martes, 28 de marzo de 2017

DESDE EL INFIERNO CON ADOLFO HITLER





José de Cádiz


Todos hemos oído hablar de Hitler.  Es la figura histórica más relevante del siglo XX.  En cualquier librería encuentra mínimo 50 biografías de su vida. Es un personaje que provoca horror y fascinación.  Nunca un dictador recibió tanta notoriedad.  Películas, documentales, libros se solazan reseñando sus "locuras". 

En la II guerra mundial murieron millones de personas de todos los países contendientes.  La historia oficial nos da cifras escalofriantes: “Hitler exterminó 6 millones de judíos en los campos de concentración”.  Me pregunto ¿cómo los contaron si la Gestapo destruyó los archivos al final de la guerra? Los generales, llevados a juicio posteriormente, siempre negaron o disminuyeron los hechos.  ¿Cuántos millones mataron los norteamericanos, rusos, ingleses, y franceses? Eso no lo dicen nunca.





Lamentablemente la historia oficial la hacen los vencedores y por lo tanto es parcial, sesgada y arbitraria.  Le cobraron a Alemania todos los platos rotos.   Demasiada exageración de los aliados para ocultar sus propios excesos y abusos. ¿Algún día tendremos un historiador que nos diga la verdad? 

Ciertamente, el Führer no era una perita en dulce, era un tirano cruel, megalómano y racista. ¿No tendría alguna cualidad sobresaliente? ¿De veras era un monstruo sin sentimientos? Hay que considerar que fue un artista frustrado, sensible e inteligente.  ¿Por qué odiaba tanto a los judíos y comunistas?  Pocos señalan las influencias de su infancia y adolescencia.  Su carisma y oratoria para dominar a las masas.





A muchos nos hubiera encantado conocer a Hitler.  Verlo desplazarse en su descapotable por las calles de Berlin.  Escucharlo en los mítines y observar sus gesticulaciones histriónicas.  Visitarlo en las montañas de Bertesgaden donde solía descansar.  Nada de eso es posible pero podemos trasladarnos a través del tiempo y espacio con la imaginación.   Los escritores solemos escribir cuentos, poemas, novelas ¿Por qué no realizar una entrevista fantástica?





¿Podríamos asomarnos un poco al subconsciente de Hitler con psicología y creatividad? Hurgar en su mentalidad, filosofía de vida, aspiraciones y motivos.  Decidí visitarlo en el averno donde se encuentra compurgando su malignidad.  Observo a un Hitler sentado y cabizbajo.  Pesados grilletes le aprisionan los tobillos en aquel salón semi oscuro y caluroso.  No encuentro la manera de abordarlo y para colmo no hablo alemán.  Lo saludo al estilo nazi en tímido español:

--¡Hey Hitler!

Ni siquiera me regresa a ver y para mi sorpresa contesta en castellano con gesto adusto y voz militar:

--¿Qué desea? ¡Le ruego no me moleste!

--Perdón, mein Führer, sólo quería saludarlo y hacerle algunas preguntas.

--¡Ah!, ¿un periodista? ¡Haga el favor de largarse que ya bastante me han difamado!

--Mr. Hitler, no haré eso, ni soy periodista.  Soy un ávido lector de la historia y no me convence lo escrito.  Me gustaría escuchar su propia versión.  El mundo tiene derecho a saber la verdad.  Le prometo tratarlo como ser humano y no como un monstruo.

Al Führer le cambió rápidamente el semblante.  Fijó su mirada azul en mí que casi me desmayo de la impresión.  Agregó:

--¿Qué quiere saber? Los rusos y los gringos ya les dieron su versión.

--Precisamente por eso, nos han ocultado muchas cosas. ¿Es verdad que se suicidó en el bunker de Berlín el 30 de abril de 1945?

--¡Una mentira descomunal!…  Un general como yo no se suicida jamás.  Logré escapar junto con varios de mis generales.

--Afirman que que se fue a Argentina, concretamente a Bariloche.






--Es cierto, protegido por Juan Domingo Perón, y la comunidad alemana de la Patagonia.  La CÍA y el FBI  nos rastrearon y estuvieron al tanto los gringos.

--¿Por qué lo dejaron escapar si eran enemigos acérrimos?

--Porque les convenía, finalmente yo era un dictador del mundo capitalista.  Había mucha afinidad ideológica.  A Roosevelt no le agradó la idea que me capturaran los comunistas.  Todo el mérito sería para Joseph Stalin.

--¿Cómo salió de Berlín estando completamente sitiada por los rusos?

--A través de un túnel secreto llegamos al aeropuerto.  De ahí volamos a Austría, luego a España donde me esperaba Francisco Franco.  Pasado un tiempo nos fuimos a Bariloche en Submarino.  Eva Braun me acompañaba.  También Joseph Mengele y Martin Borman.

