José de Cádiz
En México hay muchas quejas y señalamientos de que los medios no son confiables. Que no existe una prensa imparcial y
democrática. Que grandes cadenas de TV
están al servicio del gobierno y una publicidad voraz y engañosa que se encarga
de manipular información. Emporios
convertidos en vasallos de un sistema de gobierno corrompido. Los suplementos culturales han desaparecido, ¿por
qué?
Un poder que degrada cada día más las instituciones no puede
garantizar una prensa imparcial y democrática.
Que los comunicadores vendan su información es una vergüenza. Hay una poderosa razón: Tenemos un gobierno
no elegido por el pueblo. En México, no
existe la democracia y vivimos la peor imposición de nuestra historia. Un mundo donde la mentira y simulación campean. Curiosamente, hace 100 años, Francisco I.
Madero luchaba contra un dictador llamado: Porfirio Díaz.
En la mayoría de los países ya existe la democracia, menos en
México. Por lo tanto no tenemos un
periodismo sano y equilibrado. Es verdad
que el oficio siempre ha sido mal pagado en los medios impresos. Claro, excepto los conductores de TV famosos. Esto no
justifica que se haya prostituido una profesión tan noble. Se puede ejercer un periodismo ético y más comprometido
con la realidad.
Desde el siglo XIX, hubo en México una prensa que ya luchaba
por sus libertades. En 1812, se
promulgó en España la Constitución de Cádiz, que proclamaba la libertad de expresión. Aparecía el
panfleto: “El Periquillo sarniento”, al frente de José Joaquín Fernández de
Lizardi, que señalaba vicios y
corruptelas de la Nueva España.
Consumada la Independencia periódicos liberales y articulistas hicieron de la prensa una tribuna para denunciar injusticias. Francisco Zarco, Ignacio Ramírez, Guillermo
Prieto, Manuel Payno, Ignacio Manuel Altamirano, ejercieron un periodismo transparente. No fueron plumas que se vendieron y como
consecuencia trascendieron. José
Vasconcelos, dijo al respecto: “Las plumas vendidas no vuelan alto”.
No obstante, en la misma época, se implementó el embute llamado comunmente: “chayote”. Periodistas que aceptaban sobornos para
lisonjear a los presidentes en turno. Antonio
López de santa Ana, solía decir de sus críticos: “Este gallo quiere maíz”, para dar a entender que tenían que sobornar a un periodista.
El embute no siempre es en efectivo también en especie
o canonjías. Tal como lo reciben
actualmente la mayoría de comunicadores.
Directores de medios, radio, y Tv, lo reciben bajo corriente por “concepto de
publicidad”. Por supuesto, dicha
percepción rebasa el costo real de un desplegado o anuncio. El estilo del gobierno para seducirlos.
Hay quienes lo reciben a través de un empleo burocrático. Reporteros que olvidan la libreta y el
micrófono para convertirse en funcionarios y aduladores con
privilegios. O de plano, reciben el "chayo" en cheque o billete verde. Un reportero me comenta: “figúrate que fulano no
me quiere dar el chayo”. La estrategia
es la misma entre directivos y reporteros.
Empiezan denunciando a determinado funcionario, empresa, o particular. Se ventilan cosas que sorprenden a la
ciudadanía por su sensacionalismo.
En México, como sabemos hay mucha tela de donde cortar. Quiero decir el embute es el pan de cada
día. Cuanto inician los
directivos sugieren a reporteros: “chíngate a ese cabrón”. El funcionario es exhibido y presionado prefiere
negociar con ese medio. De pronto, cesan las críticas, televisoras y prensa
guardan un ominoso silencio. Columnistas
bisoños siguen enviando sus artículos al periódico. Si les preguntan al director, por qué ya
no los publican, les dicen: “se
traspapeló tu artículo”. Es proverbial su cinismo
como pueril la explicación.
Esto ha traído como consecuencia que los periodistas vean
limitados sus derechos y se les pierda el respeto, también a los medios. El escabroso mundo del hampa, funcionarios, medio artístico, empresarios, y gente encumbrada, saben que pueden comprar cualquier información. Silencian cualquier medio con dinero.
En México, tenemos un caso ejemplar: Los periódicos Reforma, El universal, El sol de México,
Novedades y otros más publicaron supuestas encuestas que daban como ganador a
Enrique Peña Nieto en elecciones del 2012. Cuando ni siquiera realizaron ninguna encuesta. No dijeron a quiénes
entrevistaron, ni los sectores que confirmaran esas cifras. Universidades y eruditos desmintieron categóricamente esas "encuestas" amañadas. Por dinero estos medios torcieron
el camino de la democracia. La TV fue determinante en su labor titánica para cercenar la democracia.
Para muestra dos botones.
