¡Guau!
José de Cádiz
El cine mexicano tuvo su gloria y esplendor en los años 40s y 50s.
La llamada época de oro era una industria poderosa que exportaba
películas a todos los países. El llamado Star sisten o fabricación de estrellas
estaba en su mejor momento. Productores
y directores elegían cuidadosamente a personajes carismáticos que convertían en
verdaderos ídolos. Magnéticas, bellas, y
con un fuerte atractivo sexual. Dotadas de gran fuerza interior y capaces de
arrastrar a las masas.
El cine siempre ha
exigido belleza y talento. Por esa época nace un género que pronto llamó la atención
por la sensualidad de sus bailes: El llamado cine de rumberas. Los espectadores quedaban impactados
siguiendo el contoneo de caderas de Ninón Sevilla o Amalia Aguilar. Meche Barba o Lilia Prado causaban furor
bailando la rumba o el cha cha chá. Rosa
Carmina y María Antonieta Pons destilaban sexualismo con sus frenéticos movimientos
del cuerpo.
En 1938 llega a México
María Antonieta Pons, con su descubridor y esposo, Juan Orol. El director más
representativo de estas ricuras. Ellos habían filmado en Cuba la película
“Siboney”, con gran éxito. Pero el gran torrente inspirador vino con la película “Humo en tus ojos”, con Meche
Barba como protagonista, en 1947. A
partir de ahí se filmaron 20 o 30
películas cada año. 1950 batió records con 50 cintas de bailarinas exóticas.
Ese mismo año llega a
México el mambo, con Damaso Pérez Prado como su descubridor, que revolucionó el baile. Un ritmo contagioso y
estremecedor para regocijo de la juventud. El termino rumberas proviene del ritmo llamado rumba, el preferido del público en estas películas. El mambo y
el cha cha chá llegaron después pero también lo utilizaron estas artistas.
Directores destacados de
esta modalidad fueron: Juan Orol, Alberto Gout, Fernando Cortéz, Alex Philix, Ernesto
Cortázar, Gilberto Martínez Solares, Joselito Rodríguez, Julián Soler, entre otros. Todos encontraron una veta de oro en esta modalidad cinematográfica. Definitivamente le debemos mucho a Cuba por
habernos enviado a rumberas tan preciosas como: María Antonieta Pons, Rosa Carmina, Ninón Sevilla, y Amalia Aguilar, que junto con las mexicanas Meche Barba, y Lilia Prado, son las
más representativas de la industria bailable.
Aquí te las presentamos una a una. Empezamos con la sensualidad explosiva de Meche Barba. Rumbera mexicana protagonista de películas como: Cortesana, Acá las tortas, La venus de fuego, El pecado de Laura, y tantas otras donde exhibía sus encantos y delicioso contoneo de caderas.
Sus películas causaban sensación entre los espectadores que hacían interminables colas en los cines de barrio y de categoría en toda Latino américa, Europa, y Asia. Era una de las más taquilleras. Se retiró del cine en 1954. ¿La razón? ¡Se casó y cambió las lentejuelas y chaquiras por los pañales!
Aquí la contemplamos en toda su maravillosa exuberancia:
En el próximo capítulo te presentamos a Lilia Prado, la musa predilecta de Luis Buñuel en "Subida al cielo", y "La ilusión viaja en tranvía". Y en tantas otras películas que quedaron en el corazón de los cinéfilos que se movían en sus butacas al compás de ritmos epilépticos. Sus espectaculares bailes de mambo y cha cha chá son de antología. ¡No te los pierdas!
Aquí la contemplamos en toda su maravillosa exuberancia:
En el próximo capítulo te presentamos a Lilia Prado, la musa predilecta de Luis Buñuel en "Subida al cielo", y "La ilusión viaja en tranvía". Y en tantas otras películas que quedaron en el corazón de los cinéfilos que se movían en sus butacas al compás de ritmos epilépticos. Sus espectaculares bailes de mambo y cha cha chá son de antología. ¡No te los pierdas!
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