--¡Mengele, el famoso ángel de la muerte!




--El mismo, era un hombre extremadamente astuto.  Nunca lo pudieron capturar los judíos al final de la guerra para enjuiciarlo.  Adolfo Eichman no corrió la misma suerte.
 
--¿Quién inventó la mentira del suicidio?

--Fue un acuerdo entre mis generales y un general norteamericano.  Yo estaba recién casado con Eva y me convencieron para escapar con Hanna Rastach, una experimentada aviadora.

--¿A qué se dedicaba en Bariloche?

--A pintar, pescar, y descansar.  Estaba yo enfermo de Parkinson pero me trataron los mejores doctores.  Logré sobrevivir hasta 1971.







--Cuentan que su padre lo golpeaba, siendo Ud. pequeño, y que lo hacía delante de su madre para avergonzarlo.  ¿Eso generó su odio hacia los judíos?

--¡Qué desacato! Aunque mi padre era cruel conmigo. La verdad es que los judíos se habían apropiado en Alemania de la industria, la banca, prensa, y universidades. La raza aria estaba contaminada y dominada por ellos.  Si ha leído la historia sabrá que en todos los países hacen lo mismo.

--Eso lo menciona Ud. en su libro “Mi lucha”, toda una apología del racismo y anticomunismo.  ¿Entonces por qué fundó el Partido Nacional Socialista?




--Al término de la I guerra mundial Alemania quedó en la más completa miseria.  Me encontraba desocupado y resentido. Me mandaron vigilar a un grupo de rijosos que fundaron un club de inconformes.  Pronto me convertí en su principal dirigente.  Fue el inicio del nazismo.

--¿Dónde y cuándo escribió “Mi lucha”?

--En la cárcel de Limberg, en 1924. Cuando intenté el golpe de estado en la cervecería de Munich.   Me metieron preso y ahí escribí mi libro.  Los comunistas nunca me inspiraron simpatía, hablaban de un modo y actuaban de otro.  Hay dictaduras de izquierda y dictaduras de derecha. Las dos son igualmente perniciosas. El tratado de Versalles cobraba a Alemania todo el costo de la guerra.  Una verdadera infamia.

--Por cierto Ud. la reivindicó como toda una potencia económica y militar.  Eliminó el tratado de Versalles, creo fuentes de Trabajo, el servicio militar obligatorio.  Los alemanes lo consideraban un héroe.  También desapareció a sus opositores con una represión terrible de La Gestapo.  ¿Una dictadura se mantiene sólo con metralletas? ¿Dónde queda la democracia?

--Las ideas revolucionarias tardan mucho en extenderse.  Las masa muerta no piensa y necesita un caudillo.  La democracia es un mito para manejar a los pueblos.  Se necesita el rigor de una dictadura para cambiar su mentalidad.  El partido nazi logró en poco tiempo millones de adeptos.  Ganamos la mayoría de diputaciones en el parlamento y me convertí en canciller imperial en 1933. Necesitábamos ampliar nuestro espacio vital.

--¡Ajá! Y fue cuando decidió anexarse Austria, Checoslovaquia, Polonia, etc.  Pero Ud. ni siquiera era alemán, era austriaco, y dicen que también judío.

A Hitler le cambió el semblante. Me mira con odio fulminante que casi me paraliza. Me estremezco cuando vocifera:

--¡¿Me viene Ud. a cuestionar o quiere conocer la verdad?!

Cautelosamente musité: 

--Mein, Führer, conocer la verdad es cuestionarla.  No está obligado a responderme por supuesto.  Si gusta podemos hablar de otras cosas.

Tratando de serenarse, acotó:

--Mi padre era austrohúngaro, y mi madre alemana.  Nunca conocí a mis ancestros más allá de dos generaciones.  Siempre tuve dudas que por mis venas corriera sangre judía.  Por eso defendía con tanto celo la raza aria.  Sigo pensando que es de una estirpe superior.




--¡Pero la llevó a la destrucción total! Con una guerra que costó millones de vidas. Dicen que mató a más de 30.  Lo acusan de psicópata, perverso sexual, ocultista satánico, y todos los males del mundo. 

--¡Malditos gringos, rusos, ingleses y toda esa fauna nociva!  No hay libro o película que no me cargue los muertos.  ¿Por qué ocultan ellos que asesinaron a millones de alemanes, japoneses, polacos, checos?  En cada ciudad tomada mataban inocentes y violaban a sus mujeres.  Stalin hizo lo mismo y masacró a todos sus oponentes en Rusia.  ¿Por qué los norteamericanos no llevan a la pantalla los horrores de Hiroshima y Nagazaki?  ¿Cuándo confesarán que han avasallado a todos los pueblos de la tierra? EE.UU bombardeó Iraq, desapareció su cultura,  y les quitó su petróleo, pero nadie odia a George Bush. Tan sólo a México le robaron la mitad de su territorio. 

