José de Cádiz
Seguramente todo el que escribe se ha planteado esta interrogante,
¿Por qué y para quién escribo? Mis
razonamientos no pretenden ser el non plus ultra de esta interrogante, pero son los motivos por los que un día decidí
escribir:
1.- Escribo para hacerme
la vida más llevadera y porque a veces la realidad me abruma o estanca. Para recrearme con la pluma y disfrutar mis fantasías.
2.- Escribo para hacer catarsis y aquietar mi mente. Para imaginar
la belleza que caracteriza mi entorno.
Hoy comprendo que todo lo creado tuvo su origen en una idea.
3.- Escribo porque un día descubrí que había leído mucho y no sabía qué hacer con ello. Percibí que el
conocimiento atrofia si no se ejercita y
nos enriquece cuando se obsequia.
4.- Escribo porque tengo la firme convicción que la literatura
como arte nos hace mejores seres humanos.
Sin embargo, rechazo todo libro
que no aporte una superación moral.
5.- Escribo porque un día escribí un poema, lo publiqué, y me enteré que tenía muchos
lectores. Las musas son mis mejores
amigas y por lo tanto soy afortunado.
6.- Escribo porque la buena literatura coadyuva al desarrollo de la civilización. Los libros
valiosos trascienden y permanecen en la mente de generaciones enteras.
7.- Escribo porque comprendo que pensamiento y talento tienen que encontrar
una válvula de escape. De lo
contrario quedarán prisioneros como un pajarito.
8.- Escribo porque todos los grandes maestros sugieren abogar por un mundo mejor. Ninguno escribió
nunca por motivos egoístas o por
vanidad.
9.- Escribo para no ser olvidado y dejar un libro a la
posteridad. En la medida que ilustre o
divierta. La mente crea infinitamente y todo lo que
existe en el universo es mental.
10.- Escribo para estar en armonía conmigo mismo y el entorno. Hago lo posible por coadyuvar
a la evolución espiritual. La divinidad
ayuda a quienes aman al prójimo. Finalmente, escribo porque me divierto y soy feliz.
“La pluma es más poderosa que la espada”. Edward Bulwer -Lytton
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