El velero de
la felicidad
Cádiz Molina
--¿Qué harías si de pronto alguien te invita a subirte a un velero para visitar una isla virgen donde ignoras lo que encontrarás? Un lugar lejano donde solo hay playas, vegetación y especies que no hay en otro lugar. ¡Toda una aventura! Únicamente te ponen una condición: llevar 7 utensilios que te servirán para sobrevivir. No podrás llevar a tu esposa ni a tu mejor amigo. Tampoco el móvil ni la computadora. Se trata de recrearte y aprender con la naturaleza. ¿Qué artefactos elegirías? Tal vez un machete, una lampara de energía solar, una olla de peltre y un plato. Yo agregaría dos libros: “Papillón, y la Biblia. Un salvavidas para evitar morir ahogado. Al llegar al lugar encuentras aborígenes que danzan al son de tambores. Te escondes y observas todo. Las mujeres llevan descubiertos los senos y los hombres usan tapa robos. Quizá son caníbales y no quieres ni pensar en lo que harán contigo. No sabes qué actitud tomar pues no hablan español.
De pronto, te
descubren escondido entre
los matorrales. Van
por ti y
te ofrecen flores y
un pescado asado.
Se muestran amigables.
Tal vez su intención es engordarte para luego saborearte.
Te invitan a
danzar con ellos
en esa especie de
ritual. Muy a tu
pesar te integras para
no hacerte antipático. Posteriormente, te indican a señas
que deberás dormir solito en la playa.
Pasas la noche
pensando lo que vendrá al
amanecer. A otro día los negritos bservan
curiosos tus implementos. Tu velero en perfectas condiciones. Al parecer están
acostumbrados a los naufragios.
Te llevan comida y luego te invitan a recolectar hongos, frutas
y otras yerbas. Te indican que debes aprender a
cazar o ya no habrá
comida. Te proporcionan
un arco y
una flecha que por supuesto
no sabes usar. Ese día no te dan de comer. Urge ingeniártelas para encontrar alimentos. Cazar o morirte de
hambre.
Intentas
subirte a un
árbol para cortar frutos maduros que se ven deliciosos.
Se quiebra una
rama y casi te rompes
un brazo. Pero lograste que se
vinieran abajo algunos. Están sabrosos pero no te
llenan. Necesitas comida y
proteínas. Debes encontrar una presa cuanto
antes. Al parecer los aborígenes
no están dispuestos a
mantenerte. Tendrás que imitar su estilo de vida.
El primer día no cazas ni una
lagartija. Al
segundo, intentas atrapar peces
en un río caudaloso. Con gran
esfuerzo logras pescar uno.
Por el momento ya tienes
comida. Pero los
zancudos y hormigas no
dejan de hostigarte y son una plaga.
Se te ocurre
construir una choza en lo más
alto de un árbol. Casi convertirte en mono. Necesitas resguardarte de
los depredadores que ahuyan
de noche y te inquietan.
¿Qué sucede?
Tratas de sobrevivir en un lugar desconocido. Colaboras y tendrás que adaptarte. Necesitas ser aceptado en esa comunidad. Afortunadamente, no son caníbales y aprendes muchas cosas de ellos. Para tu sorpresa alguien te ayuda a levantar tu casita cortando ramas con el machete. Cuando la ves terminada te subes a descansar muy agotado. Quisieras que fuera un sueño pero es tu realidad. Lo mismo hiciste al llegar a este mundo: te adaptaste. Siendo un bebé no podías alimentarte y necesitabas a tu madre. La colaboración es vital para vivir en comunión. Aprender a vivir es la mejor escuela. Hablar un lenguaje desconocido. Si logras salir adelante te sentirás satisfecho. Tendrás un sentimiento similar al júbilo. De lo contrario vivirás frustrado. Debes poner en juego todas tus capacidades e inteligencia. No importa que tan negativas sean las circunstancias. Tienes que sobrevivir.
Ley de atracción.