--Eso no lo podemos negar, los gringos son tremendos.  Hábleme de su amigo, Augusto Kubizek que escribió un libro titulado: “Hitler, mi amigo de juventud”. ¿Cuándo lo conoció?




--En 1904, en una ópera de Richard Wagner. Yo era un vagabundo y me dedicaba a pintar en Viena.  Él estudiaba música y vivimos en el mismo departamento 4 años.  Fue mi amigo y confidente.  Años después, siendo yo un canciller, solía visitarme.  Lo recuerdo con mucho cariño.

--¿No hubo una aventura romántica como tratan de insinuar sus biógrafos?

--Por supuesto que no. Otra calumnia más de mis adversarios.   Augusto conoció a mi primera novia,  Estefanía.  Le llevaba mis recados, cuadros y poemas.  La amé con locura. Yo era un romántico soñador.

--¿Cuántas veces se ha enamorado Adolfo Hitler?

--Tres veces: de Estefanía, de Geli Rubal, mi sobrina, y de Eva Braun, mi esposa.  Lo demás forma parte del mito.





--¿Nunca más llegó a amar tan entrañablemente?

--Sí, creo que sí, amé a Alemania y a ella entregué mi vida.  Pude hacerle mucho daño, pero también traté de hacerle todo el bien.  El destino tiene sus propios designios. Creo firmemente en la voluntad divina.  Fui elegido para aplicarle un castigo a los judíos.





--¿No me diga que cree en Dios? Cuentan que practicaba el ocultismo, creía en la reencarnación, astrología, espiritismo.

--¿Y quién dice que los metafísicos no creemos en la divinidad? Sin duda hay una inteligencia superior que nos gobierna.  Respeté al mesías y tenía formación cristiana pero mal interpreté la Biblia. Fui juzgado y sentenciado por los señores del Karma. Heme aquí.

--Durante los años del nazismo Ud. desterró de Alemania a Albert Einstein, el genio de la relatividad y desintegración del átomo. Se fue a EE. UU y gracias a su aportación fue creada la bomba atómica. ¿No perdió Hitler una maravillosa oportunidad?  ¿Por qué lo expatrió?





--El físico se negó a trabajar conmigo.  Más aún, me enteré que colaboraba con una sociedad de investigación nuclear inglesa.  Nunca simpatizó con el nazismo y dejó de dar cátedra en la universidad de Munich. Los traidores no tenían cabida en Alemania.  Mandé quemar todos sus libros.

--¿Y a la actriz, Marlene Dietrich, por qué la expulsó de Alemania?





--¡Báh! Esa mujer frívola coqueteaba con todos los generales aliados. La Gestapo investigó que era espía de los norteamericanos.  Me criticaba y acusaba de masacrar al pueblo judío.  Quien no está conmigo está contra mi.  Se fue a norteamérica la mujerzuela donde filmó películas contra el nazismo.  Todo traidor fue desterrado sin misericordia. 
 
--¿Algún mensaje que quiera enviar a la humanidad?





--Acepto que fui un dictador genocida.  En algún momento me desquicié y perdí la perspectiva.  Ni mejor ni peor que los que hay actualmente. Aunque no lo crean fui un ser humano con defectos y virtudes.  Que la historia diga la verdad y ya no me satanicen. Yo no inventé la guerra pero pequé de ambicioso.  La maldad y bondad forman parte de la naturaleza humana. Lo blanco y lo negro son extremos del mismo universo. Vendrá una III guerra mundial que será definitiva y el motivo será el mismo: La ambición y afán de dominio.  Todos los países poderosos poseen armas nucleares.  Es cuestión de tiempo para que todo termine. Habrá sobrevivientes en el último momento. Después de la depuración del planeta vendrá la edad de oro tan anunciada en cualquier libro sagrado.  ¿A quién culparán en la hora final? ¿A mí o a su necedad?

--¿..............................?








2 comentarios:

  1. Estupendo rinco>n literario en la que coincide con toda la historia de Hitler. TE felicito José Cádiz por tu magníca aportación.

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  2. Gracias, Mili Mirabal, agradezco tus palabras, me impulsan a seguirme superando. Que la fantasía y creatividad me sigan inspirando.

    Un placer saludarte.

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AL CALOR DE TU REGAZO José de Cádiz Abrázame fuertemente como cuando yo era un niño me arrullabas con dulzura y besabas con cariño Luego cua...