miércoles, 5 de septiembre de 2018
Embarazo no deseado
José de Cádiz
Nicacio Salinas, fue a ver al ginecólogo para que le diera un diagnóstico sobre aquella rara enfermedad. El especialista mandó a hacer los exámenes pertinentes y tres días después le dijo a boca de jarro:
--No hay duda, está Ud. embarazado.
--¡¡!! ¿Cómo puede ser Dr. si soy un hombre?
--Amigo, la naturaleza está llena de sorpresas. Tiene fenómenos inexplicables.
--¡No puede ser posible! ¿Qué explicación le voy a dar a mi esposa, a mi familia, a mis amigos?
--No lo tome tan a lo trágico. Tiene sus ventajas su situación: su esposa dejaría de sentir esos síntomas, lo cuidaría, hasta dejaría de trabajar. ¿Cuántos hijos tiene?
--Tres.
--Tampoco son demasiados. Total, que sean cuatro.
--¡Vayase al diablo, doctor! Debo abortar. Antes que se me empiece abultar el vientre.
--Mi estimado, señor, la ciencia lo protegerá. Se hará Ud. famoso. Es un caso insólito.
--Nada de eso me interesa. ¡Qué fama ni que nada! Seré el conejillo de indias de la Organización Mundial de la Salud.
--¿En dónde trabaja?
--Doy clases en una universidad. ¿Cómo voy a llegarle a mis alumnos con una panza?
--Podemos confeccionarle ropa adecuada. Pantalones, camisas de... paternidad.
--¿Me va Ud. ayudar a abortar o no?
--No es tan fácil en su caso. ¿Por dónde haríamos el legrado?
--¡Eso lo debe saber Ud. que es muy bueno para dar noticias tan relevantes! ¡Inepto!
--No le digo, ya empezamos con la neurosis propia del embarazo. Comprendo su situación. Pero, créame, matar un feto no va conmigo. Allá Ud. si quiere convertirse en criminal.
--Oiga, ¿y de quién puedo estar embarazado, si yo no...? Solo tengo relaciones con mi esposa.
--Eso lo debe Ud. saber. Haga memoria. Es frecuente que la primera vez lo nieguen.
--Bueno, debo sincerarme, en mi adolescencia tuve una relación con un gay. Era un militar y mi vecino. Un día me pidió que lo penetrara. Luego me puso una pistola en el pecho para que yo... ¿Si me entiende, verdad?
--Perfectamente, para que hubiera reciprocidad.
--Pero eso fue hace 20 años. No creo que de ese tiempo a la fecha yo salga con mi domingo siete.
--Los espermatozoides se pueden conservar. Recuerde que existe la inseminación artificial.
--¡Nada de eso se hablaba en ese tiempo! No he vuelto a tener una relación homosexual. Debo enfrentar mi situación. ¿Cómo darle la noticia a mi esposa?
--No se preocupe, si gusta yo la puedo llamar, se la daré poco a poco. De hecho ella me pidió una cita.
Nicacio se fue a su casa totalmente desesperanzado. No sabía si comprar chambritas o suicidarse. Todo era tan desconcertante, ¿cómo puedo estar preñado? Se preguntaba. Aquello tenía que ser una pesadilla. Pero el diagnóstico sobre la mesa certificaba: "embarazo de tres meses". Se le quitó el sueño, las náuseas se hicieron más frecuentes, hasta sentía las pataditas en el vientre. Su esposa le preguntó:
--¿Qué te pasa, Nicacio, te noto extraño? Ya no platicas conmigo, ni quieres comer. ¿Qué sucede mi amor?
Su cónyuge le contestó con ganas de echarse a llorar:
--¿Ya viste el diagnóstico que me dio el ginecólogo?
--Desde el día que lo trajiste.
--¿Y qué piensas al respecto?
--Que eres un tonto, Nicacio, ¿cómo pudiste creer semejante patraña?
--¿Qué quieres decir?
--Yo le dije al médico que te diera ese diagnóstico. Para que veas lo que se siente estar embarazada. Para que seas más considerado conmigo y no me dejes sola tanto tiempo. Ahora comprenderás lo que es ser madre y ama de casa. Tu problema son las lombrices. El Dr. me dio un jarabe para que las expulses. Te daré la primer cucharada.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
Mi encuentro con el mesías Cádiz Molina Nunca fui una persona propiamente religiosa aunque de niño mi madre me...
-
RUMBERAS DEL CINE 2 LILIA se dio el lujo de rechazar a Pedro Infante José de Cádiz Lilia Prado. Nació ...
-
Cap. V1 "Las desilusiones te hacen abrir los ojos y cerrar el corazón". MM José de Cádiz Subimos en silencio al ya...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario