José de Cádiz
Es inaudito que un funcionario brinque de un cargo a otro como trapecista. En efecto, los senadores de Morena permitieron que Manuel Velasco sea senador y gobernador al mismo tiempo. Mancharon el perfil cambiante de Morena y demostraron que las cosas seguirán igual o peor que antes. Sentando muy mal precedente ante la ciudadanía.
¿Qué ley democrática permite que un gobernador abandone el cargo y luego regrese si le da la gana? Pues en México es una práctica muy común. ¿No sería más razonable que ese gobernante hiciera méritos y demostrara capacidad, y honestidad, antes de aspirar a cualquier otro puesto? ¿Cómo confiar en alguien que no ha sido capaz de desempeñar su cargo hasta el final? Lo único que demuestran es una enorme ambición al poder. Sin importarles lo que piense la sociedad.
Una de las características del PRI es el cinismo de sus funcionarios. La segunda, es la hipocresía para hablar de una forma y actuar de otra. La tercera, son las mentiras conque intentan convencernos de sus "buenas intenciones". Al amparo del poder se sienten Dioses omnipotentes. "Si tienes el poder tienes el control", opinan. Olvidan que el pueblo los eligió y el mismo los puede deponer. Es lo que prometió AMLO en su campaña.
Por supuesto, es un comportamiento que la sociedad repudia. Ninguna ley debería permitir que un funcionario no concluya su labor. Claro, el PRI implementó esa práctica, con sus reformas, y ahora Morena la respalda. Vean la cara de abyectos de estos sujetos ayer en el senado. ¿Notan alguna diferencia? Ninguno se ve más decente que el otro. Todos mostraron el cobre en tan solo 4 horas.
Monreal, con su actitud, quiso demostrar el dominio que ejercerá sobre el senado. Cuando ya se había votado en contra hizo cambiar a los senadores su decisión. Llegó, con toda prepotencia, y como los senadores morenistas son novatos, no se habían qué actitud tomar. Al final tuvieron que dar marcha atrás y Monreal, sonriente, se felicitó así mismo.
Es obvio que a Ricardo Monreal le vale madre el cambio. Por lo que exigimos a López Obrador que no lo ponga al frente del senado. Le dará muy mala imagen al poder legislativo. Se comporta igual de cínico que los priístas. Es viejo, soberbio, y desleal. Ha vivido todo el tiempo del erario y jamás ha ejercido su profesión. No le aguarda un futuro venturoso.
Al parecer todos estos sujetos son garrobos del mismo costal. La cara de Ricardo Monreal, de arriba, parece expresar infantil: "¡Ahora formo parte de esta casta de privilegiados!". En la tribuna se atrevió a decir "cómo es posible que el senado se erija como conciencia". Por supuesto, es la conciencia y representación del pueblo, ignorante.
Con la misma beligerancia conque apoyamos el plan de Morena les señalaremos sus errores o perversas intenciones. Cuando las haya. No habrá consideración alguna en las redes digitales. Llegó la hora de la verdad y de exigir nuestros derechos ciudadanos. La IV transformación tiene que ser una realidad y no un mito. Estamos cansados de políticos que hacen promesas que jamás cumplen. Hartos de que nos defrauden. Los tendremos en la mira y conoceremos su trayectoria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario