encanta la lluvia y se mojó todita con su novio. Los 2 son un par de loquitos. Nos despedimos de
buen humor y tomé un taxi. No pude evitar mojarme al llegar a casa. Me bañé con
agua tibia para evitar un resfriado. Rendida, me quedé dormida en un sofá. Me
despertó el timbre sonando insistente. Abrí la puerta y me sorprendió ver
a Ángelo completamente mojado. Traía una
bolsa de piel y lo invité a pasar.
8
de noviembre, 1943
Ángelo
llegó a mi departamento intempestivamente.
Todo empapado de lluvia explicó: “Discúlpame, pasaba por aquí y quise
saludarte. Bueno, también tenía ganas de
verte”. Tiritaba de frío y sólo acerté a darle una toalla. Me dijo:
"¿Me permites ducharme en tu baño y cambiarme de ropa? La traigo en esta
bolsa". Desconcertada tuve que decirle que sí. En el acto se quitó la camisa y sin querer admiré
su bien formado torso. El pecho es tan velludo como su vientre. Le
indiqué el baño y se metió a la regadera de prisa. Disfrutó el agua caliente
durante varios minutos. Salió cambiado y oliendo a limpio. Qué guapo se veía con sus vaqueros y una
camisa blanca. Le invité un café y se
sentó en la mesa. La situación era tensa
y no sabíamos cómo romper el hielo. Se disculpó por haber llegado
inesperadamente. Platicamos un
ratito y se despidió con un beso en
la mejilla que me estremeció. Vibré
todita como una hoja desprendida por el viento. Súbitamente pasó a mis labios
en forma arrebatada y no me pidió permiso para nada. Traté de resistirme pero su loción varonil me
subyugó. Hacía tiempo que no sentía las
manos fuertes de un hombre. Sus labios saben a miel, a gloria, y tensaron
mi cuerpo como cuerdas de guitarra.
Rotas las barreras nos abandonamos a la pasión más desenfrenada. Me
despojó de mi ropa, y él también se desvistió.
Me asusté ante el tamaño de su miembro. Lo que vino después es imposible
de describir.
29
de noviembre, 1943
Me
he convertido en amante de Ángelo y no me arrepiento. Me hace vibrar como nunca
nadie. En sus brazos me olvido de todo y no me importa que sea casado. Finalmente por él estoy en este medio. Si no
fuera su concubina lo sería de algún directivo decrépito, feo, y no me gustaría un hombre impotente. Viene casi diario a mi casa y ocasionalmente duerme conmigo.
Ha despertado en mí una sexualidad multi orgásmica y es un hombre extremadamente
viril. De su matrimonio nunca hablamos
nada. Después de todo no soy una niña
sino una mujer bella disfrutando de su cuerpo. Con él me siento protegida y realizada.
La incertidumbre me inquieta por no saber cuánto durará esta dicha. Todo puede
terminar abruptamente. Ángelo me está enseñando a manejar para comprarme un
auto. Amirka, aún no sabe lo que sucedió
entre nosotros. Se lo contaré con lujo de detalles en la
primera oportunidad.
7
de diciembre, 1943
Mi
vida transcurre entre pasarelas y la ansiedad de los besos de Ángelo. Al recordarlo me estremezco al punto de tener un orgasmo. No sé si amo a Ángelo o el deseo me consume. Tal vez también busco la protección de un padre. Modelar no me agrada pero me pagan muy bien. El sueldo en la fábrica no me alcanzaba para comprarme lo necesario. Modelar no me agrada porque me siento como un maniquí
inservible y los diseños son sumamente caros. Me abruman tantos desfiles y trapos por todos
lados. Las señoras ricas sólo vienen a matar el tedio y los remordimientos que
debe producir el ocio. Derrochan el dinero sin miramientos cuando pudieran
regalarlo a los huérfanos; dar de comer a indigentes que deambulan por la
ciudad. Desgraciadamente vivimos en un
mundo injusto y cruel. Por si fuera poco estamos a merced
de una guerra que parece no tener fin. Los periódicos hablan del exterminios en los campos de concentración de Alemania. Juran que Hitler es un dictador genocida. ¿Acaso los países aliados no matan gente?
15
de diciembre, 1943
Platicamos
con mi amiga en un restaurante. Me
escuchó entusiasmada y no pude evitar explayarme. Me dijo que ya esperaba este
desenlace: "Era obvio que se atraían mucho, pero recuerda que tiene esposa y no debes ilusionarte tanto. Si un hombre soltero te falla con más razón un
casado. Los hombres son infieles por
naturaleza y te aconsejo usarlos y desecharlos como papel higiénico. Es lo que
hago yo todo el tiempo. Primero dicen que te aman y luego te cambian por otra sin ninguna consideración. Los hombres piensan con el pene y no con el cerebro. Ángelo es un Pigmalión que sabe cobrar caro los favores. ¿Pensabas que
eran gratis las portadas, Norma? ¡Por supuesto que no, en esta vida todo tiene un
precio!". La escuché con atención y creo que dijo la verdad.
Mejor buscaré una oportunidad en Hollywood. ¿Todos los hombres son infieles? ¿También mi marido me engañaba? Amirka me dejó desconcertada pero reconozco su inteligencia. No en vano estudia psicología.
30
de diciembre, 1943
El trabajo transcurre con normalidad. Ángelo se ausenta durante días
y no ignoro está con su esposa. No puedo
evitar el aguijón de los celos pero debo resignarme a ser su amante. Ni puedo
esperar nada más. Sólo su mujer tiene
derecho a celarlo. Me duele saber que su cuerpo también se lo entrega a
otra. ¿Será bonita, gorda, fea? ¿Es una
mujer exitosa? Las dudas me atosigan todo el tiempo y quisiera terminar con esta
relación pero me faltan fuerzas. Un
cambio de ambiente me vendría bien. Voy a triunfar en el cine cueste lo que cueste. Amirka dice que los directores se acuestan con las actrices para darles un buen papel. No me importa y finalmente no tengo nada que perder. Como modelo no trascenderé ni haré cosas interesantes. Somos simples marionetas y el público considera que no tenemos sentimientos; que carecemos de inteligencia. Me iré a
vivir a Beberly hills para conocer a actores y productores famosos”.
Embebido
como estaba en la lectura no sentí le llegada de Fabiola. Preguntó:
--¿Leyendo
el diario de Marilyn?
--Sí, es extraordinario e interesante. ¿Te gustaría leerlo?
--No,
gracias. ¿No me trajeron acá a leer, verdad?
--Desde luego que no, pero ¿qué planes tienes?
--¡Qué
planes tienen ustedes! ¡Soy su invitada!
--Podríamos
hacer un recorrido por la ciudad.
--Es
muy tarde para eso, pero cerca de aquí hay una discoteca fabulosa. Pasaríamos una gran velada.
--Plantéale
a Marilyn tu propuesta.
Fabiola
animó a la actriz para salir a bailar. Fui a comprarme una ropa adecuada pues sólo contaba con el uniforme. Ellas se quedaron conversando en la cafetería. Las mujeres pueden pasar 24 horas charlando
sin aburrirse jamás.
Esa noche Marilyn
se disfrazó con una peluca y ropa sicodélica muy juvenil. Fabiola también se vistió espectacular. A las
diez en punto partimos a la discoteque.
En el trayecto Fabiola comentó:
--Invité
a un amigo para ir en parejas. Ya nos
espera en el antro.
--¡¿?!
Fragmentos de la novela: "El rostro oculto de Marilyn".
Fragmentos de la novela: "El rostro oculto de Marilyn".
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