No hay duda que atraemos lo que somos en esencia. Un asaltante no se junta con hombres honrados. A un drogadicto no le interesa practicar deportes. Una prostituta no lleva amistad con una mujer virtuosa. A un intelectual no le interesan los políticos. Un alumno inteligente elegirá a sus mejores maestros. Un pintor convive con poetas, escultores, músicos. “Los que se parecen se juntan”, reza un refrán. Quien convive con burros aprenderá a rebuznar.
El velero de la felicidad
Sin importar
nuestro nivel evolutivo todos anhelamos la dicha. Nadie
quiere ser desafortunado. Es
nuestra responsabilidad encontrarla. Hemos
venido al mundo a realizarnos pero extraviamos el camino.
Al nacer somos como una nave a la deriva. No sabemos manejar el timón ni la brújula. De pequeños no podemos hacer nada. Aprendemos con el apoyo
de
mamá y papá. Una nave expuesta a las
inclemencias del tiempo. El viento, el Sol, la lluvia, el frío hacen
estragos. Solo nos queda
llorar. A nuestro
lado una madre vela por
nuestro bienestar. Una
familia que elegimos desde antes de nacer. Lo creas o no. Quizá recibamos buenos ejemplos y una buena educación. O puede ser todo
lo contrario. Los
seres humanos, la especie más
inteligente, no aprendemos con facilidad. Somos rebeldes por naturaleza. Necios a
carta cabal. Hay honrosas
excepciones, claro.
En
este universo solo hay dos
caminos.
Uno que conduce a la luz y otro a la oscuridad. La mayoría elegimos el segundo. Para empezar dañamos nuestro cuerpo con drogas, comida inadecuada, y todo tipo de excesos. El cuerpo es un templo al cual debemos honrar. Un alcohólico no ignora el daño que se provoca. Carece de autoestima y responsabilidad. Conforme crecemos las tentaciones del mundo y los egos nos atrapan. Nos gestamos en una placenta donde había paz y buena alimentación. Al salir del vientre materno lanzamos un grito. Es la angustia de sabernos alejados de la tranquilidad. El niño no ignora que llega a un mundo lleno de maldad. Donde prevalecen la codicia, la mentira, y mala voluntad. Se aterroriza porque el alma viene de un reino celestial donde hay paz y amor. Conforme crecemos ese recuerdo se borra.
La conciencia supervisa
nuestros actos.
Hay quienes la
llaman el policía
interior que todos llevamos. El sosiego interior es el
primer paso para encontrar
la dicha. Quien
carece de el no importa
que tan exitosa sea; famosa, inteligente o talentosa.
Quien se comporta sin ética no podrá vivir tranquilo. ¿Cómo definimos la consciencia? Es la capacidad de percibir nuestras emociones, sentimientos y pensamientos. Reconocer nuestros errores y
aciertos. Nos permite mirarnos por dentro. En caso contrario estamos perdidos.
La ética y la moral. Bases del virtuosismo.
Quien vive en
paz consigo mismo lo
estará con el entorno.
Si nos domina
la ira, codicia, celos, orgullo,
pereza o lujuria viviremos en
completo desequilibrio. Los pensamientos determinan nuestras acciones. Iluminados y filósofos buscan
la soledad. Ahí encuentran a su maestro interno que los guía. También la fuente de sabiduría y El nirvana. Una base para encontrar la dicha es el autoconocimiento. Olvidamos
una fórmula tan
simple como tener un corazón
tranquilo. Desde ese
ángulo un campesino puede vivir más contento que un narcotraficante o poderoso empresario. No
ambiciona fortunas y vive conforme con lo
que tiene. En
contacto con la
naturaleza respira aire puro.
El trabajo en el campo lo mantiene
fuerte. La salud y la
libertad son su mayor
tesoro. Ama el Sol, la lluvia y toda la naturaleza. Un amanecer lo llena de regocijo. Se alimenta
sanamente alejado del
mundanal ruido. No codicia residencias ni yates. Prefiere una
carreta o un
buen caballo. Vive sin prisas y disfruta lo que
tiene: 15 cabras y 20 gallinas. Un
perro, un rifle y una
esposa fiel que
lo ama. Dos niños preciosos alegran su hogar. No
necesita nada más
para sentirse realizado. No siente
envidia y olvida con facilidad el pasado. El
futuro aún no llega. Lo que
importa es el
presente.