Quizá muchos recuerden, el incendio del antro “Lobombo”, en el DF. Ahí murieron muchos jóvenes hace varios años. Joaquín López Doriga, y Javier Alatorre, entre otros, denunciaban reiteradamente el siniestro y
la irresponsabilidad del dueño. Diariamente los reportajes cobraban dimensiones
mayúsculas en Televisa y Tv azteca. Un
día, culminó misteriosamente toda información al respecto. ¿Qué habría sucedido? Pues el dueño es multimillonario y pudo escapar de
la justicia. Jamás
volvieron a mencionar el caso las 2 televisoras.
“Poderoso caballero es don dinero”.
Otro caso:
Un periodista de El Sol de Acapulco denunció hace varios
años a un funcionario que robó mucho dinero del
erario. Cosa rara, ¿no les
parece? Si eso no sucede en México.
La directora, era la Lic. Eloína
López Cano, gran amiga de Mario Vázquez Raña. Como el sol de Acapulco dejó de publicar acusaciones le pregunté al reportero qué había sucedido. Me contestó sin inmutarse: “Me llamó el funcionario para decirme: "¿cuánto quieres por dejar de molestarme?" Yo le contesté: "quiero la mitad de lo que te robaste". Él
me dijo: "pero es que yo no me he robado tanto". "Nunca te dan lo que pides pero finalmente llegamos a un arreglo”. Me quedé estupefacto ante la
frialdad y cinismo del periodista.
Esto implica que el periodismo es un poder de facto que se compra y se vende al mejor postor. El gobierno ha fundado verdaderos emporios
creados ex profeso para apuntalarlo. Mario
Vázquez Raña, dueño de Organización Editorial Mexicana, es un ejemplo de ello. Medios mercenarios por su
información tendenciosa. Toda información es manipulada con bisturí. Esta
cadena es una poderosa aduladora del sistema. Don Mario, era un señor viejo y cascado, pero podrido en dinero. Ya murió. Debería haber dejado una imagen más
loable y edificante a sus descendientes.
Televisa, es una empresa creada en 1950, por Emilio Azcárraga
Milmo, que se codeó todo el tiempo con el sistema. Su programación tuvo la firme
consigna de adormecer las conciencias de los mexicanos. Simpatiza con la estrategia de los romanos:
“Al pueblo denle pan y circo para tenerlo contento”. No les interesa ofrecer una programación
inteligente ni educativa.
El chavo del ocho, un programa para dementes, era la "super estrella" que "educó" a varias
generaciones. Telenovelas baratas,
noticiarios tergiversados, chismes de la farándula, cómicos vulgares, son el pan de cada día. Sin importar que un amplio sector de la
sociedad exige una televisión más propósitiva y orientada a la
verdad.
Tv azteca, empezó con propuestas diferentes pero pronto
sucumbió al poder. Carlos Salinas de Gortari la fundó para su propio beneficio. Emilio Azcárraga Vidaurreta, y Ricardo
Salinas Pliego, empresarios archimillonarios que viven del espectáculo y el "chayo". Corren de sus empresas a: conductores, actores, técnicos, por el menor motivo. La mayoría se quedan callados
por temor a represalias de los “ gigantes de la Tv”. Esto genera impunidad y desesperanza en un
cambio futuro. La población exige acabar
con ese duopolio amafiado con el gobierno.
La cámara de diputados frena cualquier intención al respecto. La llamada bancada televisa están ahí precisamente para defenderlos.
No todos los
periodistas se venden. Sería injusto
afirmarlo. Tenemos a grandes
profesionales que han hecho del
periodismo una oportunidad de servir. Elena Poniatowska, Julio Scherer, Ricardo Rocha, Carmen Lira,
Cristina Pacheco, Carmen Aristegui, entre otros, han ejercido un periodismo ético al servicio de las masas. Seguramente hay otros que no tienen
la suerte de ser tan conocidos. Ellos nos pueden dar la única información confiable. No podemos decir lo mismo de Adela Micha, que
se ganó un noticiario estelar, por apoyar 2 fraudes, en 2006, y en 2012.
El televidente sabe intuitivamente quién miente o dice la verdad. Detecta al comunicador que aprecia su trabajo
y lo respeta. Hay una sociedad informada que demanda mayor veracidad en un noticiario. La Internet ha contribuido a la apertura de medios. Censura la sociedad a los baluartes de la tiranía con notas sobornadas. Necesitamos
una prensa oxigenada para nuestro desarrollo, y la de
ella, por supuesto. Necesitamos una Tv educativa no monopolizada por el poder. Empresarios que antepongan el interés de la población al dinero. ¿Lo lograremos muy pronto?
Ni al gobierno le conviene medios tan corrompidos y barberos. Le restan
credibilidad y lo hacen parecer como una caricatura. Necesitamos crear espacios que permitan críticas
a la prensa; que han conformado gobiernos totalitarios. Medios comprometidos con la verdad y sin
restricciones. Que nos ilustren, motiven, persuadan, como seres inteligentes y no como marionetas. Quizá algún día tengamos una prensa honesta al servicio de las masas.
Vivimos un momento histórico que nos brinda esa oportunidad.
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