Quien vive rodeado de amor posee la mayor
fortuna.
No me refiero únicamente al amor erótico tan importante para la salud. También a unos padres cariñosos. Una
mascota o amigos que te apoyan. El
amor a una causa o tu profesión. Ese arte que tanto
te apasiona. Canto, baile, literatura, pintura, etc. Ser
un artista es un privilegio de Dioses como amigo de las musas. Cualquier oficio
que te haga sentir realizado. Que sirva
o divierta a los demás. Valora tu libertad y
no ambiciones lo que careces. Te llegará si te mentalizas y vibras en una nueva frecuencia. Ser honestos es la mejor
carta de presentación. Quien teme a Dios obtiene gran sabiduría.
El amor al
prójimo es vital para sentirnos útiles. La
felicidad está en
relación directa con las
buenas obras. Venimos
al mundo a cumplir una misión que generalmente pasamos por alto. Por apatía o desconocimiento. Por negativa que
sea una persona siempre tendrá alguna virtud. Debemos reconocerlas. La voz del alma nos habla desde el corazón. El espíritu tiende a elevarnos. El cuerpo nos obstaculiza y debe mantenerse
bajo control.
Nuestros defectos capitales impiden nuestra evolución.
Nos enamoramos tanto del mundo que no
lo queremos abandonar.
Llegamos llorando y
nos vamos de igual manera. Si
supiéramos lo que nos
espera nos iríamos sonrientes.
El cuerpo se desintegra pero el espíritu continúa avanzando en una dimensión superior. Confundimos el
placer con la felicidad. La
buena mesa con el buen comportamiento. Cuando nos comparamos con otros aparece la envidia. Lo peor es que tratamos
de imitarlos. Creemos
ingenuamente que son más inteligentes porque
adquirieron grandes fortunas. Si nos asomáramos a su mundo veremos que no es así. Nadie se hace rico sin dañar al prójimo. Creemos que los políticos, delincuentes, o empresarios son dichosos. Es una cruel paradoja. Una vil mentira.
Los políticos, capos y millonarios viven en
constante zozobra. Solo tienen una meta: acrecentar su fortuna. Su hogar es
un desastre. Adulterios por partida
doble, hijos drogadictos,
desprestigio, cárcel, amigos interesados, muerte. Enemigos por todos lados. La competencia en el hampa
es feroz. Masacran y
secuestran sin piedad. ¿Tienen
idea de lo que
les espera? No creen
en las leyes divinas y eso los pierde. Conviven poco con su familia por falta de tiempo. La ambición los corroe y cuando
quieren disfrutar lo robado ya es
demasiado tarde. Están enfermos
o en la
cárcel.
Acallar la
voz de la consciencia, gran error.
Hacemos todo lo posible por ignorar su voz. No nos importa sacrificar nuestros principios. Tampoco ser un mal ejemplo para la sociedad. Quien ama su trabajo obtiene el mayor éxito. Sin importar que tan humilde o relevante sea. Lo realizamos con pasión. Yo escribo este libro inbuido de tales sentimientos. No me importa si gano o pierdo. Únicamente me interesa servir a los demás.
Quien se aleja de sus valores morales no podrá vivir tranquilo. La codicia y perversidad los domina. Funcionarios públicos que son auténticos verdugos de su patria, Roban, traicionan, mienten. No todos pero la gran mayoría. La ambición exacerbada está llevando a nuestra civilización al precipicio.
"Los sabios griegos de la antigüedad nos advirtieron que la búsqueda de la felicidad, el éxito, el equilibrio y el sentido en la vida empieza por conocerse a uno mismo". Alberto Peña Chavarino.
El hombre siempre lucha entre el bien y el mal. Entre su consciencia y los egos. Poseemos la semilla del mal y del bien. Lo femenino y lo masculino. El sentido común nos sugiere elegir la mejor opción. El hombre con fe sopesa cada uno de sus actos. Se regocija ayudando a los demás. Comparte generosamente su experiencia. Los maestros nos enseñan amar y perdonar. Nuestro paso por la tierra es transitorio. Quien se analiza a sí mismo camina en la dirección correcta. Quien obra bien le va mejor.
¡Visualización creativa para encontrar la felicidad!
Mentalistas
y yoguis la utilizan. ¿Cómo te quisieras ver físicamente dentro de 5 años? Feo, gordo, joven, guapo, bien proporcionado (a). ¿Cómo te quieres ver economicamente? En la
miseria o viviendo holgadamente. Bien organizado y sin
deudas. La mente ordena
y el subconsciente cumple. Todo
lo creado tuvo su origen en una idea. No
basta con desearlo.
Debes trabajar en
ese sentido y mejorar tu situación.
Visualizar es imaginar.
Imaginar es ver lo que no está ahí. Todos tenemos el tercer pero generalmente atrofiado. Puedes moldear tu
vida y obtener lo que necesitas. Practica deportes y
mejora tu alimentación. La salud es primordial. Necesitas adquirir disciplina y constancia. Visualízate diariamente
con una nueva
apariencia. Verás los cambios muy pronto. Las oportunidades te llegarán. El trabajo de tus sueños. El universo en conjunto te bendecirá.
“Pide y
te será dado;
toca y se
te abrirá”, dice la Biblia. El progreso está en relación
directa con los
buenos sentimientos. Mejorarás tu autoestima. Eliminarás complejos y traumas.
Por otra parte, ¿cómo te gustaría sentirte el próximo año? ¿Contento y satisfecho?
¿frustrado y sin metas? ¿Sano, joven y sin temor al covid? La buena suerte se atrae. ¿Necesitas un auto o casa propia? Pon a funcionar la
realidad que anhelas. Para
eso te sirven las
neuronas y el cerebro.
Medita y concéntrate. Deja de quejarte por
tus carencias. Dite a
ti mismo que
lo tienes todo. Mírate
frente a un espejo regocijado y con tu pareja. Quien da amor lo
recibe abundantemente por ley de correspondencia. Prepárate arduamente si eres artista. Ejercitate diariamente si eres un atleta. No
imites a nadie o nunca triunfarás. “El estilo
es el hombre”. Los verdaderos creadores son
originales y extraordinarios. Aspira a ser el mejor en tu ramo.
No te conformes
con menos. La
excelencia es enemiga de
la mediocridad.
Es legítimo el deseo del ser humano por superarse. Elevarse por sus cambiantes circunstancias. Vivir dignamente sin afectar a terceros. El mundo es bello si así lo quieres ver. Todo está dentro de ti. La salud, el amor, la felicidad. Somos una fuente de poder creativo. Somos mágicos y podemos atraer lo bueno y lo malo. Empieza por transformar tu propia realidad. Encuentra amigos afines. Rodeate de personas que te impulsen a crecer. Evita a malvivientes y viciosos. Siempre acorde con una inteligencia superior. La oración y meditación son el poder más grande sobre la tierra. Te lo digo por experiencia. Ángeles y Arcángeles te auxiliarán. El mundo espiritual es tan real como tus manos. ¿Desconoces a los seres de luz? Aquí te los presento. Son los emisarios entre Dios y el hombre. Me han ayudado en diversas ocasiones. Siempre y cuando se los pidas. Comparte generosamente lo que obtienes. Regresará a ti multiplicado. Visualízate como una persona justa y recta. No postergues tus obligaciones. Es el momento de hacer realidad tus sueños.
He aquí los 7 Arcángeles. Cada uno rige un aspecto de la vida. El amor, la sabiduría, la salud, la belleza, el dinero, la fe, etc. En otro capítulo hablaremos ampliamente de ellos. De izquierda a derecha: Arcángel Miguel, Jofiel, Shamuel, Gabriel, Rafael, Uriel, y Zaquiel. Namasté.
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